La apuesta

10.9K 687 19
                                    

Mi mamá no llegaría hasta muy noche, mi padre estaba encerrado en su despacho como siempre así que decidí esperar a Theo en la sala de video, ahí habían dos computadoras que seguro nos servirían. Era terrible estar ahí sola. La última noche que pase con Emma fue ahí mirando películas y llorando juntas con los finales como dos niñas tontas. Como me hacía falta a cada instante, y el vacío que me había dejado era enorme.

—Señorita Grace, el joven Smith está aquí.

—Qué pasé Gina.

Él entró, mirando alrededor como un niño pequeño en juguetería.

—Woo.

— ¿Puedo ofrecerle algo de tomar joven?

—Si amm... agua está bien

—Tenemos refrescos y jugos —dije.

—Seguro que si —dijo él—. Solo agua gracias.

Gina salió de inmediato.

—He investigado algo sobre las Feromonas, es extenso.

— ¿Puedo leerlo?

—Claro adelante.

Le entregué la laptop y se sumergió en la lectura, solo se detuvo para agradecerle a Gina el agua. Me dispuse a observarlo. Tenía esa acostumbrada chamarra de cuero negro y ahora vestía una camisa color azul marino, hacia juego con sus ojos. A parte la vista de él cuando note que había terminado de leer.

—No entiendo mucho.

—Quizá pueda explicarlo con mis palabras y puedas leerlo y lo entiendas. Al señor Derek le gusta que los trabajos se hagan de esa manera.

— ¿Te refieres a explicarlo con nuestras palabras?

Asentí.

—No hagas eso —dijo en un tono algo serio.

— ¿Hacer qué?

—Asentir, negar con la cabeza, tienes una hermosa voz úsala.

Me quede en blanco, pero después no pude evitar reír.

— ¿Dije algo gracioso?

—No, ¿Quieres que lo escriba o te lo explico?

—Mejor... escríbelo yo lo leo mientras lo haces.

Tomé la laptop, me senté a su lado y comencé a escribir. No era difícil para mí redactar un ensayo. Me parecía más fácil expresarme de esa manera, escribiendo. No tenía limitaciones simplemente quizá que debía ser un trabajo de quinientas palabras como mínimo.

— ¿Desde siempre has vivido en este lugar?

Preguntó de pronto haciendo que dejara de escribir pues me había desconcentrado.

—Si ¿Y tú?

—No.

—Humm... ¿Donde vivías antes?

—Con mis padres del otro lado de la isla —dijo muy serio—. ¿Qué hacen tus padres para ganarse la vida?

—Trabajan.

Me miró molesto y alzando una ceja como diciendo "en serio".

—Bueno... mi papá es dueño de la casa productora Hale, y mi mamá es dueña de una casa de modas ¿Los tuyos?

—No sé de mi padre y mi mamá se dedica a descansar en paz en una tumba

Puse los ojos en blanco.

La persona equivocada 1©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora