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El desayuno con mi madre se me hace eterno. Ella no para de sacar a relucir mi «noche salvaje», y aprovecha la menor oportunidad para preguntarme si estoy cansada o si tengo resaca. Es cierto que lo de anoche no es propio de mí, pero no necesito que me lo recuerde constantemente.

¿Siempre ha sido así? Sé que sólo quiere lo mejor para mí, pero la cosa
parece haber empeorado ahora que estoy en la facultad; o a lo mejor el hecho de haber pasado una semana lejos de casa me ha dado una nueva perspectiva respecto a ella.

—¿Adónde vamos de compras? —pregunta mi madre.

—Podríamos ir al centro comercial que está a una manzana de aquí. Todavía no conozco muy bien la zona —le digo cortando los últimos trozos de mi tostada francesa.

—¿Has pensado ya en dónde quieres trabajar? —pregunta.

—No estoy segura. Tal vez en una librería. Ojalá encontrara algún contrato de prácticas o algo relacionado con la industria editorial o la escritura —le digo, mi madre sonríe con orgullo al oírme.

—Sí, sería fantástico que encontrases algún sitio donde pudieras trabajar
hasta que terminaras la facultad y que después te contrataran a tiempo completo —responde sonriendo de nuevo.

Intento ocultar mi sarcasmo con un «Sí, eso sería ideal».

Después de desayunar, vamos en el coche de mi madre al centro comercial Benton, que es enorme y está atestado.

—Yo voy a entrar en Nordstrom, te llamaré cuando haya terminado —me dice para mi alivio.

El resto del día transcurre mejor que la mañana, principalmente porque mi madre me lleva a un salón de belleza, donde me escalan un poco el pelo. Sigo teniéndolo largo, pero el nuevo corte le da más volumen y ahora está mucho más bonito. Me despido de ella en la puerta y prometo una vez más que me mantendré al menos a ciento cincuenta kilómetros de distancia de Angie, Mica o cualquiera del grupo

Cuando llego a mi cuarto, me siento algo decepcionada al encontrarlo vacío, aunque no estoy segura de si esperaba ver a Mica o a otra persona.
Ni siquiera me molesto en quitarme los zapatos cuando me tumbo en la
cama. Estoy demasiado agotada, y necesito descansar. Duermo durante toda la noche y no me despierto hasta el mediodía. Al hacerlo, veo que Mica está durmiendo en su cama. Salgo a comer y, cuando vuelvo, ya se ha ido.

El lunes por la mañana todavía no ha regresado, y empiezo a sentir una acuciante necesidad de saber qué ha estado haciendo durante todo el fin de semana.

A blue-haired girl|| BRIANGIE (Adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora