Capítulo 9

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Primer día de trabajo

Habíamos regresado a las 12:30 am del instituto. Me habían quedado unas dos horas para dormir y luego pegarme una ducha.

Cuando estuve lista, tomé mi bolso, metí mis auriculares y los enchufe a mi celular.

-Adios Alice-grité desde la puerta

-Suerte-dijo ella y se apareció desde el comedor para abrazarme

-Gracias hermana. Nos veremos luego.

-Creí que Niall vendría a buscarte.

-Le dije que no lo hiciera. No quiero depender de él.

-Ah cierto. Bueno, vendrá Zayn, ya sabes.

-Ah perfecto, no llegaré tan tarde. Por las dudas cierren la puerta.

-Lo haremos tonta.

Abrasé a mi amiga y salí caminando mientras me colocaba los auriculares la canción "So What" de Pink.

Al llegar a la heladeria, Nicole estaba ahí hablando con el chico pelado, genial, ahora debería verlo cuatro horas por día, ya que mi turno era de 4 a 8pm.

-Buenas tardes-dijo ella.

-Hola ¿Cómo estas? -dijo él y yo solo lo mire.

-Buenas tardes -respondí.

-Oh, Emma, el es mi hermano, Kevin.

-Kevin -dije- por fin conosco tu nombre.

-¿Ya sé conocían chicos?

-Algo así- dije yo y ella miró directo a Kevin.

-En un baile-dijo el- nos besamos, solo eso.

-Problemas de ustedes mejor. En fin, Emma, sabes tu horario, los lunes no deberás venir ya que será tu día libre.

-Bien.

-Y bueno, ya te hablé sobre el descuento a los empleados y eso. Espero que estes cómoda aquí, y espero que cualquier cosa, cualquier inconveniente me avises. 

-Claro, quedate tranquila, no creo darte problemas

-Eso espero-dijo con una sonrisa- bueno chicos, yo me iré, Kevin, cuidado-dijo mirándolo con los ojos bien abiertos.

Ok, admito que cierta actitud de parte de los hermanos me estaba causando un poco de intriga ¿Por qué se trataban así?

Pasaron dos horas, Kevin me había explicado como se usaban  verdaderamente las cucharas de helado y me enseñó varios trucos.

-¿Hace cuanto haces esto? A decir verdad eres bueno.

-Hace unos 7 años -sus ojos se llenaron de lágrimas.

-¿Dije algo que te molestó?- pregunté al instante.

-No, solo que recordé cuando eramos más pequeños y mi madre venía aquí.

-¿Por qué ya no viene? ¿Le pasó algo? -pregunté con un nudo en la garganta.

-No, nada, es solo que trabaja tanto y por dios, ya somos grandes, tengo 20 años, no es necesario que mi madre venga aquí.

-Oh, todavía no aceptas que estas grande -dije bromeando. Increíble pero real, logré sacarle una sonrisa.

-Vamos, ¿Tu tienes 17 verdad? -mis ojos se abrieron como platos.

-Sí ¿Cómo lo sabes?

-No lo sabía, solo dije un número- dijo rodando los ojos como si fuera algo obvio.

In the warDonde viven las historias. Descúbrelo ahora