alive ▭ connor [ rk800 ]

tres. la comisaría

El jardín del Eden era el hogar del subconsciente de Joi, Amanda.

La mujer en cuestión se encontraba regando unas rosas tan rojas como la sangre.

— Buenos días, Amanda.— Saludó Joi.

— Joi...— Amanda se giró hacia ella dejando la regadera en el proceso.— Es bueno verte... Felicidades por encontrar al divergente. Y tú interrogatorio fue muy eficiente.— Amanda se acercó una rosa a la nariz para olerla.

Joi sonrió orgullosa y asintió en agradecimiento.

— Muchas gracias, Amanda.

— Le hemos pedido al DPD que nos transfieran los datos para poder estudiarlo, así podremos saber qué pasó.— Sin dejar de mirar las rosas, Amanda preguntó:— Dime Joi, ¿qué piensas del divergente?

— Mostró signos de TEPT después de haber sido abusado por su dueño. Como si sus instrucciones hubieran sido reemplazadas por unas nuevas.

— Oficialmente el Teniente Anderson y su hijo han sido asignados a los casos de los divergentes. ¿Qué piensas de ellos?— Cuestionó Amanda.

— El Teniente se irrita con facilidad, el Detective parece mucho más tranquilo. Ambos son buenos en su trabajo y estoy segura de que no tendré problemas con ellos.

Horas después del interrogatorio, casi al mediodía, Joi volvió al DPD con la intención de avanzar en el caso con sus dos nuevos compañeros. Pero se llevó una gran sorpresa al ver que ningún Anderson se encontraba allí.

— Disculpe.— Chris se giró hacia ella.— ¿Sabe cuándo llegarán el Teniente y el Detective Anderson?

Chris resopló con cansancio y negó.

— Depende de dónde estuvieran anoche.— Se limitó a contestar antes de volver la vista a su ordenador.

Joi decidió curiosear la comisaría, empezó por la cafetería, donde tuvo un encontronazo con Gavin Reed.

Todo eso terminó con Joi de rodillas en el suelo sujetandose el estómago mientras ejecutaba un análisis interno en busca de fallos en sus componentes. No había nada.

— Joi, ¿qué te ha pasado?— La androide alzó la mirada, Connor se encontraba arrodillado a su lado con cara de preocupación.

— El Detective Reed.— Se limitó a contestar poniéndose de pie como si nada hubiera pasado.— ¿Y el Teniente?

— Llegará en un rato, acompañame.— Connor la tomó por uno de los hombros y la guió hasta su escritorio.

Él se sentó en su silla de brazos cruzados mientras la miraba, a su vez Joi se había puesto a curiosear el escritorio de Hank.

— Será mejor que te des prisa, mi padre no se pondrá muy contento si te ve husmear en sus cosas.

— No se preocupe, Detective. Sólo recolecto información para hacer más fácil mi trabajo.— Joi se sentó en una silla cercana mientras miraba fijamente el escritorio de Connor.