Capitulo 82

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Se acerca el día de la boda y  me siento más triste y mas desesperada. Se que yo fui la que le dije que teníamos que separarnos hasta que todo termine, pero me estoy echando para atrás.

El trata de hacerme sentir mejor y pasa todo el tiempo posible conmigo pero no puedo quitarme de arriba la sensación de que me lo están arrebatando. 

Un día quedo con Saray para ir a tomar una copa, Rosa tiene mucho trabajo pero trata de alcanzar más allá. necesito distraerme.

-hola mi amol- dice Saray entrando a mi oficina

Yo levanto la vista del ordenador y me levanto para saludarla.

- Llegas 15 minutos adelantado, que novedad- digo picándola mientras la saludo

- Mi negrito me trajo. Así que tendremos que ir en ese armatrote* tuyo - dice ella sentándose frente a mi. Lleva un vestido de flores que le queda precioso.

- Estas muy linda sabias? -Le digo mientras la miro con cariño.

- Siempre- dice ella echándose su largo pelo negro hacia atrás.

Yo me rio y le saco el dedo del medio

- Déjame cerrar esto y preguntarle a Gabriel si necesita algo más.

Voy hacia la oficina de el, toco y abro la puerta. El está sentado mirando unos documentos mientras chupa un bolón.

- Gabriel, necesitas algo más o puedo irme?- le rpegunto

El levanta la vista y sonríe

- Puedes irte Rebecca y por favor, no me envíes a Rosa muy borracha, mi cuerpo no da para más abuso sexual-dice de forma dramática pero con una sonrisa malévola

- Se lo diré no te preocupes- digo riendo y cierro la puerta.

Voy hacia mi oficina.

- More ya pode... —  me quedo parada en seco. 

Ante mi esta Isabella en todo su esplendor. Ella se da la vuelta y me mira, sonríe de una manera bastante falsa.

- Hola Rebecca, un placer verte - dice  acercándose a mí y dándome dos besos. Yo como puedo sonrio y la saludo.

- Hola Srita- digo en plan profesional

Ella suelta una risita

- Por favor cara, nada de formalismos, te presento a mi futura nuera, Antonella, la madre de Oliver. a su lado está una mujer de unos 50 y tantos pero bastante atractiva, tiene el pelo rubio y ojos azules eléctricos. No cabe duda que es la madre de mi amor.

La mujer me mira de arriba abajo con  frialdad y aire despectivo. Cuando me mira a los ojos  no aparto la mirada. Ella sonríe de una forma desagradable.

-che questa era la piccola puttana di mio figlio- dice . Isabella deja escapar una risita. (con que esta era la puta de mi hijo fue que dijo la vieja del diablo esa).

Mis ojos se encienden y con una sonrisa muy dulce le respondo en italiano

- Lo stesso che tuo figlio ama follemente. (la misma que su hijo ama con locura)

A las dos se les quita la sonrisa de la cara. Yo sigo sonriendo dulcemente

- Si vienen a ver a Gabriel pueden pasar. Diría que es un placer verlas pero no vamos a mentirnos cierto?

Isabella esboza una sonrisa falsa.

- Entiendo tu malestar, pero prometo ser la mejor esposa que Gabriel puede tener. Si quieres puedes ser madrina de nuestros hijos. Qué te parece?- me dice la muy arpía.

- como una moribunda puede estar pensando en esas cosas? ¿No deberías pensar mejor en qué mortaja ponerte y el color de tu ataúd? - le Suelta Saray poniéndose a mi lado.

Isabella suelta un jadeo y la madre de Oliver nos mira con odio.

- Ósea que lo saben. No les da vergüenza burlarse una mujer enferma?- Nos espeta  Antonella.

Miro a Isabella. No parece para nada enferma. Cuando ella me mira puedo ver un brillo en sus ojos que desaparece rápidamente. ¿Eso fue miedo?

- Debes hablar con tu hermano, no puedes tener esta  clase de gente trabajando para el -sigue mandando veneno la suegra del demonio.

- Isabella, antonella, que sorpresa- dice Gabriel entrando en ese momento a mi oficina. Tiene el ceño fruncido.

- Puedes irte Rebecca, nos vemos mañana- dice el dándome una sonrisa. Yo recojo mis cosas y salgo con Saray que se queda mirando fija a isabella.



- Si esa tipa está enferma entonces yo me alcanzo el coño- me ella mientras salimos de la oficina.

HILO ROJODonde viven las historias. Descúbrelo ahora