Imperfectamente Perfecto (drarry/harco)

Capítulo VII

Draco llegó sin problemas, fue babeado por un extasiado Gou, y ambos fueron recogidos por su madre en el aeropuerto.

—¡Oh! ¡Es adorable!— Ella susurró a Gou, que movió la cola en señal de saludo desde el interior de su jaula.

—Te refieres a mí, ¿verdad?—

Ella golpeó el brazo de Draco, dándole la sonrisa de madre paciente.

—Sí, querido, también—

Una vez que estaban en la carretera, ella buscó en su bolso.

—Aquí. Recibí esto y me dijeron que te lo diera inmediatamente. ¿Qué hace Blaise hoy en día?—

—No estoy seguro— Cogió el sobre de lino.

―Lujoso. ¿Me pregunto por qué no me invitó
antes de saber que iba a venir a verlos?—

—¿Tal vez no quería influir en tu viaje?— Sugirió su madre.

—Tal vez— repitió, distraído. Rompió la solapa, sacando la invitación. Las letras grabadas inmediatamente captaron su atención. —Maldita sea—

— Draco —

—Para con el ataque de culpa. Te he oído en el jardín—

Su madre se sonrojó, pero no lo negó.

—¿Qué dice?—

—Él y Theo se van a casar. Esta es su fiesta de compromiso—

—¿Y no te han invitado?—

—Yo… como que estuve fuera de contacto durante el último año. Probablemente pensaron que los había descartado. No es como si viviera en “dos suburbios adelante” más tiempo—

—Sí— Ella asintió con la cabeza con tristeza —Es difícil. Te haces mayor, te casas, consigues trabajo, te mudas— Ella lo miró, esos ojos grises afilados como siempre.

—¿Qué hay de ti?—

—Tú conduces— Hizo un gesto hacia delante con una mano. Para una mujer en sus cincuenta y tantos, sabía que era mejor no ir cara a cara con ella. Perdería, cada vez.—Nadie todavía— respondió.

—¿Estás buscando, cariño?— Preguntó esto con una nota maternal de preocupación. Pequeñas arrugas de ceño formadas entre las cejas, prueba de que había tenido mucha práctica en los últimos años, gracias a él estaba seguro.

—No, en realidad no. Es una ciudad turística. Hay apenas diez mil allí durante todo el año. Tengo una mejor oportunidad en El valle de Godric, pero no tengo la necesidad de ir allí a menudo— Recordó el viaje que había hecho con Harry apenas la semana pasada. Fue el primer viaje que había hecho en casi tres meses, y su próximo viaje no estaba previsto hasta después de las vacaciones. Y el hecho de que se divirtiera más con él que nadie en su memoria reciente, hombre o mujer, no se le escapó. Sacudió sus pensamientos sueltos del otro hombre. Draco estaba en Londres durante los próximos cinco días, y Harry estaría bien. Había estado por su cuenta durante más de un año. La aparición de Draco en su vida no cambiaría eso.

Entonces, ¿Por qué sigues dando vueltas en torno al hecho de que, sinceramente, no querías venir este año? Debido a Harry. Se tragó el gemido. Se quedó en silencio, sin poder contarle más a su madre. Era demasiado confuso para él, no importaba qué tan seguro se convenciera de qué era, algo aparecería y volvería a cuestionar y dudar de lo que siempre había asumido que era irrefutable.

—¿Vas a ir?— Miró hacia la invitación.

Golpeó distraídamente la esquina en su muslo con aire ausente.