Capítulo X

1.8K 206 14
                                    


Harry dejó escapar una respiración lenta, luego levantó la pierna de nuevo, sosteniendo la postura durante treinta segundos para que poco a poco su pie encontrara la colchoneta. Tenía una cita al día siguiente para visitar un centro de fisioterapia. Iban a medir la masa de su pierna, luego, probar su fuerza muscular y la elasticidad para recomendarle la férula adecuada para él.

Ahora que se había propuesto finalmente hacerlo, lo quería. Ahora. Trabajaba las piernas todos los días, y hacía ejercicio. Si tenía suerte, lo tendría antes de Navidad. Entonces sólo necesitaría el bastón como apoyo y refuerzo si se sintiera incómodo. No estaba seguro de por qué lo había retrasado. Tal vez el Dr. Shacklebolt tenía razón y tenía que dejar de luchar contra la curación, no rehuir de ella cuando se presentó.

O en el caso de Harry, cuando Draco se abrió paso en la vida de Harry. Sabía que nunca sería capaz de correr con él, pero sólo caminar normalmente de nuevo o incluso cerca de él, sin el bastón. Estiró su pierna hacia fuera, pulsando los músculos con lentitud para enfriarlos después del entrenamiento.

—¿Cómo es que, cada vez que te encuentro, estás de espaldas?—

Los tonos de risa de Draco le abrieron los ojos a Harry, mirándolo apoyado en la puerta de la habitación de invitados. Ojos grises lo observaron a través de un abanico de pestañas.

La simple mirada le aceleró el pulso a Harry, una reacción a la que todavía estaba tratando de acostumbrarse.

—No te he oído entrar esta vez— Harry había dejado intencionadamente la puerta abierta en caso de que Draco llegara mientras estaba en la ducha. Seguro que no iba a abrir la puerta desnudo.

—Estabas pensando mucho sobre algo. Ni siquiera usé mis locas habilidades de ninja—

—Ya casi termino, luego una ducha. ¿No te importa esperar?—

En respuesta, Draco se inclinó y le ofreció una mano.

—Ven aquí—

Harry lo agarró, inseguro. Draco estaba tomando las cosas con calma, funcionaba para los dos. Estaba calculando cuánto era cómodo para él, y Harry tuvo tiempo para fortificar las grietas creadas en el ataque.

Una cosa que Draco sabía era cómo besar. Y le gustaba hacer eso en cada oportunidad.

—No, no me importa— respondió Draco, justo antes de darle uno de esos besos a Harry. Un fuerte brazo le rodeó por los hombros, con lo que lo ajustó bien al cuerpo de Draco. Tuvo que envolver sus brazos alrededor de él en reflejo, entonces, Draco lo tomó por sorpresa, haciéndolos girar a los dos como dos bailarines y clavando a Harry contra la pared. El aliento de Harry lo dejó con un silbido agudo.

Instantáneamente, Draco aligeró su agarre.

—Mierda. Lo siento. Me había olvidado de tu espalda— La disculpa oscureció sus ojos.

Harry agarró los hombros de Draco, temblando de emoción. Maldita sea, la fuerza, el calor del tacto. Lo golpeó con un impacto salvaje, irritándolo a él y a sus nervios hasta que sus nervios estaban de pie en posición firme. Harry estaba ardiendo. Negó con la cabeza, incapaz de hablar mientras empujaba su corazón hacia su lugar. Dios, se había perdido con unos fuertes brazos a su alrededor. Había pasado del entrenamiento al exceso de trabajo de cero a dos segundos.

—No. Estoy bien. No me lo esperaba—

—¿Estás seguro?—

Harry se estremeció. Draco estaba pasando las manos por todo su cuerpo, acariciándolo, inspeccionándolo, aunque no le importaba por qué.

Imperfectamente Perfecto (drarry/harco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora