Momentos KakaGai / GaiKaka

Ganador

Es más fácil de esa manera. Es simple. Kakashi se aplasta en su lugar y se convence a sí mismo de que han bebido demasiado.

Pero no lo han hecho en realidad, ninguno de los dos.

Su respiración se agita, se distrae con el propio sonido de su pecho inflándose y por unos momentos espera que alguna especie de risa vaya a salir de ambos.

No fue su idea de todos modos. Gai lo había soltado demasiado fuerte en algo que definitivamente debería considerarse como una broma, pero ciertamente no lo es. Gai se lo toma tan en serio como se toma cualquier cosa y Kakashi se ve a sí mismo temblando en su lugar como un pequeño niño asustado y demasiado cobarde.

La broma sarcástica se desvanece. Gai lo mira. Sobre sus labios aún puede ver las palabras escritas y el sonido se repite en contra de su mente una vez más.

Gai es ruidoso al respecto, Kakashi no recuerda haber escuchado una declaración como esa en ningún lado. En realidad, quizá ni siquiera es una especie de declaración como si le hubiera gritado en la cara algo demasiado cariñoso o excesivamente cursi. Algunos incluso podrían decir que Gai se ha salido demasiado de lo que podría ser romántico o normal.

Sin embargo, Kakashi no está realmente sorprendido.

Es el sentimiento bajo la lengua que le pica y lo dice. Ya lo esperaba. De alguna manera ya lo esperaba.

Aun así, Kakashi se queda en silencio y sus brazos caen a sus lados sin resistencia cuando Gai cierra la boca. Ambos en una lucha extraña de conectar las piezas.

Un escalofrío sube por su cuerpo cuando también comprende que no solo no está sorprendido, sino que tampoco es indiferente a la idea. Es una buena idea. Morbosa, extraña, se desliza delicadamente bajo su lengua en un sabor demasiado suave.

Su propia reacción, al final, tampoco es tan inesperada.

Se lo explica al hecho de que Gai pueda ser como es. Él mismo no lo sabe. No quiere seriamente preguntarse.

Entonces, Gai lo dice de nuevo, como para escucharse a sí mismo, como para no marcar una especie de vacilación o debilidad que lo hiciera lanzarse hacia atrás.

— Un nuevo reto — Murmura —. Quién es el mejor amante de los dos.

No hace falta explicar nada. Gai se detiene porque lo sabe. El silencio se apodera de su cuerpo y lo hace lucir extraño con su rostro calmado. Hay una pequeña pizca que suena demasiado cercana al miedo a su rechazo.

Es ese mismo silencio el que enciende la chispa en el cuerpo de Kakashi para poder responder.

— ¿Y cómo sabríamos quién gana? — Kakashi pregunta, su voz se hace delgada y se le dificulta respirar cuando Gai pega su frente a la esquina de su cara.

— No sé — sostiene sus manos. Hay más amor que deseo en su gesto y Kakashi se esconde bajo la sombra conveniente de su cabello.

Gai murmura cosas sin mover los labios. Ambos saben que pueden darse la vuelta y seguir, que pueden fingir que no pasó, que ninguno de los dos se sintió nunca de esa manera. Y también sabe que el silencio largo de Gai es ese preámbulo, esa oportunidad, ese paso.

Si no crees que un día que puedas sentirte de esta manera...

Kakashi cierra los ojos. Los labios de Gai están ahora contra su rostro, interrogatorios. Es cuestión de detenerlo. Es cuestión de decir que no.

Pero Kakashi se ve a sí mismo después, se ve en una misión, se ve entre los arbustos mientras se lanza en contra de los enemigos y sabe que lo único en lo que podrá pensar es en las palabras de Gai.

Entonces Kakashi conoce la respuesta. Él acepta.

Es cuando despierta entre sus brazos al siguiente día que Kakashi se pregunta nuevamente qué sucedió, cuál fue el resultado entre los dos.

Cuando Gai lo abraza, cuando lo besa en la frente y se levanta a preparar el desayuno, Kakashi siente que ganó. Está seguro de que es él quien realmente estaba ganando algo muy valioso entre los dos.

Pero incluso si perdía, estaba a su lado, así que de alguna manera seguía ganando.

Al final, era una victoria que ocupaban los dos.