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− ¡Eh! Min – el alfa despertó de sobresalto y miró a Jimin con rabia en sus ojos.

Jimin puso atención. Por lo que recordaba, el alfa no estaba tan herido cuando lo encontraron, su mirada estaba cargada de impotencia además de la rabia. Había jarras con agua sucia, gazas manchadas con sangre y había un persistente hedor a orina.

Frunció su ceño con desconcierto para luego pasar a la furia.

Su manada no se caracterizaba por ser cruel, ni siquiera con los reclusos y menos con los que aún no tenían un juicio.

Sintió vergüenza porque al fin y al cabo era su responsabilidad vigilar a los guardas. Fregó su rostro con estrés y gruñó haciendo saltar un poco al forastero, quien vio el cambio oscuro que se apoderó del bonito rostro del omega.

Min evitó estremecerse cuando el hombre se hincó frente a él, pero no pudo evitar intentar adoptar una pose defensiva, intentar porque tenía sus manos atadas a su espalda. Aunque quedó aturdido unos segundos antes de alejarse por inercia cuando la mano del omega se acercó a su rostro. Jimin sólo quitó la mordaza para darle de beber agua del grifo que había dentro de la celda.

 Jimin notó la necesidad en el hombre cuando el agua comenzó a correr y con sus manos le ayudó a beber, pues no tenía nada mejor al alcance y Min no se veía en condiciones para ponerse de pie. El hombre dudo por orgullo o desconfianza, pero terminó de acortar la distancia de todas formas.

Jimin evitó alejarse cuando los labios secos del forastero tocaron su mano y el hombre bebió con avidez el agua esa vez y las veces que siguieron.

−Soy el jefe Jeon, me puedes llamar por mi apellido – habló Jimin cuando lo vio un poco repuesto y el hombre le puso atención −. Pido disculpas por lo que sea que haya pasado, debes comprender que no se dio ninguna orden – pausó −. No nos caracterizamos por ser desalmados, me encargaré de quienes se atribuyeron poder que no tenían ¿Entiendes? – el hombre por fin asintió −. No sé realmente si eres enemigo o si necesitas algún tipo de ayuda, pero no lo sabremos si no cooperas con nosotros – habló con voz neutra, plana, lo normal.

−Lo haré – terminó por decir el hombre después de unos minutos en intento de leer al omega, pero no logró sacar mucho de su expresión en blanco, nada, mejor dicho. Confió en él de alguna extraña manera.

−Entonces hablaremos después de que te des una ducha.

Jimin llamó a un gendarme que ayudó al foráneo a meterse debajo de la llave, aunque solo se empapó porque no podía hacer nada más, pero por lo menos el desagradable olor había desaparecido.

Jimin volvió a mirar al alfa cuando se sentó ya vestido con ropa limpia e incluso su expresión se veía mejor así que comenzó a pensar en qué preguntas podría comenzar a formular.

−Jefe – Jimin salió de su mente al escuchar a Jungkook e hizo un movimiento para indicarle que ingrese.

Ellos se dirigieron una mirada significativa que Min no pasó desapercibida y luego lo miraron a él de brazos cruzados como si lo estuvieran midiendo. Reconoció al alfa que acababa de llegar como el que lo salvó antes de que lo mataran.

Black Moon - YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora