Capítulo 4 - Percival

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Me puse muy nervioso y quise hacer el amago de que no les había escuchado y seguir mi camino, pero ya era muy tarde, habían cruzado la calle y estaban justo detrás de mi.
-Espera, por favor- dijo el más bajito de la pareja.
Tragué saliva, se me había secado la boca por completo. No es que mi ciudad no fuera segura, pero en esta zona nos conocemos prácticamente todos y ver unos extraños con pintas de forasteros y con una vestimenta muy rara no ayudaba. Mantuve la calma y  me giré.
-¿Si?- pregunté. Ahora pude verlos mejor, todavía quedaba algo de luz solar. El más bajo de los dos era un poco más alto que yo, tenía el pelo negro y puntiagudo, los ojos azules eléctricos y la piel bastante pálida, iba vestido con una camisa blanca con pliegues en los brazos y unos pantalones con truenos estampados... ah si, y en la cara tenía un rayo tatuado, le cubría desde encima del ojo derecho hasta el final del moflete derecho. Dentro del rayo simulaba los huesos del cráneo, como si su piel fuera transparente y se pudiera ver a través de ella y de sus músculos, lo único diferente a la anatomía real es que el tatuaje era en tonos azules y amarillos vibrantes. El otro integrante de la pareja era más alto que él, pelo rapado, ojos oscuros, de facciones más serias , pero de estilismo no se quedaba atrás. Llevaba una camiseta de vinilo roja y unos pantalones anchos del mismo color, todo esto acompañado de la cosa que más destacaba de él , también sus tatuajes. Tanto por los brazos como por el cuello se podía ver el cuerpo de un dragón que se retorcía sobre sí mismo, todos hechos en un llamativo rojo.
Todo este análisis me dio tiempo a hacerlo porque mi pregunta todavía no había obtenido respuesta. Se miraron entre ellos, como esperando que el otro dijera la primera palabra.
-Bueno- se decidió a decir el bajito- primero nos presentaré, yo soy Aland y este es mi hermano Wade... va a sonar raro esto que voy a decir, pero- mantuvo unos segundos de silencio, parecía que él también tenía la boca seca- hemos venido buscándote a ti- dijo soltando todo el aire de sus pulmones.
- Creo que debería irme- respondí instantáneamente.
- No, espera por favor, hemos hecho un largo viaje- me detuvo el tal Aland.
- No tiene sentido que vengáis a buscarme específicamente a mí, ni que fuera famoso o algo, además mi tía me esta esperando para cenar.
-Tal vez famoso no, pero si reconocible - habló por primera vez el grandullón, estaba empezando a darme mala espina.
- Creo que eso no ha sido lo más ingenioso que podías decir Wade- le replicó el bajito.
-Perdón- se dirigió a mi- danos dos minutos y te lo explicaremos todo.
La verdad que la idea no me entusiasmaba, pero parecían decididos y si echaba a correr creo que no tendría ninguna posibilidad de escapar.
-Vale- respondí.
-Perfecto- exclamó Aland- Wade...
-Como te he dicho eres una persona fácilmente reconocible, yo tengo un don por el que  puedo sentir y rastrear el aura de las personas. Llevamos muchos años viajando como un grupo independiente de "caza recompensas", aunque en realidad nuestro cometido es otro. Cuando íbamos de camino a Somreg , después de haber estado un tiempo aquí, en Kludello, pasamos muy cerca de tu ciudad y sentí algo, era un aura colosal, rezumaba por toda la ciudad. Eso es algo muy raro, así que desviamos nuestro viaje hasta aquí, de modo que llevamos tres días aquí sin encontrar nada, hasta ahora. Cuando has girado la esquina ha sido como si me dieran un puñetazo en la sien, y ahora, estando tan cerca puedo sentir como tu poder vibra.
Todo lo que ese hombre estaba diciendo no tenía sentido.
-¡Ah vale! Ahora creo que lo entiendo todo, que ingenioso, os han contratado mi tía y Mobbu ¿verdad? Esto y lo del libro es un teatrillo para que deje de obsesionarme tanto con todo lo que leo !que graciosos ellos¡ Deberían haberos dicho que esperarais unos días para hablar conmigo, justo hace unas horas que devolví el libro, es mucha coincidencia todo, pero lo habéis intentado- Era una broma de final de curso de muy mal gusto, por un momento casi me creo que estaba poseído por el alma de un dragón. Por eso insistió tanto Mobbu en que me llevara el libro, claro.
Ambos se miraron ojipláticos.
-No sería una mala teoría, de no ser por el hecho de que todo lo que ha dicho Wade es verdad- siguió Aland- nos dedicamos a ir por las sociedades ocultas de los reinos buscando gente con capacidades especiales y tu eres uno de ellos.
-Ajá y ¿dónde están esas personas ahora mismo?
-Pues- continuó Wade- no son personas fáciles de encontrar y, a no ser que su aura sea muy grande, como la tuya,tengo que estar muy cerca para captarla. Pero justo antes de este desvío, como hemos dicho, íbamos a Somreg, allí hay uno de los nuestros.
-Sigue sin colar- respondí cortante. El sol ya había caído y quería volver a casa- Gracias por el intento, de verdad, pero ya he tenido suficiente de posesiones de dragones y todo eso por hoy- Me giré y comencé a caminar, pero solo pude dar dos pasos. Un relámpago golpeó la calle justo delante de mí, dejando un rastro humeante que seguía su trayectoria. Todos y cada uno de los pelos de mi cuerpo se erizaron, me giré lentamente. El ojo derecho de Aland ahora tenía el iris de un azul tan brillante que casi parecía blanco y alumbraba su cara de una forma muy tenebrosa.
-Nosotros somos dragones y aunque, según parece, no lo creas... tu también- tajó Aland.
-E-esto no tiene ningún sentido, puedes tener algún poder que te permita controlar el clima o crear electricidad... -nunca había visto nadie con un poder así, mi ciudad no era muy variada en cuanto a especies y  magia se refiere.
-No, él es el heredero de un dragón de las tormentas- aclaró Wade- y yo del dragón de los vientos cálidos de oriente. Comenzamos a viajar para encontrar a más como nosotros y protegerlos, además de descubrir más sobre quienes somos, en los tiempos que corren ahora mismo nadie está seguro, y mucho menos... si ni siquiera sabes quien eres con certeza.  El rey, de alguna forma, ha descubierto el secreto sobre el alma de los antiguos dragones y ha retomado el proyecto de su bisabuelo. Es cuestión de tiempo que una tropa del ejercito de la corte venga de expedición aquí. Por suerte no tiene métodos tan potentes ni eficaces para rastrear auras, por eso están registrando ciudad por ciudad, de ahí nuestra prisa por encontrar a más como nosotros. Pero lo dicho, a este ritmo quien sabe cuantas semanas, o tal vez días, quedan para que lleguen aquí y os encuentren.
-Espera, espera... ¿acabas de hablar en plural?

Last DanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora