La persona equivocada 1©

¿El fin?

-¡Basta,  por favor ya!

Él solo se reía. Se acercó de nuevo a la mesa y tomó un pequeño cuchillo y lo enterró suave y dolorosamente en mi brazo derecho, no sabía que era peor, el dolor por lo que me había inyectado o eso.

-Te dije que no había sido justo lo de Emma, además me hiciste matar a un hombre

-¡Si vas a matarme solo hazlo!

Él volvió a reírse. Quería desmayarme pero no me dejé hacerlo. Me desamarro las piernas y después los brazos y caí al suelo aun con ese dolor dentro de mí. Entonces y sin avisar sentí un terrible golpe en la espalda, él lo había hecho me golpeaba con lo que parecía un látigo.

-Vas a aprender a respetar lo que no es tuyo

El dolor era insoportable. Realmente prefería morir.

-No tienes una idea de lo hermosa que te vez así mi querida Grace...quizá pueda hacer algo más contigo

Me giro boca arriba y se puso sobre mi algareando mi muñecas sagradas por que la soga me había lastimado. Se inclinó hacia mi cuello y comenzó a besarlo, ya no podía gritar más, ni siquiera tenía fuerzas para pelear, solo sentía mis lágrimas calientes caer por mi rostro. Se apartó de nuevo de mí y tomó otra de jeringa.

-¿Necesitas más dolor?

Esta vez no me inyectó nada, con la punta de la aguja escribió en mi brazo "Estúpida", sentía sangre escurrir por mi cuerpo así como lágrimas por mi rostro.

Entonces la puerta se abrió de golpe pero no pude girarme para ver. Sin embargo una voz inconfundible habló.

-¡Aléjate de ella Alexander!

-Mi querido sobrino, ¿Te unes a la fiesta?, seguro tu estás acostumbrado ya, ¿Recuerdas a tu viejo amigo el látigo?

De nuevo el dolor se sintió en mi cuerpo regresando con más fuerza que antes, al parecer el efecto de la inyección aún no se pasaba y me hizo gritar con fuerza y dolor.

-¡¿Que le hiciste?!

-Veneno negro, mira como disfruta

-Si no quieres que te mate...

-Vamos Theo baja esa arma, no serias capaz de matarme, jamás lo harías

-No me subestimes

Escuche un disparó y a Alec quejarse, pude verlo caer al suelo pero no le había disparado más que en el pie. Sentí a Theo a mi costado y puso sus manos en mi brazo asegurándose de no tocar mis heridas

-Grace...respira vas a estar bien

Mi cuerpo seguía moviéndose a todos lados.

-Grace... ¡¿Dónde está el Antídoto Alec?!

-No te diré

-Te mataré si no lo haces

-Eso no te lo dará

-¡Dímelo!

-Estúpido en la mesa el de color azul

Pude ver a Theo ir a la bandeja y regresar con tres jeringas.

-¿Qué haces?

-Asegurándome que no mientes

Le inyectó a Alec la de color negro y después de unos segundos de dejarlo sufrir le inyectó el color azul. Él comenzó a calmarse. De inmediato Theo volvió conmigo y me inyectó haciendo desaparecer el dolor casi de inmediato.

-Eres un perfecto imbécil, ¿Crees que saldrás de aquí?

-Peter viene en camino

-No llegará a tiempo, tú y Grace morirán