Noticias

53 7 3
                                    

Después de esa noche inolvidable, todo rondaba bien en la vida de Yudith.
Ella continuó saliendo con sus nuevas amigas de vez en cuando, y tenían las mejores reuniones de amistad, y por supuesto también tuvo más citas con Erick.

Algunos meses después, llegaron las vacaciones de invierno, por lo que Yudith no iría a la universidad, ni tampoco al trabajo, así que pensó que sería una buena idea hablar con Erick para organizar una cena con la familia de Yudith, después de todo, un casamiento era una gran noticia.

Una mañana Yudith aprovechó el tiempo libre y llamó a Erick por teléfono para informarle de su idea.

Conversación telefónica:

— ¡Hola mí Dorito!

— Hola querida, ¿Estás bien? No es propio de ti que te despiertes tan temprano -Erick rió-.

— Tienes razón, pero hoy es un día especial, así que quería despertarme temprano para contarte algo. -dijo Yudith emocionada-

— ¿Qué es eso tan importante que despertó a mí niñita?

— Hoy mí madre va a preparar una cena, y como me dijo que fuera a su casa, estaba pensando en que hoy podríamos ir juntos para contarle a mí familia sobre nuestro matrimonio. ¿Que te parece la idea? -preguntó Yudith-.

— ¿Es encerio?

— Si, ¿Por qué te mentiría Dorito?

— ¡Me encanta la idea! De hecho pensaba decirte lo mismo hace unos días. Al fin conoceré a tus padres, aunque no puedo negar que eso me pone un poco nervioso. -Erick rió-

— ¡Que bueno! Tú no te preocupes, de seguro le caerás muy bien a mis padres, además yo soy feliz contigo, y mis padres no harían nada para sacarme esa felicidad.

— Eso espero. ¿Tienes algún horario para la cena? -preguntó Erick-.

— Si, la cena será a las 10 pm, así que ven a mí departamento veinte minutos antes para irnos juntos. ¿Te parece?

— Perfecto, no te vayas sin mí -dijo Erick riendo-.

— ¿Cómo crees? Después de todo eres mí prometido -Yudith rió-.

— Me encanta cuando me dices así, ¿Puedes repetirlo?

— Ja, ya quisieras mí cielo, tendrás que esperar que diga eso en la cena.

— ¿Ya te dije que eres muy mala? -preguntó Erick haciéndose el enojado-.

— Si, y muchas veces, tu acto de niño enojado ya no funciona conmigo -Yudith rió-.

— Lo lamento Yudith, me están llamando, y debo seguir trabajando,  así que te veo en la noche. Adiós.

Erick colgó la llamada y aunque  Yudith no entendía porque él le habló de manera tan fría decidió no volver a llamarlo, y esperarlo hasta la noche.
Mientras tanto ella llamó a su madre para contarle un poco sobre Erick.

Conversación telefónica:

— ¡Hasta que me llamas hija!

— Siempre exagerando mamá, acaso ¿No me dirás "hola"?

— Hola hijita querida, ¿Hoy vas a venir a cenar con tus adorados padres?

— Obvio mamá, sabes que nunca falto a las cenas familiares, además llevaré a alguien especial conmigo. -dijo Yudith emocionada-

— ¿Alguien? ¿Quién? ¿Acaso es tu pareja? -preguntó la madre-.

— Si, espero que no les moleste que lo lleve.

— Tú tranquila hija, sabes que siempre hay un lugar en la mesa, además quiero conocerlo.

— Que bueno mamá, entonces estaremos en casa a las 10 pm.

— Claro hija, esperemos que le caiga bien a tu padre -la madre rió-.

— Bueno mamá, te veo a la noche, me voy a tomar una siesta.

— Tú siempre durmiendo, no entiendo como siempre tienes sueño, seguro lo sacaste de tu padre.

— Me merezco un descanso mamá, además estamos en vacaciones de invierno -dijo Yudith reprochando-.

— Bueno, bueno, no diré nada, vete a dormir tranquila, nos vemos después

— ¡Adiós!

Luego de terminar la llamada Yudith se tomó una pequeña siesta, y se despertó a las 6 pm, así que se preparó un café, agarró uno de sus libros favoritos, y se sentó en el sofá a leer un buen rato, mientras tomaba su café. Así estuvo por algunas horas, hasta que ya eran las 9 pm, por lo que dejó su libro en el sofá, y fue a alistarse para esperar a Erick, pero por alguna extraña razón, en todo el día él no la contactó.

Yudith se mantuvo esperando a Erick, pero el no llegaba, así que decidió llamarlo, pero él no contestaba.
Yudith no sabía que hacer, ni tampoco que pensar, y de los nervios encendió la televisión, cambió los canales para ver las noticias, sin embargo mientras cambiaba los canales escuchó el nombre de la empresa de la familia de Erick, así que dejó el control remoto y escuchó las noticias que pasaban por la televisión.

Noticias:

— Hoy en la tarde se ha celebrado la unión de las dos grandes empresas de Francia. Una es la empresa Shinwa y la otra es la empresa Magic Mirror.
Al principio esta unión estaba en duda, pero ahora se pudieron firmar los contratos. -dijo el presentador-

— Al parecer esto será un gran impulso para los conglomerados de Francia. ¿No es así compañero? -preguntó la periodista-

— Efectivamente, pero no sólo es una unión de empresas ordinarias, sino que además de la unión de dichas empresas, también se unirán en matrimonio los dos herederos de ambas empresas, el joven Erick Allard, y la jovencita Keily Baudin.

— ¿Eso quiere decir que ya tienen fecha de matrimonio? -preguntó la periodista-.

— Claro, se celebrará el 10 de Agosto de este año, así que sólo quedan semanas para el matrimonio.

— Ahora pasaremos a las siguientes noticias queridos televidentes..

Yudith se quedó pasmada ante tal noticia horrible, y no pudo evitar llorar de la rabia, pero trató de tranquilizarse pensando que tal vez el noticiero de había equivocado, y repentinamente su celular comenzó a sonar, era Erick.
Yudith contuvo sus lágrimas, y contestó el teléfono casi temblando.

Conversación telefónica:

— ¿Es mentira lo que dicen los noticieros, cierto? -preguntó Yudith preocupada-.

— ¿Así que viste las noticias?

— ¡Maldición! ¡Responde lo que te pregunté Erick!

— Tenemos que hablar Yudith, así que te esperaré en la plaza vacía, cerca de la torre Eiffel. -dijo Erick con frialdad-

Al instante Erick colgó la llamada, y Yudith comenzó a llorar de rabia, puesto que no sabía que pensar al respecto, pero no tuvo otra opción y decidió ir a la plaza que Erick había dicho para poder hablar con él, pero antes llamó a su madre para que no la esperase.

Conversación telefónica:

— ¡Hola hija! ¿Pasó algo? Los estamos esperando con la cena lista.

— Lo siento mamá, temo que hoy la cena no podrá ser ¿Te parece si la dejamos para otro día? -dijo Yudith angustiada y aguantando las lágrimas-.

— No te preocupes hija, ¿Sabes que puedes contar conmigo para todo, cierto? -dijo la madre notando el estado de Yudith-.

— Lo sé mamá, gracias, pero ahora debo hacer algo. Más tarde te regresaré la llamada.

— Está bien hija, te quiero.

— Yo también mamá.

Luego de decir eso, Yudith colgó la llamada, se puso una campera, tomó las llaves del auto, y salió del departamento llorando, dirigiendose a la plaza en el auto.

La vida de Yudith Donde viven las historias. Descúbrelo ahora