C A P I T U L O 13 #3

451 34 0
                                    



JUNGKOOK

El entrenador me miraba como si estuviese loco. Loco es muy poco para ésta situación: es estresante. Sé que Momo tiene que ver con la vestimenta de Susu, lo sé muy bien. Espero que no tome ni un poquito de alcohol en esa fiesta.

-Jungkook-miré a Jimin-Si no te sientas, el entrenador nos dará un enorme castigo por tu estúpida culpa.

Me senté en la banca de nuevo. Jimin miró la foto y se quedó con la boca abierta por lo que veía. El entrenador nos indicó que siguiéramos corriendo hasta la cancha de voleibol, ya que allí haríamos las flexiones. Al llegar lo que hicimos fue hacer cien flexiones, si, cien flexiones. Esto es explotación de poder. Kris me fulminaba con la mirada y estábamos así de pelear si no fuera por Jimin, ya que dijo: "Si no se tranquilizan, haremos mil flexiones por la culpa de ambos" luego de eso, nos quedamos tranquilos.

Salimos del duro castigo que nos dio el entrenador. Habíamos llegado a la sala de descanso del área masculina. Me tumbé en el sofá con cansancio y Jimin se empezó a arrastrar en el suelo, pedía agua y decía cosa raras.

-¿Qué tienes? Pareces alguien que se perdió en el desierto-se levantó del suelo y me miró-Mejor así.

-Solo estaba de juegos-sonreí. Se sentó en la silla que aportaba la mesa-Es irreal que Su Min se haya vestido así, parecía modelo perdida en el cuerpo de una atleta.

No ayudas en nada Jimin, no lo haces.

-No digas eso, me da miedo que traten de violarla con la mirada-se empezó a reír-No te rías. Soy el novio de esa chica ¡Por dios! No entiendes mi preocupación.

-¡¿No me digas?! Pareces el hermano en vez de su novio-hice una mueca de desaprobación-Mira, Su Min solo irá a una fiesta, tendrá más de mil pretendientes y pueda que se encuentre a un chico para ahogar sus penas por no verte.

Tomé un cojín y se lo lancé. Se quejó al sentir el cojín pegar contra su rostro. Me fulminó con la mirada para luego solo gruñir por lo bajo.

-Mejor ya no digo nada de Su Min-dice-En serio que tiene a un novio de protección muy grande.

-Jum-fue lo único que dije.

Salí de la sala con pasos pesados, ¿Molesto con Jimin? No, jamas estaría molesto con mi mejor amigo. La verdad pega como una ráfaga muy fría y tenebrosa. Me da miedo que Su Min se canse de tanta distancia y aquellas llamadas por el celular. Me dolería mucho que algún día se cansara de mi ausencia y se vaya sin mas. Pienso cosas que me hacen estar triste por todos los rincones de mi ser, pero es que sin ella es difícil pensar con claridad. Ella está en una fiesta y yo estoy matándome para llegar lejos en las nacionales, ¿Celos? No, mas bien sería la necesidad de tener a mis amigo, novia y, compañeros a mi lado.

Papá me enseñó con claridad de pequeño que la vida siempre no será como yo quiero o como yo decida tenerla. Habrá momentos en que será difícil creer que todo está solucionado, en este caso, ese consejo encaja. La mayor de mis necesidades es la ganas inmensas de ganar las nacionales, es como si en vez de una necesidad, fuera parte de mi vida y de mi día a día. La manera en que tengo que ganar una jugada, no es algo fácil. Nada es fácil cuando estás peleando por la medalla que tanto has luchado por tener. Lo que yo crea es mi manera de pensar y ser como soy, pero tengo que dejar los pensamientos a un lado y concentrarme en llegar, pelear, y llevar el oro a Corea del Sur.

-¿A dónde caminas con tanta velocidad?-me detuve en seco. Me giré.

-A ningún lado, Luhan-dije con desgano.

-Te pasa algo y no es bueno, ¿Problemas?-asentí-¿Quieres hablarlo? Ya sabes, somos amigos y pueda que uno de mis consejos te ayude.

Caminamos hasta unas escaleras. No sentamos. Le conté todo aquello que pasaba por mi cabeza: Su Min, mi necesidad de ganar, el miedo que tengo de regresar a Corea sin nada, y todo aquello lo que me preocupaba. Luhan solo escuchaba con detenimiento, como si cada palabra fuese importante y preocupante a la vez. No decía nada o no se interponía en mi momento de hablar. Daba el paso a cada palabra. Me escuchaba. Lo necesitaba.

-Son preocupaciones muy grandes-dice Luhan. Suspira-Entiendo que tengas aquel temor de no llevarle el oro a Corea. De mi parte, eso es un temor que tenemos en común, yo también quiero traerle el oro a china.

Solo lo escuché.

-Con Su Min, bueno, no sé qué decirte-me miró con preocupación-No la conozco en nada y menos ella me conoce. ¿Sabes? Si tanto es preocupante que ella se haya vestido así o que se fuese a una fiesta, deberías de bajar la preocupación. Si tu no estás acostumbrado ha verla de esa manera, imagínate lo incomoda que estará ella al verse al espejo-bajé mi mirada.

Es muy cierto.

-Tienes razón, pero no quiero que se canse de mi-coloqué mis codos sobres mis piernas y mi rostro lo tapé con mis manos.

-¿Qué dices? No creo que deberías de pensar eso. Ella tema, tu la amas y felices por siempre-me quité las manos del rostro y sonreí-Mira, la manera en que ves las cosas es porque estás alejado de ella, pero de nuevo te digo lo mismo: deberías pensar en como se sentiría ella.

-Solo quiero verla, en serio-dije y bajé mi mirada.

-Solo falta un mes, Jungkook, solo un mes y la verás en Japón-asentí con una sonrisa

-Deberías ser consejero de parejas en crisis, ganaría muchos wons-le di en el hombro

-No, como atletas nos llevamos mejor-nos empezamos a reír

-Dejé a Jimin solo, mejor lo voy a buscar-sonrió.

Me despedí de Luhan con un fuerte abrazo. Me supo entender y escuchar, ¿Jimin no lo puede hacer? ¡Claro que lo puede hacer! Pero es bueno hablar con alguien que no sabe mucho de tus miedos y preocupaciones, así es más fácil desahogarse.







SU MIN

La fiesta iba como todas aquellas a las que fui a mi edad de dieciocho. Tengo veintiuno y tenía años que no venía a una de estas. No creo que la fiesta, reunión o como sea, me esté dando la mejor diversión del mundo. Momo estaba bailando con Xiumin, se divertían como si fuese el ultimo día de sus vidas. Sehun se había ido a festejar con sus amigos, su cumpleaños está muy......común. Si Jungkook estuviese aquí, sería muy diferente mi manera de divertirme. Estoy en un rincón, con una soda en mi mano y mirando mi alrededor.

La noche había caído, y con más de mil súplicas, le dije a momo que debíamos irnos, íbamos demasiado tarde al paso de lista. No quería quedarme afuera y menos dormir en casa de mis padres. Min Hyung está allí y no quiero que me regañe por mi despreocupación. Decidí irme sin momo, ya que ella estaba aferrada a la idea que era temprano ¡No está para nada temprano!. Caminaba por la calle con mucho frío y sin dejar aun lado que este vestido no cubre por completo mis piernas.

Momo, te odio.

-¿Qué haces por aquí?-me detuve en seco al mirar la silueta delante de mi. La capucha de la sudadera tapaba su rostro, no podía saber quién era la persona. Por impresión, di unos pasos hacia atrás-No me tengas miedo, Su Min.

¡¿Cómo sabe mi nombre?!

-Soy Ji Sung-saqué todo el aire acumulado al ver como Ji Sung se retiraba su capucha y me miraba con una sonrisa-No son horas para andar por aquí, ¿No crees?.

Se acercó.

-¿Por qué no estás en la universidad? ¿No pasaron lista?-él sonrió de lado y se acercó más de lo debido. Di pasos hacia atrás por su cercanía-¿Qué haces? Detente.

Tomó mis hombros entre sus manos, me pegó de la pared que estaba cerca y me miró con sus ojos, aquellos los cuales desconocía; pupilas dilatadas y mirada intensa. Su respiración la sentía chocar en parte de mi mejilla. Trague saliva por su cercanía y traté de zafarme, pero la fuerza de una chica es muy débil a comparación que la de un chico. Sus manos pasaron de mis hombros a tomar mi rostro. Bajé mi mirada, pero el tomó mi mentón e hizo que lo mirase. Sentía mis ojos húmedos y quería irme de allí.

-Veamos si Jungkook besa como yo-me sobresalté al sentir los labios de Ji Sung pegados a los míos.

Me removí con fuerza por su cercanía. Con fuerza me pegó más a la pared, sus manos tomaban con fuerza mi rostro y por un minuto pensé que pararía, pero eso cambió cuando pasó sus besos hasta mi cuello. Abrí mis ojos de par en par y reaccioné. Le di una patada en sus partes débiles. Él cayó al suelo ante el dolor que lo invadía. Corrí lejos de él con mucha velocidad. Limpié mis labios con desesperación. ¿Cómo pudo besarme? ¿Cómo pudo hacerme eso? ¿Cómo le pudo hacer eso a Jungkook? Lo odio, lo detesto.

Perdón, Jungkook.

Amor de Atletas. (Jungkook. Fanfic) [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora