Capítulo 16 - Wade

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Ibb, Aland y yo nos miramos confundidos ante lo que acababa de pasar. Ya no estaba, Percival se había esfumado.
- ¿Q-Qué?- logró decir Ibb.
- Ehh...- Aland quiso decir algo pero fue interrumpido por la repentina aparición de Percival unos metros por detrás de Ibb- ¿Qué ha sido eso?- le gritó con una mezcla de sorpresa y preocupación.
- Yo... no lo sé- él nos miró más sorprendido de lo que ya lo estábamos nosotros- no he sentido prácticamente nada...
- ¡¿Te has teletransportado?!- exclamó Ibb.
- Tal vez ha sido super velocidad- especulé por detrás de Ibb.
Percival se acercó a nosotros mientras seguíamos debatiendo distintas terías sobre que había pasado. Se podía ver como las piernas le temblaban a pesar de avanzar a un paso rápido y decidido. Las cosas que decíamos se volvían más locas a medida que avanzaba la conversación.
- Yo creo que es el heredero de algún dragón del espacio tiempo o algo parecido- concluyó Aland- eso explicaría el porqué de tener un aura tan grande, un gran poder.
No ví a mis otros dos compañeros muy contentos con esa reflexión.
-Pero no tiene sentido, durante años no he sentido ningún rastro de este poder ¿porqué ahora?- en vez de notar cierto emoción en su voz, hablaba preocupado.
- Tal vez el estar en contacto con nuestras auras ha activado el poder de la tuya- intenté calmarlo- llevas toda tu vida en un estado de reposo continuado, ahora todo tu verdadero potencial comenzará a brotar como una fuente- Su cara pasó de tener una expresión preocupada a mostrar un poco de emoción, quise darle un poco más de ánimo- De hecho teniendo en cuenta tu aura, si utilizas bien tu poder, algún día serás más poderoso que nosotros tres juntos- cosa que no era mentira, tenía mucho potencial dormido.
Ibb y Percival empezaron a desvariar juntos sobre como sería su nuevo plan de entrenamiento, querían estar preparados a todos los niveles para el viaje que empezaba mañana. Hasta que mi hermano les cortó el rollo.
- Ya sabes algo de lo que eres capaz de hacer, esta tarde puedes practicar con la espada. Una cosa es conducir rayos, pero ¿transportarse contigo? eso tal vez es demasiado.
- Bueno, tal vez puedo transportar también lo que toco y la espada reacciona con ello ¿no?
- Es una posibilidad, esta tarde veremos.
Seguimos hablando un rato sentados en la hierba para descansar. La mañana pasó en un abrir y cerrar de ojos, estos días atrás todos pasaban así... y mañana ya debíamos volver a ponernos en marcha para ir al sur. Según nos contaron allí hay un heredero encerrado, lo tienen en el gran museo de Somreg. Llegar hasta allí no iba a ser fácil, y el posible rescate mucho menos.
Al llegar la tarde Percival debía practicar con su espada. Saber de que era capaz con ella y como esta reacciona ante su nuevo poder sería primordial para que pudiera defenderse. Todavía es joven, y lo máximo que ha conocido de algún tipo de batalla es lo que haya leído en los libros de historia que le gustan, si no aprendía a defenderse... quien sabe que le podría pasar. Aunque, todavía recuerdo aquel día en el que sentí su aura, la sensación fue débil, como cuando caminas por un túnel y ves la salida a cientos de kilometros de ti, un punto blanco entre tanta oscuridad. Aún así ese haz de luz no aumentó mucho al estar cerca, estaba totalmente en reposo, ni un ápice de poder.
Aunque, lo que dije antes iba en serio, le habíamos quitado el tapón a un recipente con más contenido del que tal vez pueda contener. Si no aprende y mejora rápido puede que acabe por consumirse, eso, o que en cambio, el poder se derrame poco a poco.
Estábamos en el campo del costado izquierdo de la mansión, allí los árboles están más retirados y podríamos practicar tranquilamente. Ibb y yo si nos fuimos más cerca de los árboles, ella debía practicar con su poder natural y además yo le ayudaría con el lanzamiento de sus dagas. Desde nuestra posición se podía escuchar como Aland le metía presión a Percival para que repitiera lo de esa misma mañana.
-¡No te pases!- le grité- todavía se está acostumbrando.
- Y...- empezó a decirme Ibb mientras me giraba otra vez hacia ella- si tiene un aura tan grande y puede ser el heredero de un gran dragón ¿de verdad puede llegar a ser más poderoso que nosotros tres juntos?
-Si aprende a dominarlo, pues probablemente sí... pero no se lo pondriamos fácil en una batalla eh- reímos juntos.
En lo que a puntería se refiere no ando falto, asi que le enseñé como colocarse y lanzarlas adecuadamente, recuerdo cuando yo las usaba, que tiempos. Estuvimos toda a tarde allí, al son de los gritos de Aland y los repetidos golpes de Pecival. Al final resultaba que la espada también se iba con él cuando se transportaba , es más adaptable de lo que creíamos. Fue una tarde larga de entrenamiento, pero no lo suficientemente dura, Ibb y Percival no estaban listos para el viaje, pero , no podíamos esperar mas, Aland y yo los defenderíamos si se diera el caso de algún ataque.
Esa noche, como todas las noches anteriores a los viajes, me costó dormirme. Me quedé mirando al techo tumbado en la cama. Esa era además una noche muy calurosa, y yo detesto el calor, incluso cuando soy capaz de crearlo, siento como se me pega en cada trocito de piel. Aland y yo llevamos años viajando, expuestos a la corte... pero nunca nada como esto. Los herederos viven, como muchas otras especies en la sombra, encontrarnos entre nosotros es tan difícil... y ahora que tenemos una pista hemos encontrado dos más, va tan bien que es cuestión de tiempo que algo se tuerza.
Mi mayor pregunta ahora mismo es saber quien era el heredero que había detrás de esos rumores del sur, el cautivo...

Last DanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora