Por eso vine | Trueno

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-¡Eso es mucho, Mateo! -me gritó Vera

Riendome no le hice caso, me encantaba verla enojada

Seguía puteandome, pero yo no le daba bola. Intentábamos hacer churros, cosa que claramente no nos iba a salir

-Aquí dice, 150 de agua Mateo. ¡No una jarra llena! -volvió a gritar, nerviosa

Ella en realidad pensaba que íbamos a comer esto, pero yo solo lo hacia para animarla y tratar de que estuviera bien, olvidándose de todo por un rato.

Eran las once de la noche y en vez de ver películas como la gente normal, nos pusimos a hacer un intento de churros

-Bueno, hacé lo que quieras -dijo, rendida

Bloqueó mi celular que era por donde estaba viendo la receta, y lo dejó a la par mía. La tenía sentada arriba de la mesa, con uno de mis buzos puestos. Le habia hecho frío, no trajo nada para abrigarse así que no dudé en darle uno de mis buzos

De todos modos le quedaban mejor a ella que a mí

Riendo, me acerqué hasta ella, limpiendome un poco las manos. La habia hecho enojar por una boludés, pero como dije amaba verla así

-¿Prefieres a unos churros antes que a mí? -pregunté sonriendo

Vera me miraba, sin ninguna expresión en su cara

-Es que tenía hambre -dijo con un lindo puchero

-En la heladera hay rosquetes -hablé

Increible la linda sonrisa que me regaló cuando dije eso. Ahí es cuando me dí cuenta lo mucho que amaba este tipo de comida

-Alimentame, dale -habló como bebé

Sonriendo fuí hasta la heladera. Al menos la tenía distraida y suponía que eso era algo bueno. Saqué el plato de vidrio que tenía los rosquetes, mi viejo había comprado para que desayunemos pero claramente no comimos nada

Volví hasta la rubia, poniendole el plato en frente de su cara. Ella sonrió aún más y no dudó en tomar uno, cuando lo tuvo en sus manos dejé el plato a la par suya

Cuando volví a mirarla, su lengua recogía todo el merengue que no habia logrado comer, limpiando sus labios

-¿Rico? -le pregunté, con una sonrisa de pícaro

-Sipi -respondió cuando tragó todo

El segundo mordisco llegaba a la boca de Vera, y por unos minutos deseé con toda mi alma ser ese maldito rosquete La sonrisa que tenía en la cara me hacia entender que amaba comer, quien no sería en realidad la pregunta

Terminó de comer, y el próximo movimiento fué chuparse los dedos, quitando el resto de merengue

-Me encanta tenerte en casa -le confesé sonriendo

Tenerla sentada en frente de mí, con uno de mis buzos puestos y comiendo de esta manera, sólo me hacia desear tenerla siempre aquí.

-Gracias por invitarme -dijo, feliz

-No debes esperar a que te invite

-¿Como no? Mirá si un dia vengo y estás garchando con una en uno de los muebles

Ambos reimos, aunque realmente me encantaría cumplir esa idea... con ella

-Fantasía sexual, ¿Vera? -dije para sacarme la duda

Ella se puso rojita y ahí supe que había acertado.

-Me descubriste -habló, vergonzosa

Se quizo tapar la cara pero no se lo permití. Tenia sus muñecas agarradas, mientras nos mirábamos y de a poquito su cara volvía al color normal

-¿Entonces? -pregunté

-Mi fantasía sexual es hacerlo en un mueble -confirmó

Te la cumplo. Pensé

-¿Sos virgen? -me animé a preguntar

Por casualidades de la vida me enteré que estuvo con Franco cuatro años, pero que hace solamente un año habia comenzado a golpearla y tratarla mal, así que supongo que cuando nada de esto pasaba, tenían sus momentos intimos como cualquier pareja

Vera no dudó en responderme

-Soy virgen -volvió a confirmarme, sonriendo

Decidí dejar el tema acá, ya que estaba un poco sorprendido y lo aceptaba.

Vera tomó otro rosquete para comérselo, yo copié su acción. Seguramente se quedaba a dormir, a estas horas no iba a irse sola y menos iba a dejar que lo hiciera

Podía acompañarla, no tenía problema. Pero mil veces prefería tenerla en casa, más segura

Y así pasó mi noche con la mina que me estaba volando el bocho

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Se viene muy lindo todo :)
Gracias por el apoyo, nos leemos luego♡