RHIANON-Sigo pensando que sería mejor matarlos. Si el jefe piensa que estos dos nos meterán en un gran problema ¿Por qué dejarlos aquí?
El segundo hombre estira su labio, mirándonos fijamente con desprecio.
-No podemos matarles, pero...
Tal vez podríamos divertirnos un poco con la chica.-Después de decir eso, camina hacia mi con una sonrisa escalofriante.El pánico comienza a lamer mi estómago, pero Drakovich me bloquea, posicionándose frente a mí. Avanza hacia él y golpea fuerte su rostro. El hombre cae y Drako aprovecha para subirse encima de él y seguir golpeándolo a diestro y siniestro con una mirada letal.
-Esa chica, es mi Blizkiy. ¿Sabes que pasa cuando alguien hace daño a la blizkiy de un Pietre?
El otro hombre reacciona en seguida y corre hacia él, tratando de aplacarlo. Veo que desnuda el cuchillo, apuntando directamente hacia la espalda desprotegida de Drako.
Mi corazón se agita y corro rápidamente hacia el, subiendo mi cuerpo sobre su espalda para impedir que cumpla sus intenciones. El hombre empieza a girar, y yo trato de impedir que la hoja afilada toque mi piel.
Ante el sonido de griterío, los otros dos hombres que se encontraban hablando detrás de la camioneta, corren hacia nosotros para socorrer a sus amigos.
Uno de ellos me quita de la espalda de su compañero y me tira al suelo. Drako es apartado por el otro hombre, pero enseguida también lo emprende con él. Me doy cuenta de que el hombre al que estaba golpeando no se mueve.
Los dos restantes tratan de hacer que caiga al suelo. El tercero se asegura de que yo no me involucre más. Drakovich escupe sangre en la arena, y mi corazón se agita con preocupación.
El hombre que me sujeta mira el cuerpo quieto de su compañero.
-Chicos, ha matado a Barret.-Su voz está llena de ira.
Los otros dos lo ignoran, tratando de calmar a Drakovich. Parece completamente fuera de control.
-Calmate, maldito bastardo.-Uno de ellos gruñe.
-Ella es mi Blizkiy. Si la tocáis caerá el infierno sobre vosotros. ¡El infierno!
El hombre detrás mía se ríe.
-¿Blizkiy? ¿Qué demonios es eso?
Agarra mi camisa y la estira, rasgando una parte de mi costado.
-Mira eso, Pietre. ¿Cómo crées que será si le quitamos toda esta ropa? ¿A tu blizkiy?
Drakovich enloquece.
De repente, consigue ponerse sobre sus rodillas, los otros dos hombres encima de él pierden el equilibrio y tratan de empujarlo al suelo con más fuerza.
Un chip pequeño se cae del cuerpo de Drako, y el hombre a mi lado parece darse cuenta. Me empuja hacia el suelo con una mirada amenazadora. Agarra unas sogas y vuelve a atarme con ellas.
Me apunta con el dedo.
-Quédate quieta, puta.
Escupo en su rostro.
El mueve su mandíbula, y limpia su rostro con sus dedos. Segundos después, veo estrellas.
Mi mejilla duele y caigo al suelo de costado.Drakovich grita lleno de furia, pero los dos hombres están echando todo su peso encima de él, una pelea llena de injusticia.
El hombre camina hacia el diminuto chip y lo toma entre sus dedos, acercándolo a sus ojos, y haciendo una mueca de concentración.