Ships Gays y Raros con Tom Holland

Perdiste (Tom x Jake) - Ryan

Perdió. Al menos así lo sentía Ryan, quien veía desde su celular una foto que lograron sacar unas fans de Jake, tomando por las mejillas a Tom, con intensiones de besarlo. La foto era demasiado clara y comprometedora como para dar una explicación no gay.

Llevaba un par de años tratando de convencer al menor de tener algo a pesar de la edad, pero eso no era un problema para Holland, el problema era que Reynolds. tenía esposa e hijas, y él no arruinaría una familia por un momento de calentura. No podría nacer una relación entre ellos ni nada. Ni siquiera podían considerarse amigos porque no lo eran, solo son conocidos por el mundo de la fama.

Jake era libre, él no tenía una esposa, tampoco hijos, podía hacer lo que quisiese sin sentir culpa de estar engañando a alguien. Algo que Ryan, no.

Sentía envidia por Gyllenhaal, porque logró algo que él en varios intentos, algunos casi ganados, no pudo, tener al joven Tom Holland.

El menor no parecía tener intereses románticos, se encontraba más ocupado con el baile y la actuación, era algo que amaba del joven. Por aquello supo que Jake tiene en sus manos el corazón de Tom.

Y justo en este momento se encontraba escribiéndole sl mayor un mensaje de advertencia con respecto a herir al menor, a pesar de que su amigos no era de esos tipos que juegan con las personas y cuando se aburren las tiran, no perdería la oportunidad que amenazarlo.

Una vez que envió el mensaje, apagó el celular para no recibir la respuesta del contrario. Lo dejó en la mesa y cubrió su cara con sus manos para tratar de quitar ese enojo que sentía, esa frustración.

Había perdido una guerra que sabía que jamás podría ganar, pero igual se sentía mal con si mismo, pero feliz por Tom, porque al menos tiene alguien que no debe esconderlo de su esposa e hijas, ni temer a que el público los vean. Ellos pueden ser libres, quitando las críticas de la gente idiota que no les gusta ver bien a los demás y solo se ocupan de ver los defectos de todos.

— Mamá dijo que la cena está lista, ¿Vamos? — preguntó su hija mayor, viéndolo desde la puerta.

Quitó rápidamente sus manos de su cara para verla mejor. Le regaló una sonrisa y se levantó de la cama, dirigiéndose hacia donde ella estaba.

— Si, vamos.

La tomó de la mano y ambos bajaron, sin saber que Tom había leído la amenaza de Reynolds cuando agarró el celular de su pareja para enviar un mensaje, sonrió con ternura mientras negaba enternecido, ese hombre jamás cambiaría.