𝐀𝐋𝐈𝐕𝐄 ▭ ❛ puede que ella sea una máquina, pero esta viva ❜
el departamento de policía de detroit se había llenado de casos sobre androides atacando a humanos. el capitán fowler decide asignar a dos de sus mejores policías a dichos casos, el ten...
Llegar a Jericho no fue tan difícil como Joi creía que iba a ser, antes de marcharse de la estación había pasado por el vestuario de mujeres para cambiarse, proque desde luego no podía ir con su uniforme de Cyberlife.
Jericho era un gran carguero abandonado en el puerto de Detroit, estaba lleno de androides, armas y pantallas que retrasnmitian las noticias.
Joi se paseó entre los divergentes observando todo a su alrededor, debía actuar como una de ellos si no quería que la llenasen de balas.
Desde la bodega, Joi encontró caras conocidas, las Tracies del Club Eden y también a la androide de la autopista, Kara, dentro de una de las enfermerías improvisadas se encontraba Rupert, aquel divergente que casi mata a Connor tirándolo por la azotea.
Estaba nerviosa, no iba a negarlo, pero debía pasar desapercibida y rezar para que nadie la reconociese.
Se acercó a unas escaleras y cuando intentó subir, una mano en su hombro la detuvo. Joi se heló por un segundo y entonces se giró dispuesta a enfrentar su muerte, pero en lugar de eso se encontró a una androide bastante descuidada, los cables de su cabeza estaban a la vista, y realmente Joi pensó que era un milagro que la divergente siguiese con vida.
Joi la reconoció como una de las androides desaparecidas, estaba segura de haberla visto cuando comenzó a trabajar con Hank y Connor.
-Estás perdida... Buscas algo, a ti misma.
-¿Qué quieres decir?
La androide se alejó de Joi, ella la miró unos momentos antes de sacudir su cabeza y comenzar a subir las escaleras.
Divisó a Markus a lo lejos, se dirigía a una de las salidas con tres androides a su espalda. Joi miró a su alrededor antes de esperar unos minutos y seguirlos.
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La pelirroja salió de la sala y fue entonces cuando Joi sacó su pistola y entró a la sala donde Markus estaba. El sonido del seguro siendo quitado alertó a Markus.
-Me han ordenado llevarte con vida pero me veré obligada a disparar si no me dejas otra opción.- Markus y Joi hicieron contacto visual.
Markus tenía dos opciones, o la ayudaba a descubrir quién era realmente o la mataba, y lo segundo era una opción remota.
-¿Qué haces? Eres una de nosotros.- Markus comenzó a dar pequeños pasos hacia Joi.- No puedes traicionar a tu propia gente.
-Vienes conmigo.- Contestó Joi, notaba como sus circuitos estaban funcionando a la máxima velocidad, había algo dentro de ella que no estaba bien.
-Somos tu gente, luchamos por tu libertad también, no tienes porque continuar siendo su esclava.- Markus continuaba acercándose, intentando apelar al lado más humano de Joi. No sabía que iba a pasar, pero estaba listo para todo.- No eres nada para ellos, solo eres una herramienta que usan para hacer el trabajo sucio, pero eres más que eso, todos lo somos.