Pena y asco

37 8 2
                                    

Y matar el tiempo sin suicidarme yo.

Consumirme poco a poco como los cigarros que fumé en algún que otro día de llanto.

Y rajar un alma rota porque había lágrimas que ni salían, sólo sangre.

Y recuerdo el pasado con los pulmones de no saber cómo respirar sin ahogarme, y un corazón tocado a ras de bisturí.

Y recuerdo el pasado con pena,
De no poder ser quien quería ser
De no ser quien deseo ser hoy.

Pero aún quedan historias, de almas rotas que resistieron y deseo que mi historia sea contada,
Cuando muera leed mis notas y mis lúgubres poemas

Cuando muera de pena
y asco

AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora