Amor de Atletas. (Jungkook. Fanfic) [Completada]

Stay

—Y fue así como perdí su amor: lamentando el no amarla como debía.—Shownu.

Kim Su Min×Shownu= Showmin.

Edad: 17
Nombre: Su Min
Apellido: Kim.
Sexo: Femenino.

—¿Qué haces?—subí mi mirada y me encontré con los enormes ojos e inexpresivos de Min Hyung.

—Estoy actualizando mi historial de atleta—seguí escribiendo. Él me miró por unos segundos para luego asentir. Subí mi mirada y él aun estaba allí, tiene una mirada culposa.....¿Qué querrá?.—Hermano, ¿Necesitas algo más?.

—No, sólo espero que cuando seas una gran atleta, sepas con solo mirar todas estas medallas de bronce.—miró despectivo a la pared donde mis medallas estaban colgando—Son tus mejores aliadas.

Ya sé..... Lo dices siempre.

Salió sin decir más y me dejó con un nudo en la garganta.

~

Papá recibiría una enorme visita hoy, así había dicho Min Ra, creo que era un buen amigo de Busan de hace algunos años. Papá lo contactó y el hombre aceptó gustoso en venir a pasar un tiempo a Haneul para reencontrarse con mi padre.

—¿El kimchi está bien preparado?—papá le preguntó a mi madre, en su tono de voz se notaba lo nervioso y angustiado que estaba.

—Cariño, todo está listo—le respondió mi madre con un tono de voz relajado.

Min Hyung y Min Ra estaban sentados en el sofá, mirando alguna serie y hablando con total diversión alguna anécdota. Yo estaba sentada en los escalones de la escalera, mirando en mi celular una rutina muy bien pulida de una gimnasta rítmica de Alemania. El timbre resonó por toda la casa, causando que todos detuviéramos lo que hacíamos y miraramos a la puerta. Papá se empezó a arreglar la camisa y salió disparado a abrir la puerta. Yo bajé los escalones y me coloqué en el medio de mis hermanos, los cuales estaban ya de pie frente a la puerta. Papá abrió esta y sonrió con felicidad al ver a su amigo. Mientras, yo estaba mirando al costado de los dos adultos que se abrazaban, al chico que sólo miraba al suelo y movía su pies con rapidez.

—¿Vino....con su hijo?—le susurró Min Hyung a Min Ra.

—Pensé que venía solo—le respondió Min Ra.—Ya qué, seamos buenos anfitriones.

—Si ese niño me hace molestar, lo pateo—sonreí inconscientemente al oír aquella amenenaza de mi hermano. Sentí que se acercó a mi oído. Susurró.—Si te molesta, me dices.

—No creo que me moleste—él se alejó de mi oído y ambos miramos como aquel chico solo miraba al suelo.—Tiene aspecto de que no mata ni a una mosca.

—Lo dices porque no lo conoces—Min Ra nos interrumpió.—Vamos, hay que saludar.

Nos acercamos y saludamos como es correspondiente a un mayor: la reverencia y con respeto.