RHIANONNo sé el tiempo que estoy sentada en el suelo del pasillo, intentando procesar qué hacer.
Todo, de repente, parece ir mal.
Llevo mis dedos temblorosos hacia mí cabello pálido y tiro con frustación.No sé qué hacer.
Trato de pensar en Rhys.
¿Qué hubiera hecho él en esta situación? Era un chico rebelde. Por mucho que nuestro padre lo amenazara, sé con absoluta certeza que no se dejaría amedrentar. Mi padre todavía no sabía dónde me encontraba. Tal vez por eso me había dejado estar aquí tanto tiempo. Aunque lo que yo creía de verdad, era algo distinto.
Tal vez si sabía mi posición. Pero no quería enviar a guardias en mi busca por el escándalo que eso supondría. A él le encantaría que yo cayera en vergüenza ante todo Mónaco. Pero el problema era que tanto yo, como Rhys, éramos su sangre. Y si hacíamos algo escandaloso frente a la sociedad, ese escándalo también recaería sobre los hombros del respetable rey William.
No podía permitir que la gente se enterara de lo que había hecho.
Sería un escándalo mundial.
Ya podría imaginar los titulares."La hija del Rey William y la reina Edith, Rhianon Grimaldi, se hace pasar por su difunto hermano, el antiguo heredero al trono de Mónaco, para vivir alocadamente en una academia prestigiosa."
Definitivamente eso pondría todos los focos en mis padres. Y tanto como mi padre disfrutaba con la atención de los fanáticos, era un escándalo sucio. Algo que podría manchar nuestra reputación. En un mundo donde todo lo que importaba era la ética y los protocolos, eso sería un desastre.
Los consejeros de mi padre lo tendrían realmente difícil para arreglarlo.
Cuando Rhys murió, las cámaras estuvieron en nuestras caras durante meses. Tan terrible como eso pudiera sonar, mi padre había sido beneficiado por la lástima que los fanáticos le prodigaron. La muerte de mi hermano era un buen escándalo. Lo que yo había hecho viniendo aquí, definitivamente no lo era.
Más aún sabiendo el peso que ahora recaía sobre mis hombros. Rhys ya no podía ocupar su lugar en el trono. Mis padres no tenían hermanos, o alguien que siguiera la descendencia. No que yo supiera, así que la línea acababa conmigo.
Ahora yo soy la heredera.
Esas palabras todavía consiguen hacerme temblar.
Apoyando mi cabeza contra la pared, intento tomar lentas respiraciones para controlar el caos dentro de mí. Debo parecer realmente estúpida aquí sentada, en mitad de un pasillo solitario.
Ya se está haciendo tarde, realmente tarde. Debería ir a mi habitación, antes de que algún profesor me encuentre aquí tirada y piense que estoy durmiendo en el pasillo del área de ciencias.
¿El problema?
No quiero entrar en mi habitación. Mucho menos encontrarme con Sherpey o con Drakovich. Froto mi mejilla y trato de no pensar en lo que vi.
Me siento un poco estúpida, ahora mismo.Sé que tenemos sentimientos. Era algo que tanto él como yo teníamos claro. Pero estúpidamente asumí que esos sentimientos nos hacían ser "algo". Fui muy tonta al pensar que él guardaría celibato solo por sentir algo por mi. No podíamos ser novios. No ahora, ni nunca.
Amistad, eso es lo que se supone que tenemos. No se supone que tenga que sentirme como si me hubiera traicionado.
Cubro mi rostro con mis manos, sintiéndome horriblemente mal.
Ya habían rumores de que tenía una novia fuera de la academia. Si alguien me veía aquí con la cabeza caída, asumiría que mi momento desastroso era debido a que mi supuesta novia y yo habíamos terminado.