La chica de pelo azul es una fanfic romántica. Narra la historia de Brisa quien es una estudiante de 18 años.
La vida de Brisa es casi la típica vida de una adolescente, está a la espera de un amor no correspondido. Comparte la vida cotidiana con su...
Siento un gran alivio cuando Angie se marcha por fin para que Mica y yo podamos hablar de la fiesta. Necesito más detalles para calmar mis nervios, y tenerla cerca no ayuda.
—¿Dónde es esa fiesta? ¿Se puede ir andando? —le pregunto intentando sonar lo más tranquila posible mientras coloco mis libros ordenadamente en la estantería.
—Técnicamente, es una fiesta de fraternidad, y acudirá una de las fraternidades más importantes.
—Abre la boca como un pez mientras se aplica más rímel en las pestañas —. Se celebra fuera de la residencia, así que no iremos andando, pero Kevin vendrá a recogernos.
Me alegro de que no sea Angie, aunque sé que también irá. La idea de ir en un coche con ella otra vez me resulta insoportable. ¿Por qué es tan grosera? En todo caso, debería estar agradecida de que la trajera.
—¿Me oyes? —me pregunta Mica interrumpiendo mis pensamientos.
—Perdona..., ¿qué? —No me había dado cuenta de que mi mente se había desviado hasta la chica de pelo azul.
—He dicho que vamos a prepararnos. Quiero que me ayudes a elegir qué ponerme —dice.
Los vestidos que selecciona son cada uno más atractivo que el anterior y eso me fascina. No paro de mirar a mi alrededor buscando una cámara oculta y de esperar que de repente alguien aparezca de ninguna parte y me diga que todo ha sido una broma. Hago una mueca de emoción al verlos todos y ella se ríe. Al parecer, le hace gracia que me sorprenda.
Eligeun top negro que deja ver el sujetador. Un pantalón camuflado y unas zapatillas. Se deja el pelo oscuro suelto que cae sobre sus hombros y se pinta una gruesa raya en los ojos con lápiz azul y negro. No creía que fuera posible ponerse más eyeliner del que ya luce habitualmente.
—Estas bonita — dice ella dando la vuelta.
—Gracias, Mica, tu también —digo, y enchufo la planchita.
Más tarde, una vez que mi melena está perfectamente lisa y cayendo sobre mi espalda, me hago dos rodetes, una a cada lado, para que el pelo no me caiga sobre la cara.
—¿Quieres que te preste un poco de maquillaje? —pregunta Mica, y yo me miro al espejo de nuevo.
Mis ojos siempre parecen demasiado grandes para mi cara, pero prefiero llevar cuanto menos maquillaje mejor, y normalmente sólo me aplico algo de rímel y brillo de labios.
Le mandaré una foto a Marti, ella y su nueva amiga luli ya deben estar listas también.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"me aburro" le escribo. Ella me responde con otra foto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.