N U E V E

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Alemania se sentía extrañamente cálido, y para lobos árticos como lo eran Bucky y Steve, sus cuerpos se sentían pesados y calientes, el calor no era tanto pero para ellos era el infierno.
El taxista no dejaba de verlos por el retrovisor, dos alfas puros sentados atrás, no solo eso, con un tatuaje que caracterizaba a los militares posando orgullosamente en sus brazo izquierdo era verdaderamente de temer. Pronto llegarían al instituto donde Tony pasaba sus días.

Los tres hombres salieron del coche, dos sudados y algo débiles. Ambos parecían dos escoltas personales con uniformes, ambos con camisas blancas y pantalones de cargo junto a botas negras militares, era extraño ver eso, aún mas en un instituto corriente (quitando el hecho de que era mixto entre lobos y mitad-lobos). Las personas de mayores cursos salían primero, madres y padres los rodeaban con interés, no solo eran Lobos puros, eran militares... Y a parte los hombres más guapos, parecían de revista.

Fue cuando la segunda canpana sonó, dejando al salir a los niños de cursos mas bajos, entre ellos, todos, un pequeño niño salió caminandu, no tan alto, pelo castaño y parado con gel, camisa negra con rayas rojas, unos pantalones que le quedaban un poco grandes y una mochila verde chillón. Era una persona pequeña, irradiaba luz y brillo por donde pasara, tenía una sonrisa agradable, ojos grandes y preciosos, unas pestañas y cejas castañas preciosas... Absolutamente esa persona era Tony.

El pequeño parecía despedirse de todo aquél que le dirigiera la palabra, caminando a su mejor amigo Bruce... Hasta que el menor de los Stark paró en seco, quedándose atónito por momentos hasta chillar y correr a lo que parecía un Howard Stark sonriente.

Vati*— se escuchó su grito a la vez que caía a los brazos de Howard, éste lo cargó y lo lanzó al aire, mordiendo sus mejillas hasta hacerlo reír. El menor sonrió y dejó escapar una pequeña risita, se volteó y le hizo un ademán a Bruce.

—Hola, Banner— saludó con una sonrisa el Alfa, Bruce hizo una pequeña reverencia con su cabeza, aceptabdo el saludo y devolviéndole un: "Buenas Tardes, señor Stark".

La formalidad entre el pequeño y Howard hizo que Steve hiciera una mueca algo rara, fue cuando Tony se dio cuenta de dos grandes cuerpos atrás de su Papá. Al principio se mostró confuso y desorientado, después se llenó de misterio y al final les dedicó una sonrisa, una sonrisa tan amable y llena de alegría que hizo que Bucky se tapara la boca y se volteara.

—Barnes, no— jadeó Steve tomando a su amigo del hombro ante tal acción.

Vati, ¿quiénes son ellos?— preguntó en un susurro, no quería ser grosero preguntando a todo volúmen, en especial quería saber el nombre de uno de ellos en especial. Howard notó la mirada curiosa de Tony, no diciendo nada al respecto y queriendo mantenerlo en un pequeño y divertido secreto.

Los ojos del niño brillaron, se bajó de los brazos de su Papá y se escondió detrás de sus piernas, aferrándose a los pantalones que este traía, el Soldado que atraía la atención de Tony parecía estar también interesado el niño. No se le podía negar, Tony era alguien que llamaba la atención rápidamente, parecía ser alguien que no tenía odio en su corazón, parecía que quisiera cuidar de todo ser humano exiatente y era así, Tony provocaba una perdición en cualquier persona, una hermosa sonrisa agradable que lograba derretir el corazón de la persona más fría.

Hallo*— Saludó el pequeño, saliendo de poco a poco detrás de las piernas de su padre.

Ambos soldados se voltearon a verse, parpadearon y volvieron su vista a Tony, conmocionados por la bella sonrisa tímida que ahora les daba. Aún así no hablaron, solo hicieron un pequeño asentamiendo de cabeza, de los dos al cual peor se veía Bruce se acercó.

Protector [Stony]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora