Vera
—Tiene razón en enojarse —comenté, desde mi celular
Escuché como Sofi largó un suspiro, mientras me largaba unos "sí" como respuesta.
Luego de que Mateo se fué de casa, me sentí como la mierda. Sé que no debí mentirle sobre eso por la confianza que habiamos llegado a generar entre los dos, pero no lo hice por gusto, sino porque como ya lo dije, sentía vergüenza.
Sí, soy una tonta por haberle entregado mi virginidad al mismo pibe que me cagaba a golpes por cualquier cosa. Porque ¿saben? Cuando sucedió mi primera vez, Franco ya me habia golpeado en dos ocasiones seguidas, pero de todos modos yo accedí y acepté.
Increíble lo cegada que estaba para entonces.
—¿No lo llamaste? —dijo mi amiga por la llamada
Al menos tenia con quien hablar, alguien que no fuera mamá o Mateo.
—Intenté pero tenia el celular apagado.
—Deben hablar, Vera. No pueden quedar así como así
—De todos modos no éramos nada serio —dije, con tristeza.
Mateo me gustaba y hace algunas horas se lo habia confesado, ya cansada de guardarmelo para mí sola. ¿Tuve miedo en decirle? Claro que sí, pero nada me lo impidió cuando ví como salia de mi habitación enojado.
Sé que enterarse por Franco no le gustó
—Ya le confesaste lo que sientes por él, ¿vas a dejar las cosas así?
Bufé, escuchando a Sofi. En parte tenia razón, y la entendía pero de todas formas no queria molestar a Matu aunque sea por unos días.
—Prefiero que se calme un poco todo esto antes de hacer otra macana.
—Como digas —mi amiga asintió
Me dejaba tranquila de alguna manera que él sintiera lo mismo por mí. Realmente, cuando le confesé mis sentimientos no esperé para nada que él hiciera lo mismo, pero de todas formas se lo agradecía. En ese preciso momento fué muy felíz.
Sus actitudes me confundian demasiado y que al fin me lo haya aclarado, me dejaba tranquila y sin seguir generando cualquier idea.
—¿Vera?
Dejé a un lado mis pensamientos cuando volví a escucharla
—Te escucho —respondí.
Llevé mis piernas hacia mi pecho, rodeándolas con mi brazo libre. Estaba sola en casa, sin nada que hacer.
—Nose si lo notaste pero te lo digo de todas maneras —comenzó —Al parecer Melina gusta de Mateo.
Quedé en silencio.
No me sorprendió escuchar eso ya que yo también lo habia notado ese dia en que vinieron a verme por todo lo del mensaje. Los ví juntos, y ella parecía hasta felíz. Mateo lo mismo. Recuerdo bien como ambos sonreian mientras conversaban alegramente quien sabe de que tema.
Largué un poco de aire, frustrada.
¿Quien sabe? A lo mejor es verdad, y que Sofia también lo haya notado, sólo me llevaba a pensar una cosa.
—Si lo noté —hablé, mientras bajaba un poco las mangas de polera, con frío —Pensé que sólo yo me habia percatado de eso, pero por lo que veo no.
Mi amiga no respondió, pero si pude escuchar su tranquila respiración.
Pensamientos no tardaron en formarse, ideando teorias sobre lo que Meli y Mateo "sentían". Realmente no lo creo, pero tampoco tengo pruebas o dudas como para decir si o no. La vida es una caja de sorpresas así que quien sabe...
Me acomodé mejor ya que mis piernas comenzaban a doler. Decidí acostarme de una vez cuando llegué a la conclusión de que no tenia hambre, entonces no debia bajar para la cocina. No soy de dormir o acostarme temprano pero hoy era la exepción, no tenia ganas de nada y tampoco debia hacer algo.
Me tapé con mis colchas, dejando el celular en mi mesa de luz mientras el altavoz ya estaba puesto.
—¿Te acostaste? —preguntó Sofi, mientras largaba unas risitas
—Así es —confirmé, sonriendo aunque ella no me viera
Seguro se dió cuenta por el ruido que hice al meterme en mis colchas, de todos modos no le dí importancia a eso.
—Lamento decirte que volverás a levantarte
Fruncí el ceño cuando escuché eso por el altavoz de mi celular. Estaba muy equivocada si pensaba que iba a salir del calorcito de mis colchas.
—¿Por? —dije con curiosidad.
—¿Pensaste lo que te dije el otro dia? Sobre tu pelo.
Y ahí caí en cuenta.
Hace algunos días, mi amiga me habia propuesto la idea de teñirme el cabello. No le acepté al instante pero le prometí pensarlo, cosa que claramente no hice ya que mi cabeza estaba en otro lado
Pero ahora que me lo vuelve a mencionar, pienso que no sería una mala idea.
Un nuevo cambio, ¿quizás? Nosé. No estaba muy segura pero a la vez si tenia ganas. Si aceptaba, estaria dejando el rubio con el que crecí, así que digamos que un poco me llegaría al corazón dejar de verme el pelo rubio.
Lo pensé, aún dandole vueltas al asunto hasta que por fin me decidí.
—¿Será el color que me prometiste? —interrogué
Inmeditamente, Sofi chilló contenta de la emoción que le causaba mi decisión. Me reí, sin creerlo. Agradecia por tenerla conmigo en medio de toda esta mierda.
—Sí —habló felíz —Llego en veinte, ¡nos vemos! —Y la llamada finalizó.
Al parecer tenia más ganas de teñirme que de verme a mí, pero no le dí importancia sabiendo como era Sofía. Por algún extraño motivo no me estaba arrepintiendo de la decisión, así que estaba más tranquila y por unos momentos dejé de pensar en el tema de Mateo.
Adiós pelo rubio...
°°°
Hola sí, las extrañaba :)

ESTÁS LEYENDO
Por eso vine | Trueno
Fiksi Penggemar"Vos mereces a alguien que te quiera, te ame. Alguien que te entienda completamente, te llene de besos. Mereces caricias, no golpes. Mereces a alguien que te mire como si hubiese ganado la lotería con vos. No a ese cagón que no sabe valorarte" No ac...