Sin respeto no hay amor

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Cuando Mark notó que Erick agarró la la mano de Yudith, apartándola de él, se sintió furioso, por lo que empujó a Erick, y éste cayó al piso.

— ¡Eres un imbécil! -dijo Erick, dirigiendose a Mark con enojo-

— ¿Ahora te pondrás a llorar como niñita? Eso es para que sepas que no debes acercarte a Yudith de nuevo.

¡Mark por dios ¿Qué haces, estás loco?! -dándole la mano a Erick, ayudándolo a levantarse-.

— Ahora si ya me hartaste maldito idiota. -dijo Erick agarrando a Mark del cuello-

Espera Erick, suéltalo. Yo me encargaré de él ahora. -dijo Yudith con frialdad-

En ese momento Erick, aún enojado, soltó a Mark.

Gracias Yudith, sabía que me querías. -dijo Mark sin honestidad-

Al instante, Yudith ya no soportó las palabras falsas de Mark, y lo golpeó muy fuerte en la cara.
Mark cayó al piso, del puñetazo, agarrándose la cara todo adolorido, y se quedó en el suelo, mientras Erick miraba sorprendido.

— Esto es lo que ganas por querer controlarme, y por molestar a alguien que quiero. No te confundas niño idiota, yo no soy otro de tus juguetes que puedes controlar, o que puedes descartar cuando se te antoje. -dijo Yudith decidida-

Realmente nosé quién es el Mark que veo ahora, pero puedo afirmar que éste no es el chico que me atraía, y espero que siempre que te acuerdes de mí, tengas ésta frase presente;

"No juegues conmigo, porque te aseguro que yo sé jugar mejor, así que ten cuidado porque te puedo sorprender"

Cuando Yudith terminó de hablar, dejó a Mark atónito en el piso, y agarró la mano de Erick, yéndose de la biblioteca juntos.
Al salir Yudith se quedó callada por unos minutos, y llevó a Erick a un parque.

¿Viste eso Erick? ¡Lo hice! Oh rayos si que me lucí ahí dentro -dijo Yudith riendo-.

Hasta que hablas niña tonta, pensé que ibas a llorar -riendo-.

¿Cómo crees? Yo no lloraría por un idiota como ese, y como siempre, el destino parece juntarnos una y otra vez para que me salves, aunque parece que hoy yo me llevo todo el crédito -Yudith contestó con una sonrisa-.

— Lo que pasa es que me robaste el protagonismo, eso no se vale. -dijo Erick riendo-
Ahora estoy más que satisfecho, ese imbécil recibió su merecido, aunque no te voy a negar, que me hubiese gustado darle una paliza con mis propias manos.

— Si, aunque todavía no puedo creer que le haya dado la oportunidad de ser más que amigos. Creí que realmente empezaba a conocerlo, y míranos ahora, riéndonos del puñetazo que le dí a ese idiota. -dijo Yudith cabizbaja, con ojos llorosos-
¿Qué cosas no?

— Yudith no te preocupes, mírame, puedes soltar todos tus sentimientos cuando estés conmigo, no ocultes nada, si tienes que llorar llora, pero nunca guardes esos sentimientos que te hacen ser un ser humano con alma.
Llora todo lo que quieras, pero asegúrate de que cuando acabes, nunca volverás a llorar por la misma razón.

Sin más preámbulo, Erick abrazó a Yudith, ella sin contenerse lloró sin parar por varios minutos, y se encontraba desconsolada.
Para Yudith era muy difícil no tomarle cariño a Mark, ya que con él compartió los mismos intereses, y compartió su más triste y difícil pasado.
En ese instante Yudith recordó las palabras que su madre tanto le decía con tanto amor;

"Aunque la persona más cercana te lastime, las cosas no se olvidan de un momento a otro, siempre queda algo de la otra persona en ti, aunque no quieras aceptarlo"

La vida de Yudith Donde viven las historias. Descúbrelo ahora