Capitulo 32

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La semana pasa rápido, entre reuniones, salidas y sexo caliente con mi brasileño. Diego me ha llevado a lugares espectaculares de Brasil. Hasta fuimos a ver su estatua del cristo redentor. Ese lugar es precioso.

Es nuestra última noche en Brasil y el me llevara fuera. Mañana saldremos para Italia y no volveré a verlo hasta enero cuando el vaya al país.

Italia

Italia. La verdad? No estoy muy emocionada por ir. Me recuerda a Oliver pero debo pensar positivo y aprovechar mi tiempo allá. Solo duraremos el fin de semana y volveremos a santo domingo.

- Estas preciosa- me dice Rosa. Sacándome de mis lúgubres pensamientos

- Gracias mi amor- respondo sonriéndole

Gracias mi amor. La verdad es que me siento bella. Llevo puesto un vestido blanco con una apertura en el hombro y los hombros entrecruzados. Me deje el pelo liso. Mi color de piel se ha dorado un poco y hace que el vestido resalte.me pongo unas zapatillas altas, un poco de perfume y ya estoy.

Tocan el timbre

- Rebecca, tu macho- grita Gabriel.

La verdad es que todo este tiempo con mi jefe me ha hecho apreciarlo mas. Es muy divertido pero cuando estamos en negocios es sumamente serio y profesional. Aparte del negocio con diego el cerro contratos con dos mas. Un grupo de bailarinas exóticas y otro de accesorios eróticos para personas de mediana edad.

Yo salgo y se me hace la boca agua cuando veo a Diego. Lleva puesta una camisa blanca que le queda pegada a su fibroso cuerpo, pantalones jeans negros y zapatos de cuero. Me acerco y le doy un beso, aspirando su varonil olor, una mezcla de madera y tierra que me encanta.

-uy combinaditos, mamma mia - dice Gabriel a modo de burla

-no tienes otras vidas que llevar?- le digo arqueando una ceja

El me saca la lengua y sigue jugando videojuegos

- No me la traigas muy tarde eh? Que después no hay quien la aguante con el mal humor- Dice el mofándose

yo le saco la lengua

Diego sonríe y agarrándome por la cintura me dice

- Nos vamos delicia

yo asiento

Adios delicia- dice Gabriel riendo. Hay veces que pienso que es un niño

Salimos y nos montamos en el jeep de Diego. Vamos escuchando música y riendo. 20 minutos después el sube por un camino empedrado y estaciona el auto. Bajo y el me toma de la mano. Entramos a una casa muy bonita de dos niveles. Cuando el enciende las luces me quedo con la boca abierta, el interior es una mezcla de cristal y madera. Cuando camino me doy cuenta que su patio es solamente playa, es preciosa.

- Esto es precioso diego- le digo sonriendo

- Es mi casa delicia, bienvenida- me dice él tomándome por atrás y caminando conmigo.

Bajamos los escalones de la entrada. La sala es super grande con muebles color crema y paredes blancas, a mano derecha está la cocina, altamente equipada. Vamos a la sala y yo me quedo mirando el exterior. Diego enciende unas cuantas luces y quedo asombrada cuando varias antorchas iluminan fuera. Es bellísimo.

El vuelve a mi con unas copas en la mano. Me da una y brindamos

-por haberte conocido- dice el sonriendo. Yo lo beso y luego le doy un trago a la bebida. Mmm la reconozco. es la bebida sexual

- quieres seducirme eh?- Le digo guiñándole un ojo. Días pasados me decidí a probarla y luego tuvimos una sesión de sexo caliente en la parte trasera de su jeep. Me da calor solo de recordarlo.

El sonríe y me besa

- Esa noche fue espectacular- dice el leyéndome el pensamiento

- Lo fue si.

- Vamos a cenar delicia, tengo hambre.

Nos sentamos en una mesa en el balcón. Es una vista hermosa. Con las antorchas y el sonido de mar a lo lejos. En la mesa hay unos platos tapados y cuando levanto me echo a reír.

- El otro día comentaste lo mucho que extrañas la comida de tu tierra así que- dice el sonriéndome

En el plato hay un mangu de plátano verde, con huevo, queso y chuleta.

- Creo que eso que llamas salami solo lo fabrican allá, no encontré- dice el rascándose la cabeza y medio sonrojado.. awww que tierno.

Me levanto de la silla, me siento en su regazo y lo beso

- Es perfecto Diego, muchas gracias- lo beso de nuevo y cuando voy a levantarme el me agarra por la cintura.

HILO ROJODonde viven las historias. Descúbrelo ahora