Llegamos poco antes de las 11 de la mañana, salimos pasadas las 9 y aun no habíamos almorzado, al carro de Héctor le empezó a salir humo por todas partes, intentamos empujarlo pero no funcionó, ni siquiera se escuchaba el rumbar del motor, ahora tenía lodo en las valerianas y sudor en la cara. Además, Gabrielle e Isaías llevaban todo el camino peleando y yo ya empezaba a sentir punzadas en la cabeza. Tal vez fue una mala idea venir, ahora me sentía una ridícula, Héctor no es capaz de dirigirme media palabra, para él es más importante servir de mediador entre los tórtolos y su ridículo amor de perros y gatos. Bien podría haberlo invitado yo misma a salir y hubiese terminado exactamente igual, estoy a punto de explotar y que mis sesos salgan volando por toda la floresta, quizás así pueda lograr que Héctor se fije en mí y en el short que compre para usar hoy, aunque me conformaría con que notara mi ridículo peinado y el olor de mi perfume, pero no, él solo estaba en medio expresando su incomodidad con las peleas conyugales. El que mis sesos salgan volando no deja de ser una posibilidad muy alta para llamar su atención.
— ¡Ya basta Gabrielle!. Mejor hazme una lista con los nombre de todos con los que te acostaste y así poder ir a partirles la cara.
— Ni siquiera tienes derecho a reclamar nada, todos en la escuela sabían que me engañabas con cualquier encrespada que se te cruzaba entre piernas.
— ¿Y te morías de envidia verdad?.
— ¡Ay por favor!, ¡¿de ti?!. No seas engreído.
— Al menos ellas me involucraban más esfuerzo, contigo siempre fue fácil conseguirlo todo.
— Chicos creo que deberían dejar de gritar — interrumpe Héctor por quinta vez—. Pueden hablar en otro momento, de preferencia cuando estén más relajados y si no es mucho pedir con menos groserías.
— ¡Espero y te mueras Isaías! — grita Gabrielle ignorando por completo las palabras de Héctor, sí, por quinta vez—. Le das mis saludos y condolencias a satanás en el infierno.
— No te preocupes, tú misma se las darás.
Siempre era así con ese par, su relación como sus peleas eran tan predecibles que ya sabía cómo iba a terminar, así que solo me quedaba esperar, pero era complicado con el cuello sudado y una etiqueta que me picaba la nuca. No me di cuenta de la hora, ni el momento en que dejaron de insultarse; estaba tan encantada con la pequeña brisa que acariciaba mi rostro que me desconecte de todo. Hasta que sus dedos fríos en mi hombro me sacaron del trance, no importaba si el calor era insoportable Héctor tenía la piel tan fría que asustaba, era como un congelador caminante o tal vez uno de esos chicos guapos que beben sangre, esos que parecen esculpidos con oro y hechos a mano. Eso me deja a mí como la víctima, la sumisa que es capaz de dejarlo todo y servirse de alimento, y no, no lo digo de forma literal. Pero en fin, el amor se presenta en situaciones tan poco comunes que no dudo que esta historia sea una más.
— Te traje un sándwich.
— ¿Cómo es qué?... — pregunte confundida.
— Mi tío pasaba por aquí. Llego en el momento oportuno.
— ¿Isaías y Gabrielle aún siguen peleando?.
— Son como máquinas de maldecir, apenas dejaron de tener los dientes ocupados y empezaron a gritarse de nuevo.
— Así son ellos, vete acostumbrando — no pude evitar dejar salir una pequeña risotada una vez que comprendí el comentario, en verdad tenia buen humor, no era tan raro como pensaba Gabrielle, ahora entiendo porque a Isaías le agrado tanto, no es que sea un patán igual que él, es que es por mucho gracioso—. ¿Quieres dar un paseo?.
— ¿Será una buena idea? — girando su mirar hacía Gabrielle que empezaba a propiciar leves empujones a Isaías.
— No pasará nada, te lo aseguro — mordiendo el sándwich y queriéndolo escupir al instante, tenía mucho aderezo y la sensación del pan pegado a mi paladar me ocasionaba arcadas—. ¡Vamos!, te llevare con los peces, ¡te van a encantar!. Solo serán a lo mucho diez minutos — le asegure.
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INESTABLE
Novela Juvenil- Te amo - dijo sin ningún aviso, como la explosión de una bomba. - ¿Qué?. - Te amo y no espero una respuesta semejante de tus labios. Ni siquiera espero que finjas que sientes lo mismo o que seas sincera y digas que es un sentimiento estúpido y vac...