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Narrador:

Habían pasado un par de semanas desde ese encuentro, donde descubrió que podía verlo y sentirlo, tan real como el Médico.

El ángel habia estado llendo cada noche a verlo e intentar conocerle, pero cada vez que una pregunta le era respondida surgía otra,la curiosidad e inocencia era sin duda el dominio de este.

Esta noche había quedado libre de deberés,con prisa emprendió vuelo a la casa del Médico sin importar la lluvia que le picaba con agresividad....

-Bienvenido -
El peliflama se hizo a un lado para que el más alto pasara a un lado.
-Gracias -
Se inclino un poco y luego paso empujando la puerta detrás de el, como cada noche se detuvo para asegurarse de que solo estuvieran ellos dos, solos.
-Estas goteando el suelo, quedate aquí, arruinaras mis muebles-Se quejó Vegeta alejándose a su habitación, El otro se limito a quedarse quieto en su lugar.

El pelipalmera agradeció las toallas que lo envolvieron y encogio sus alas cuando dejaron de gotear,todo eso mientras Vegeta extendía una tela sobre el sillón, después la palmeo indicándole que tomará ese lugar.

-¿Moriré hoy? - Pregunto el médico acomodándose a su lado, Goku solto una risa suave y acarició su cabeza lentamente haciendo que el otro hombre diera un brinco de sorpresa. Cada noche que fue visitado hacía la misma pregunta, no podía no temer por su vida cada vez que ese ángel recogedor de almas cruzaba su puerta y le miraba con una pequeña sonrisa, si, su sonrisa era bonita y también su cuerpo que apenas se dejaba ver debajo de las telas blancas ceñidas a su cintura.

-Tengo hambre, hoy fue un día muy ocupado para mi, asi que puedes esperarme aquí hasta que regrese -Dijo Vegeta mientras apartaba la mano del ángel para ponerse de pie, este sujeto su mano de teniéndolo.

-¿Vine a verte y me dejaras solo? -El ángel hizo un puchero adorable, Vegeta trago duro viendo la escena,comenzaba a inquietarle los toques suaves del Angel.

-Estúpido,¿Cómo se supone que te lleve conmigo con esas alas y esa ropa? -
Pregunto palmeando el pecho de Goku, dejo sus manos un poco más al ver que el más alto no le incómodo.
-Puedo esconderlas Vegeta, ¿Podrías prestarme un poco de ropa? -

Vegeta suspiro para nada convencido aunque... Quería ver a Goku con ropa de un humano común, quizás podría lucir mas que etéreo como siempre, hasta sexy. Después el peliflama pidió perdón al cielo por su pensamiento...

**

¿Porque tu ropa es tan incomoda? —
Goku gruño una vez más durante la velada, ¿Porque la ropa del humano era tan apretada?.

—Ya callate maldita sea — Rodó los ojos mientras tiraba del más alto hacia una banca, este cedió apegándose a el.

—¿Hace frío Vegeta?... Tus mejillas—
El pelipalmera apretó los labios con preocupación después de hablar y rozo suavemente la piel ruborizada del médico.Al menos Goku no tenía la capacidad de sufrir cambios climáticos que pudieran interferir en sus actividades para nada mortales.
Vegeta trago duro ante el tacto, manos suaves y atentas acariciando su piel caliente,hubo un pequeño espasmo que hizo temblar sus piernas y cerro lo ojos como si eso pudiera ocultar la vergüenza que envolvía sus pensamientos.

—Hace frío — Respondió en un susurro apenas audible, Goku asintió y rodeo su cintura apegandolo a el, costado con costado mientras también unía sus mejillas. El ángel pensaba que así podría darle un poco de calor, un abrazo, un agradecimiento sincero por la ropa y la convivencia que poco a poco lo hacía acceder más al deseo de verlo.

—Estas frío, ¿no trajiste tu abrigo?Puedes enfermarte y tu deberías saber eso —Goku Hizo una mueca talladose levemente contra el—No quiero recogerte por una simple gripe que puedes evitar —

Vegeta se dejo hacer, quizás el shock del contacto lo mantuvo así de dócil ante el Ángel, de todos modos, no era desagradable.

—Tus labios también están secos— el Angel se separo un poco tomando su rostro entre sus manos , estaba preocupado preguntadose si debían regresar a casa,parecía que incluso podía nevar y ninguno llevaba un abrigo,la piel del otro parecía un poco pálida debajo de la tonalidad rosada en algunas partes.

Lindo.

Goku sintió su estómago revolotear conmovido por la escena, no había peligro en realidad aparte de la presión en su pecho, empujandolo mas a caer en la inocente sensación de posesión de los labios agrietados.

Al final solo tuvo que ver sus ojos negros y brillantes un par de segundos para ceder.
Un beso que empezó como un roce de labios, más poesía que movimientos sin necesidad de palabras, un remolino de sentimientos que se asentaron cálidos en su pecho.

Sostuvo firme la cara del médico que torpemente correspondió y unos segundos después jadeo buscando aire, con los ojos entreabiertos buscando una respuesta en los ojos de Goku.

—Más —


Mil años después XD.

Un ángel enamorado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora