No Apto Para Parejas Normales 2

Capitulo 21

JENNA

Estaba leyendo un libro acostada en el sofá cuando Anthon salió de la habitación.

Tenia una camisa negra de mangas largas, unos pantalones claros y zapatos negros.

Oh lala~

—¡Oh, que guapo estás!—Exclamé viéndolo.

Él se acercó y me da un beso en la nariz.

Pude oler que se puso su colonia, que era su favorita y la mía.

Anthon tomó su teléfono y lo guardo en su bolsillo.

—Saldré con los muchachos, iremos a una fiesta y luego nos quedaremos en casa de José para ver el partido.

—¿Cuando vendrás?—Le pregunté.

—A eso de las diez máximo once.

—Por favor cuidate.

—Me gustaría que fueras.

—No quiero estar rodeada de testosterona, además, sal con los chicos, deben estar extrañándote.

Él sonrió.

—Bueno, cualquier cosa estaré avisándote y si ocurre algo, no dudes en llamar.

—Seguro cariño—Sonreí.

Me levanté del sofá, lo acompañé a la puerta, él la abrió, lo abracé por el cuello y él con un brazo me rodea la cintura y con su mano disponible tomó suavemente mi cuello.

Le di un beso que él sigue.

Nunca me cansaría de besarlo.

El beso se pone un poco más apasionado, me reí por que él gruñó ya que alguien abajo se estaba poniendo algo contento.

—Alguien despertó feliz.

Escuché un golpe y un picor en la nalga derecha.

—¡Anthon!—Chillé.

Él gruñó otra vez pero también ríe.

Escuchamos un claxon.

—¡DIOS PERO QUE TAAAAN ARDIENTE BESO!—Gritó José desde el asiento de conductor.

—¡Anthon besame así por favor!—Bromeó Roberto, el mejor amigo de Anthon y estaba al lado de copiloto.

—¡Ro-Ro tiempo sin verte!—Exclamé, no lo había visto desde hace tiempo, y lo llamaba así solo para fastidiarlo, me giré para ver a mi novio—, no me dijiste que vendría.

—Lo iba a decir, pero vienes tú y me besas así, lo siento por olvidarlo—Se ríe.

—¡¿Oye Jenna nos das Anthon?!—Exclamó Luis, su amigo, que estaba en la parte de atrás—, prometemos traerlo temprano.

Reí.

Peiné el cabello a Anthon, pero éste se quejó con una sonrisa en sus labios, cuando pude dejarlo algo decente él se alborató el cabello, sacudiendo su cabeza, bufé y él se rió.

—Ten cuidado, ¿Bien?—Acaricié sus brazos.

—Me voy a cuidar, estaré con los muchachos.

—Apenas y se cuidan ellos mismos... Te amo.

—Y yo a ti—Besó mi frente, suspiré.

—Quisiera que mi novia no fuera tan tóxica, me dio permiso para salir, ¡Así que mueve el trasero!—Gritó José.

—Sometido por la novia, probresito—Dice Roberto con voz aniñada.

—Pero al menos tengo novia.