2 - La repostería

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Narra Hai.

Era de mañana y el sol me dio en la cara, desperté apresurado y vi la hora, se me hacía muy tarde para la hora en la que debería estar en el gimnasio, ahora no podía faltar. Me cambié muy rápido, no podía ni desayunar, me fui a entrenar. Al acabar, todo ese cansancio y pensar que estaba mucho peor por no haber ni comido, decidí comprarme un buen desayuno, en una tienda muy cercana y famosa por las recetas, pedí 2 emparedados y como el agua no me llenaría, una soda grande.

Los disfruté inmensamente y en cada bocado pensaba en pedir otro, pero en ese instante estaba muy lleno; así que tomé rumbo a mi hogar y desprevenido por revisar la hora, choqué con una mujer. La había visto algunas veces y era una joven que vivía en el edificio de enfrente y que ya reconocía.

- ¡Lo lamento mucho, perdón por el golpe! – Dijo Hai apenado.

- No te preocupes, estaba distraída, tampoco te vi – Le contestó ella.

Hablamos un poco y me dijo su nombre, se llamaba Celine, al parecer iba en dirección a una repostería, entonces para seguir con la charla, me invitó a ir, llegamos y nos sentamos a comer algún postre, me recomendó los panqués con chispas.

- ¿Y solo vienes aquí a comer algo? – Preguntó el chico.

- No, nada de eso, resulta que trabajo cuidando niños, sus padres van y me los dejan en mi apartamento. Para mantenerlos tranquilos, vengo a comprarles postres, sé que no es lo mejor pero así se mantienen quietos – Contesto Celine.

- ¿Entonces viniste por comida para los niños y a veces pasas a comprar algo para ti?

- Efectivamente, no es la mejor comida, pero sin duda quien prepara los postres aquí hace que te enamores de ellos.

Mientras seguía contando, yo solo comía los panqués, no ponía atención en cuantos llevaba ya. Después de hablar mucho, terminamos y llegó la cuenta, al parecer comí 7 de esos deliciosos panes untados con mantequilla. Me sorprendí porque ni enterado estaba, pero como Celine decía, valían totalmente la pena. Llegamos hasta donde se ven de frente los dos edificios.

- Me caíste muy bien Hai, me alegro por haberte conocido y así tengo otro amigo más, así que no dudes en decirme si te pasa algo o necesitas una cosa, hasta puedes venir por comida, luego se desperdicia mucha y sería mejor que a alguien le sirva – Lo invitó Celine antes de despedirse y cambiar de dirección.

Llegué a mi cuarto y ya estaba pensando en la comida, vi por un momento mi estómago de nuevo hinchado por lo que elegí mejor preparar algo más saludable. Cocinaría pollo con pasta y ensalada, toda esa gran porción me tendría que servir al menos para ese y el día siguiente.

La comida estaba servida por lo que comencé, en ese rato videollamé a Ethan para preguntarle de su día; otra vez sin darme cuenta llevaba 3 porciones, pero no me sentía satisfecho, al parecer el pollo asado ni la verdura me saciaban. Así seguí por un buen rato, cuando volví a la cocina, los recipientes estaban vacíos, terminé con mi comida del día siguiente en una noche.

Afortunadamente la ropa deportiva era más cómoda y ni siquiera me cambié, muy pronto me había dormido.


Estoy muy feliz por lo que ha crecido el apoyo, puede que todavía sea poco, pero suficiente para que me anime a seguir con la historia, en unos días una nueva parte, y espero que esta les guste :).

Más gordo será mejorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora