Me senté nuevamente al lado de Liam luego de pensarlo bastante.
-Bien- suspiré- ahora tengo otra pregunta.
-Dime ¿Qué me preguntarás? ¿Si he besado a un hombre? –reímos.
-¿Desde cuando eres tan idiota?- soltó una carcajada.
-Más o menos desde los quince años ¿En serio querías saber eso?
-No, pero cada vez me sorprendes más- reí.
-Bueno, dime ¿Qué más querías saber?
-¡Se me olvido!
-Es porque te has perdido en mis ojos.
-Ah, perfecto, esto es el colmo. Parece que te afecta el sueño también- ambos reímos- ya lo recordé- él asintió y yo me puse un poco más seria- ¿Desde cuándo fumas? Te vi prender un cigarro el otro día, cuando te pusiste mal en la heladería.
-Ah, eso, bueno, comencé a los diecisiete, deje de intentar suicidarme, pero comencé a fumar. Cada vez que sentía deseos de cortarme, solo buscaba un cigarro y me relajaba –fruncí el ceño y el torció la boca.
-¿Lo haces seguido?
-No, solo cuando siento que estoy entrando en crisis. Estas semanas han sido complicadas, por lo que sí, he fumado bastante seguido. ¿Tú no tienes ningún vicio?
-¿Perdón? Yo soy más buena que el pan- reí- no, no tengo ningún vicio. La vez pasada probé cerveza, jamás había tomado antes.
-¿En serio?
-Sí, creo que es raro de mí. Todos se asombran por todo lo que sufrí y vivo sola, debería ser un desastre. Solamente no me va tan bien como quiere mi madre en el colegio, pero eso es todo.
-¿Esa es toda tu rebeldía? Por dios –dijo tomándose la cabeza con las manos.
-Es que no lo sé.
-¿Qué no sabes?
-No lo sé- reí- la única vez que tomé demasiado, fue la última vez que salí con Niall.
-Lo sé. Estabas borracha, me gritaste cosas horribles.
-Eso no fue de borracha, habías golpeado a mi novio.
-Hey, se estaba pasando contigo, y tú le pedias por favor que te deje. Deberías haberte visto, tú cara de desesperación.
Reí y lo mire con ganas de matarlo- Eres en serio un idiota ¿Dónde te recibiste?- me mordí el labio.
-Oh, llevo la bandera desde nacimiento amor. Ah por cierto.
-¿Qué? –lo miré alzando una ceja.
-No te muerdas el labio.
-¿Por qué? ¿Te molesta?- dije volviendo a morderme el labio.
-Me dan ganas de mordértelo- tomó aire- pero aún tienes novio.
-Liam yo…
-Debes dejarlo, o si quieres seguir con él yo solo debo entenderlo porque- suspiró- estuve desaparecido. Me alegra que no te enojaras conmigo.
-No podría haberme enojado, no con lo mucho que te extrañaba.
-Créeme que si te hubieras enojado, no hubiera dudado en matarme.
-Me hubieras matado a mí también- el agachó la mirada.
Terminamos de tomar nuestros Café y llevamos las tazas a la cocina. Él las lavó y yo lo observaba. Mientras él me contaba cosas de la heladería, se me escapó un bostezo.
-Creo que ya es hora de dormir- dijo sonriente.
-Eso creo, estoy muy cansada- mire mi celular, las 2 de la mañana- ¡Es tarde!
-Es tarde para el día que tuvimos.
-Liam, ya hace ocho horas que estoy contigo, y juro que mataría por estar siempre a tu lado.
-Ya casi termina nuestra guerra Emma y vamos a estar juntos.
-Lo sé- dije un poco rara.
-Cuando llegue la hora claro, podremos seguir como tú quieras, amigos, compañeros de trabajo, novios, amantes, marido y mujer- sonrió.
-Amaría tener un amante, pero no me gusta la idea de que Niall salga lastimado. Él me ha amado desde hace mucho, o mejor dicho, me ha deseado.
-Puedes hacer lo que quieras, cualquier cosa me parecerá correcta- noté el brillo en sus ojos- No importa lo que elijas, yo te amo con toda mi alma Emma.
-Yo también, y lo haré siempre.
Él tomo mis mejillas y se acercó a mis labios. No fue más que un roce de labios, pero fue. Sentí un escalofrío correr por mi cuerpo y crucé mis brazos a través de su cuello y él posó sus manos en mi cintura.
-Vamos a dormir o mañana no nos despertaremos.
-Tienes razón.
Caminamos hacia su habitación, entramos y él cerró la puerta detrás de nosotros.
-Bueno, te prestaré una camiseta, no puedes dormir así.
-Sí Liam, no tienes que preocuparte.
-Hey, eres mi invitada- busco en su armario y sacó una remera gris- ten- tomé la remera y la miré.
-Me quedará enorme.
-Te verás hermosa igual –yo rodé los ojos- iré a cambiarme al baño así tú te cambias tranquila.
-Gracias.
El salió del cuarto y yo me quedé mirando su remera. Me la llevé a la nariz y pude sentir su perfume. Mis ojos se aguaron y después de limpiarlos rápidamente, me puse la remera que me quedaba como un camisón. Me senté en la cama, me quite las zapatillas y me puse a esperar a Liam.
Él abrió la puerta y me sonrió. Tenía un jogging gris y una remera musculosa blanca- ¿Estás cómoda así?
-Sí, gracias- sonreí.
-Te ves bien. Ahora, necesito que te levantes, así saco el colchón que está bajo mi cama.
-Oh, creí que…
-¿Quieres dormir junto a mí? No tengo problema, es solo que como mencionaste que tenías problema con dormir con más personas creí que…
Me acerqué a él y lo abracé- El problema era que tú estabas lejos, no podía dormir con nadie porque me recordaba a ti y eso me alteraba- busqué su mirada- pero ahora estas aquí conmigo.
-Eso significa que dormiremos juntos linda- yo sonreí- ¿No crees que es incómodo dormir con jeans? – dijo mirando mis piernas, ya que no me los había quitado.
-Es que, no lo sé.
-Quítatelos, no pasará nada Emma. Yo generalmente duermo en boxers, pero no quiero pasar por eso la primera noche que dormiremos juntos después de mucho tiempo.
-Está bien, no te preocupes, prometo traer pijama la próxima vez- dije maldiciendo por dentro ya que no podría verlo en boxers.
Nos acostamos, él contra la pared y yo luego. Cruzó mi brazo por mi cintura y me deseo buenas noches mientras apagaba la luz.
Había esperado mucho tiempo por ese momento, y estaba sucediendo.
Cerré mis ojos y lo único que deseaba era que si fuera un sueño, seguir durmiendo y seguirlo soñando. Porque ahora conocía la cara de mi Liam, el Liam de ahora.
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In the war
FanfictionEmma y Liam se conocieron cuando eran pequeños y siempre se quisieron más que como solo amigos. Las típicas familias amigas londinenses, tenían como tradición juntarse todas las semanas el mismo día. Los chicos van a tener que atravesar muchas cosas...