FIN ARCO I - Ibb

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Estuvimos cerca de dos horas en una minúscula sala de espera, pero tal vez era lo mejor, el sitio era discreto, no hicieron muchas preguntas, y eso que el caso era complejo. Por suerte, él está bien, lo han curado y su cuerpo hará el resto, pronto comenzará a crecer la parte seccionada.
Aunque, como no era ningún centro médico ni nada por el estilo, no podía pasar la noche ahí, así que nos lo tuvimos que llevar a la pensión y hacer la observación nosotros, si pasaba algo volveríamos.
Lo que quedaba de noche, que ya era poco, pasó bastante rápido, el heredero del cual todavía no conocíamos ni su nombre, estuvo dormido, más bien inconsciente, todo el tiempo, hasta la mañana siguiente. Cuando se despierte tenemos que ponerlo al día de lo que pasa, la corte, nuestro viaje, todo. No sabemos cuanto tiempo podría llevar capturado, así que no sabemos cuanto sabe de la situación actual.
Nos reunimos todos en la habitación donde estaba el hedero y hacíamos las guardias, Aland nos avisó de que se estaba despertando. Abrió levemente los ojos y nos miró extrañado a todos, después soltó un leve quejido y volvió a cerrarlos.
-¿Qué tal te encuentras?- le pregunté para comprobar que no se había vuelto a desmayar ni nada parecido. Hubo unos segundos de silencio.
-Bien- dijo con esfuerzo. Todavía quedaban restos de polvo y tierra en su piel y pelo, además de la suciedad que ya acumulaba de la jaula, ¿cada cuanto le dejarían asearse? o mejor dicho ¿le dejaron hacerlo? No quiero ni imaginar las condiciones en las que lo mantuvieron allí todos estos años.
-¿Te duele?- le preguntó Wade.
-Tu que crees...- le contestó con desdén.
-Claro, que preguntas tengo...
De repente todo se volvió un poco incómodo, hasta que Percival...
-Y ¿cómo te llamas?- peguntó apoyado en una silla. Tal vez no era la pregunta que nadie esperaba que hiciera, pero al menos podríamos llamarlo por una palabra que no sea "heredero". Aunque no se si a él le hizo mucha gracia.
-Es...- más bien ¿parecía que le costaba recordalo? o que ese recuerdo le producía dolor- ...Randras.
Per hizo un gesto de aprovación y le hizo un gesto a los hermanos, como si supiera que tenían algo importante que decir. Y tenía razón, Alad se aclaró la garganta.
-Esto, no quería sacar el tema tan pronto. Con todo el revuelo que se ha montado con el museo, contando que fue durante una "reunión" secreta y probablemente ilegal, la corte no tardará en presentarse aquí y nuestro equipo ya es lo suficientemente grande como para que nos detectaran al dar el primer paso en la ciudad. Somos como un faro encendido en mitad de una llanura por la noche. ¿Sabes algo de lo que te estoy hablando?
Randras hizo un esfuerzo y se incorporó levemente, lo que el dolor le permitía.
-Sí, por la caverna del museo pasaba mucha gente de todos los reinos, se oyen cosas, no se todos los detalles, solo que están dando caza a cierta especie... si os preguntais como es que no vinieron a por mí, cuando he sido un espectáculo de entretenimento tan sonado... tengo que decir que lo intentaron, creía que por fin se acabaría todo, aunque fuera así, pero ni ellos pudieron sacarme de allí, nadie lo permitiría. En resumen, sé como están las cosas, pero no tengo el ánimo ni las fuerzas para huir y seguir haciéndolo hasta quién sabe cuando, no puedo más.
Sus palabras eran como bloques de roca, sólidos, fríos, no titubeó ni un momento, de verdad estaba dispuesto a quedarse allí y que la corte lo cogiera.
-No podemos permitir que te quedes aquí- intervino Wade- el remedio que buscas va a ser pero que la enfermedad, no hayarás la paz que deseas, no así. Nosotros podemos defenderte, ayudarte a ser libre.
-Tiene razón- dijo Per- llevas quien sabe cuanto en una jaula, encerrado, sin esperanza ninguna, creías, crees, que eres un caso perdido, pero no es así. Todos nosotros hemos arriesgado nuestras vidas al venir aquí y al salvarte, y si, puede que siempre estemos en peligro, pero nos tenemos los unos a los otros. Hace unas semanas Ibb y yo también estábamos en nuestra propia jaula, no sabíamos que erámos, que hubiera sido de nosotros si Aland y Wade no nos hubieran salvado. Cada vez somos más y más poderosos, no podemos dejar a nadie por el camino, ni rendirnos ahora.
La tensión se notaba en el ambiente, ¿Per se había enfadado? Aunque la cara de Randras seguía igual de impasiva, no había movido ni un músculo. El silencio reinó en la sala por unos largos segundos que se me atonjaron horas.
-...-Randras hizo un pequeño ruido con la garganta- no quiere decir nada pero ¿tenéis un plan para salir de aquí?
-Más o menos- le respondió Aland- no está muy pulido, no contábamos con lo del museo...
-Pero si somos rápidos será mejor- le terminó Wade.
-¿Me estas metiendo presión? ¿Has visto mi estado? - tajó Randras. Wade hizo una mueca, parecía que sí.
-Sea como sea- intervine yo- Wade tiene razón, cada minuto cuenta, tenemos un coche, en cuanto estemos listo, te subiremos con cuidado y vendrás con nosotros. Aland y Wade te curaran si es necesario y Per y yo te cuidaremos en el viaje. No hay más opciones que barajar, no podemos dejarte atrás, no ahora que estas aquí- me miró y pareció fruncir un poco en ceño, después miró a Per, que también seguía airado- ¿Si?
Se relajó- Si no queda otra-me respondió.
Habíamos pasado la primera prueba, el primer paso en toda historia de locos, probablemente, antes o después nos las tendríamos que ver con la corte, pero cada vez somos más... no se lo pondremos fácil, nunca más.

Last DanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora