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Un mes después

Dicen que todo lo que empieza, algún dia o en cualquier momento termina. Bueno, esa era mi situación actual

Había pasado exactamente un mes desde que mi novio me golpeó en una plaza, y por gracia divina hasta el día de hoy no lo volvió a hacer. No volvió a golpearte desde la vez que lo perdone. Me habia prometido que todo sería diferente, y lo estaba cumpliendo

Un mes sin golpes, eso era bastante bueno para mí

Era sábado y me encontraba en la cocina de casa, horneando galletitas con mi mamá. Todo este tiempo estuve usando cosas largas para ocultar los golpes, y una vez más, mi mamá se habia creido todo.

Como todos los sábados, tenia que ir a cuidar a Santino, un niño hermoso que mi mamá cuidaba todas las tardes de los sábados

Me estaba ayudando a preparar un merienda, ya que con Franco decidimos pasar la tarde juntos.

En pocos minutos estaría llegando...

-Bien, mi amor. Ya está todo -ví como se lavó las manos, y comenzó a tomar sus cosas

-Gracias mami

-Suerte bebé, en dos horas vuelvo -besó mi frente

-Te amo -le dije, tambien saludandola

-Y yo -sonrió

Se fué hasta la puerta y salió.

Seguramente a estas horas, otras chicas estaban preparando que ropa ponerse para salir a bailar o esas cosas, pero yo no era una de esas chicas.

Hace tiempo que no salía y eso ya me preocupaba. Pisaba la calle solo para ir a comprar mercadería e ir a la casa de mi novio, o cuando armabamos algo tranqui

Franco no me dejaba salir, por nada del mundo. Sé que me cela porque me quiere, estaba segura de eso

Me senté en la silla de la cocina para esperarlo. Él tenia llaves de casa y tranquilamente podía entrar y salir. Me puse a boludear con mi celular, y mientras miraba los chats me crucé con el de Mateo

No habíamos hablado, solamente dos días después de lo que pasó, me mandó un mensaje preguntando como seguía. De ahí no hablamos más

Presioné su foto y entré a su perfil; estaba en linea.

Muchas veces me imaginaba tener una amistad con él. Jamás habia tenido una relación así de cercana con un chico, sin contar de lo Franco, claro. Mateo era muy distinto a él pero no entraríamos en ese tema, ya que nos llevaría tiempo

La puerta de la entrada se abría y claramente era mi novio. Caminó un poco hasta llegar a la cocina, pero la poca felicidad que sentía yo se fué a la mierda cuando lo ví enojado

La puta madre

-Hola amo...

-¡Amor las pelotas! -me gritó enojado

Otra vez no, por favor

No entendía porque estaba enojado, pero solo queria estar lejos de él en estos momentos

-¡Nunca aprendes, Vera! -otro grito

Movía sus manos nervioso, y su rostro era rojo del enojo. Mi cuerpo esta invadido por la misma sensación que sentí en la plaza la otra vez; miedo.

Iba a responderle pero él fué más rápido, tomando bruscamente mi cabello

Comenzó a caminar conmigo de esa manera; él tomando mi pelo con todas sus fuerzas mientras hacia que lo siguiera como perrito faldero

Por eso vine | TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora