A blue-haired girl|| BRIANGIE (Adaptación)

21 (Final)

Los nervios me pueden mientras avanzo por el bar. ¿Cómo es que esto me ha parecido una buena idea?

Angie me va a matar, y Mica va a pensar que me he vuelto loca.
Cuando me ve, sonríe de oreja a oreja y exclama:

—Pero ¿qué haces tú aquí?
Y me da un fuerte abrazo.

—Pues... Te estaba buscando —le digo.

—¿Va todo bien? ¿O es que me echabas de menos? — Dice sarcástica y se echa a reír.

—Te echaba de menos. — Le sigo el juego.

—Ven, siéntate con nosotros. Los demás aún no han llegado.«¿Aún?»

Me pregunto si querrá decir que Angie llegará enseguida. Las sigo a un reservado temiendo la respuesta a esa pregunta. Una pregunta que decido no hacer. En vez de eso pido unas con patatas fritas. No he comido nada en todo el día y ya son las tres pasadas.

—Me aseguraré de que no lleven kétchup —me dice la camarera con una sonrisa antes de volver a la cocina.

Me muerdo las uñas pintadas y espero a que la camarera me traiga mi
Coca-Cola.

—Anoche te perdiste la mejor fiesta del mundo —dice Barbara. Alza la jarra y se termina la cerveza.

—¿Sí? —Sonrío.

Lo más frustrante de mi relación con Angie es que nunca sé qué puedo y
qué no puedo contarle a la gente.

—Sí, fue una pasada. Fuimos a los muelles, no a la fraternidad. —Se echa
a reír—. En los muelles podemos hacer más el tonto y después no tenemos que limpiar.—Ah, ¿es que Kevin vive en los muelles? —pregunto fingiendo que no me interesa.

—¿Qué? No, los muelles son muelles de verdad, para barcos. Vive cerca
porque de día trabaja allí.

—Ah... —Mordisqueo mi pajita.

—Hacía un frío de narices y Barbara, que iba muy pedo, se tiró al agua —
dice Mica sin poder contener la risa.
Barbara le saca el dedo.

—No fue para tanto —se ríe—. Estaba tan fría que no sentí nada.

La comida llega junto con las alitas de Barbara y otra ronda de cerveza para
las tres.

—¿No te apetece una cerveza, Brisa? No te van a pedir el carnet —me
informa Bar.

—No, no. Tengo que conducir. Pero gracias.

—¿Qué tal tu? —me pregunta Mica robándome una patata frita.

—¿Qué?

—Tus cosas con Angie...  —me dice despacio.

—Estamos... Ya sabes, juntas

—¡¿Qué?! —exclaman las dos al mismo tiempo.

—Sí, hace un tiempo empecé en youtube y Angie me estuvo ayudando.
Ellas se miran raro.

—¿Qué? —inquiero perdiendo la paciencia.

—Nada. Es sólo que... Vaya..., no sé. Es que nos ha pillado por sorpresa —
dice Mica.

—¿Por? —salto.

Sé que no es justo que la pague con ella cuando con quien estoy realmente enfadada es con Angie, pero no puedo evitarlo.

Frunce el ceño y me mira como si estuviera pensando si debe hablar o no.

—No lo sé. Sólo es que no me puedo imaginar a Angie con alguien, eso es todo. No sabía que lo vuestro iba tan en serio. Ojalá me lo hubieras dicho.