Ya lo sé todo

Lincoln llega a casa

Primero que nada, lamento haber retrasado una semana esta actualización, pero todo fue a raíz de unos problemillas que tuve, surgidos como a muchos tras una muy pesada semana laboral que concluyó con el cierre temporal de mi trabajo, por lo que si bien las actualizaciones seguirán siendo semanales, al menos podré escribir con anticipación del resto de mis historias para no quedarles mal y traerles algo cada semana.

Y bien, aquí estamos, en la conclusión no de toooda la saga, pero si al menos de este episodio que cuando lo comencé pensé que sería algo sencillo, una historia corta y derivada a raíz de Tres días de Caos y que terminó escalando a presentar ciertos detalles de la misma junto con la más reciente de Todo quedó en familia.

Quedo agradecido con todos los lectores, ya sea usuarios o no usuarios de esta plataforma que le dieron una oportunidad al proyecto y con quienes conseguí mi objetivo principal que no fue otro sino hacerles reír, quizás desesperarlos un poco por Lily, pero al final tratar de hacerles pasar un buen rato con las peripecias de la más joven de los Loud en una historia, en la que extrañamente el eterno protagonista que casi siempre es Lincoln permaneció ausente... hasta ahora. Gracias por disfrutar de la historia tanto como yo lo hice leyendo sus comentarios que siempre son muy bien recibidos.

Por favor cuídense mucho y no dejen de seguir los procedimientos para resguardar su salud ante este mal que persiste día con día. Espero que todos ustedes se encuentren bien, así como su familia y seres queridos.

Sin nada más que decir, disfruten de la conclusión de esta pequeña historia.

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Capítulo 14

Lincoln llega a casa

Tocaron a la puerta y Luna fue a abrir. En la entrada se quedó sorprendida por la persona que llegó. Se trataba de un chico de dieciséis años un par de centímetros más alto que ella, con algunas pecas en el rostro y unos incisivos prominentes que sólo se notaban cuando abría la boca para hablar. Tenía una tupida cabellera despeinada blanca que llevaba agarrada con una bandana azul donde tenía grabado el rostro de un búfalo; el accesorio era un intento que el chico usaba desde hace unas semanas para darse un aire rebelde, pero que a Luna le causó gracia, aunque más pudo su emoción de volver a ver a Lincoln que la risa por este detalle.

—¡Me alegra verte de nuevo, hermano!

—¡Luna! Lo mismo digo —ambos se dieron un estrecho abrazo que se hubiese prolongado más, de no ser por el mareo que el chico sintió al oler en su cabello castaño una mezcla de perfume y tabaco—. ¿Llegaste hace mucho?

—Hace unas horas.

Atraída por la conversación, Lori hizo acto de presencia cargando a Loan seguida de Bobby.

—¡Lincoln, estás en casa!

—¡Hola Lori! Me alegra verte de nuevo.

La chica se acercó más y así ambos hermanos pudieron saludarse con un beso en las mejillas. Bobby alzó una ceja por el gesto, a la vez que se forzaba a sí mismo a calmarse y recordar lo que se había prometido momentos atrás. El chico abrió los ojos con ilusión al ver a la bebé de su hermana, tanto que sin pedir permiso la tomó entre sus brazos y la cargó feliz de hacerlo.