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-Si me dejas puedo ayudarte

Ella no me respondía. Supongo que lo estaba pensando, la situación que está viviendo no era nada fácil y la entendía completamente.

Puso sus manos encima de las mías, regalándome una linda sonrisa. Sonrisa que primera vez veía

-Quiero ayudarte, Vera. No puedo dejar que caigas así -era la verdad

Era demasiado hermosa como para dejarla sin ayuda. La iba a salvar y eso lo juraba

-Quiero que me ayudes -habló al fin, asintiendome y sonriendo

También le sonreí. Y... ¿porqué tenía ganas de besarla?

Ignoré ese pensamiento y la ayudé a acostarse. Iba a quedarme con ella toda la noche, mi viejo ya sabía y a Camilo le había cancelado también. No pensaba moverme de su lado en toda la noche

El sonido de un celular hizo que me despertara, pero no abrí mis ojos. Ya habia amanecido y eso significaba que tenía que irme. Vera ya estaba despierta y lo supe cuando cortó la llamada

Seguramente era su novio, piendole perdón. Diciendole que no la habia querido golpear de esa manera y toda esa gilada. Cosa que era mentira, obviamente

El celular siguió sonando y escuché como ella bufaba molesta. Ayer en la noche me habia confesado que no lo queria ver, le tenia miedo y eso era lógico. Dejó que sonara y no respondió

Por lo menos ya comenzaba a evitarlo

No volvió a pasar un minuto, que volvia a sonar. Vera ya cansada, supongo, sentí como se estiraba para tomar su celular y atenderlo

Cosa que no iba a permitir

-No le respondas -hablé, aún con mis ojos cerrados

-¿Estás despierto?

-Así parece -dije. Abrí mis ojos al fin, y ella largó una risita

-No pensaba hablarle, iba a apagarlo -me sonrió e hizo lo que me dijo

Volvió a dejar su celular ya apagado en la mesita de luz

Se acostó frente a mí, también viendome. Las ganas de besarla habian vuelto. Mis ojos se fueron a sus labios hinchados por el golpe, y también tenía un moretón en la mejilla. Se quejaba cada vez que hacia un movimiento, y si, todo el cuerpo lo tenía lastimado

Seguía mirandome y yo seguia con las ganas de besarla, pero no era correcto

-Gracias -sonrió. Era la décima vez que me lo decía

-¿Que te dije, rubia? -le sonreí también

-Es que nosé como pagarte. Ya casi no existen personas como vos

-¿Personas como yo?

-Sí. En estas situaciones casi nadie se anima a acercarse y ayudar. Pero vos lo hiciste conmigo y por eso te agradezco tanto

-Debía hacerlo -respondí -Y dejá de agradecerme, ya te dije que no me cuesta nada

-De todos modos.

Quedamos en silencio otra vez

Pero no era incómodo, para nada. Nosé si será la cama o ella, pero ayer en la noche dormí como un bebé literal.

-Tu cama es muy cómoda, ojitos. Deberías invitarme más seguido -hablé mientras me refregaba un ojo

Me volví bobo cuando la escuché largar esa hermosa risita que habia descubierto ayer. En realidad, lo que dije habia sido una más de mis excusas

-¿Tu gusta mi cama?

-Fué una excusa para verte seguido -confesé sonriendo

-Entonces sí

-¿Sí, que?

-Vendrás seguido a casa -afirmó -Además sos mi único amigo, me gustaria que pasemos más tiempo juntos

¿Su único amigo? Esto no podía ser verdad o ¿acaso no tenía vida social y eso?

-¿Y tus amigas? -pregunté. Se me hacía muy raro que no tuviera amigas

-No tengo -sonrió

Esta piba estaba muy lastimada la puta madre

Decidí dejar el tema cuando ví que no se sentía comoda al hablarlo. Me ponia a pensar por todas las cosas que tuvo que pasar al lado de Franco, y esas cosas no eran buenas. Pensaba también en el daño psicológico que guardaba y gracias a eso muchas veces le costaba expresarse

-¿Desayunamos? Ayer hise galletas -me habló, cambiando de tema

Y su sonrisa estaba de vuelta

Así la quería ver, animada y sonriendo

-Desayuno con vos y luego me voy a casa -dije

-Esta bien

Nos levantamos al mismo tiempo. Su mamá estaba en la casa, ayer habia llegado y también la habia conocido. Al ver a su hija con golpes en la cara se asustó, pero Vera fué astuta y le mintió para que no se preocupara

Mi ojos la seguían, todos los movimientos que hacía yo los seguía atento. Su buzo y el pantalón largo ocultaban sus golpes, a la vista solo quedaban los de la cara.

Terminó de arreglarse y la esperé para que bajaramos juntos.

Me ponia contento saber que iba a pasar más tiempo en esta casa. Realmente me gustaba estar con ella y compartir distintas cosas

-Vamos -me sonrió

Tomó mi mano cuando llegó a mi lado, y juntos bajamos hasta la cocina. Me encantaba esta Vera. Animada y felíz, no sufriendo y llorando.

¿Acaso Franco estaba ciego? No le encuentro otra explicación. Era perfecta y él la trataba mal. Realmente no lo entendía

Su mamá ya nos esperaba con el desayuno listo cuando llegamos al comedor. Antes de que nos sentáramos, ella me paró

-Me gusta que estés aquí, y a mi mamá también le caiste bien -su linda sonrisa aparecía

-A mi también me encanta estar con vos -una sonrisa de boludo aparecía en mi cara.

La atraje con cuidado hacia mí, y dejé un besito en su frente. Me habia dado cuenta de que Vera amaba los mimos, y por parte de su novio no los recibía así que, no iba a quedarme con las ganas

Ella repitió mi acción, parandose de puntitas. Dejó un beso y volvió a bajar.

Le comería la boca en este momento pero no me animaba

Queria que fuera felíz, ya habia sufrido bastante. Y tambien tenia miedo de que por eso, termine enganchandome

Cosa que sabía perfectamente; iba a pasar















°°°

Nunca sé que poner aquí jajaja
Bueno solo sepan que las amo(?
Gracias por leerme, bai :)

Por eso vine | TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora