La persona equivocada 1©

Primer día de clases

Me levanté como esperando no tener que hacerlo. Ya habían pasado tres días desde el funeral y el entierro, no había salido de mi casa para nada, ni siquiera de mi habitación. Mi mamá me rogó por que no faltara a clases así que me levanté ese día por ella. Cuando estuve lista baje para poder despedirme de ella, estaba en el desayunador. También era su primer día, pero de trabajo para ella, después de tomarse unos días.

—Te ves muy linda Grace ¿Necesitarás que te llevé?

—No, creo que puedo tomar mi auto.

Ella sonrió y luego se despidió de mí.

—Que tengas un buen día Grace.

—También tu mamá.

A mi padre no lo había visto en días pero sabía que él no había dejado el trabajo. Gina me preparó un desayuno que no me comí. Tomé las llaves de mi auto y salí directo a la escuela. Sería un día largo. El colegio Royalhills, llamado así claro por qué estaba cerca del parque y del lago con el mismo nombre, era la más prestigiosa escuela de la isla. Estaba en un antiguo edificio hecho de algún tipo de piedra. Realmente a mí siempre me pareció más una cárcel que una escuela. Al llegar las miradas hacia mí no se hicieron esperar. De inmediato localice a Tess quien me saludaba desde su casillero que estaba junto al mío.

—Dios de verdad pensé que no ibas a venir.

—Yo también, pero mi mamá insistió, quiero intentar estar bien por ella.

—Eso me gusta, vamos o llegaremos tarde a Historia.

—Ni siquiera termine de leer el libro.

—Bien por primer vez no tendrás la ventaja en clase Hale.

Ella río y por consecuente yo lo hice. Fuimos al salón de inmediato. Al entrar Ed estaba ahí y nos dedicó una sonrisa a ambas.

—Tess, Gray ¿Cómo están?

—Bien —respondió Tess.

—Supongo que bien —dije sin mucho ánimo.

—Si yo igual, será un año difícil, ya inicio mal.

— ¿De qué hablas?

—Bueno, por alguna razón mis amigos no quieren hablarme, dicen que si hubiera vuelto pronto Emma no... Bueno ellos creen...

—Son unos idiotas —me quejé—. No les hagas caso sabes que no es verdad ¿Cierto?

—Si pero es un poco doloroso.

—Oh Edward no te preocupes —le dijo Tess—. Puedes estar con nosotros durante el almuerzo

—Gracias Tess.

La maestra Williams, o como le gustaba que le dijéramos. Señorita Jul, por Julie entró en ese momento.

—Vamos chicos siéntense no quiero barullo vamos... Grace.

Me gire para verla.

—Ven un momento cariño.

Me acerqué a ella, era una mujer muy elegante, algo robusta y bajita, tenía un acento extraño y siempre olía a miel.

—Siento mucho lo de Emma, y quiero que sepas que si necesitas algo lo que sea.

—Gracias señorita Jul pero estoy bien.

—Bueno —me dijo en una sonrisa—. Puedes volver a tu lugar

Ni siquiera me había dejado llegar, pensé. Mi lugar era justo junto a la ventana, frente a mí se sentó Tess y detrás de mi Edward, alejado se sus habituales compañeros. Antes de que la señorita Jul pudiera comenzar alguien toco la puerta. Clarissa quien estaba sentada hasta enfrente fue la encargada de abrir. Sus ojos parecieron iluminarse ante lo que vio.