Prólogo
Jimin es el jefe de seguridad y la mano derecha del alfa de la manada donde vive a pesar de ser un omega, rompiendo todos los estigmas y creencias de lo que se supone deben hacer los omegas.
Vive como quiere, hace lo que quiere y ningún alfa...
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−Yo... necesito ayuda – terminó por expresar Min cuando no halló que decir después de varios minutos −. Soy el menor de los hijos de Junghyun Min de la manada West y vengo en nombre de Gabriel mi hermano... o algo así.
− ¿A qué mierda te refieres con eso? – habló Jimin con exasperación, ya estaba a punto de llegar a su límite de tolerancia. La mano de Namjoon dio una palmada amistosa en su hombro y el omega le miró un segundo, terminando por asentir.
−Necesito que seas lo más claro que puedas y dudar lo menos posible tus palabras, muchacho – habló pacientemente el anciano Rai.
−Es complicado – aclaró Jihan y Rai le dio un asentimiento sabiendo que tenía razón −. Hace dos años más o menos comenzó algo así como una revuelta – dijo cuidadosamente viendo a los tres hombres a los ojos porque sentía que alguno en cualquier momento se lanzaría a su garganta –. Después de unos meses enviaron a un grupo de alfas a una misión, aquí y en otras manadas – vio de inmediato como el rostro de los Kim se volvían de piedra y como la furia de Jimin llegaba claramente a su expresión. El omega se levantó estrepitosamente con su cuerpo demasiado tenso como para ser sano y comenzó a caminar de un lado a otro como una bestia enjaulada.
−Así que tu jodido alfa mandó ese ataque – interrumpió Jimin, afirmando furibundo, mientras el anciano le miraba fijamente y Namjoon también, pero se veía como si en verdad estuviera perdido en sus pensamientos.
− ¡No! No – negó Jihan maldiciéndose por no aclararlo primero −. No fue nuestro alfa... mi padre – hizo una pausa tragando saliva y luego levantó su mirada de nuevo −. Alfa fue asesinado en la revuelta – dijo con el estómago revuelto mientras los tres hombres lo miraron incrédulos.
− ¿Por qué no fuimos informados de eso? – Rai y Namjoon esperaron la respuesta ansiosamente. Cada que sucedían ese tipo de situaciones se avisaban entre manadas por el bien del tratado de paz.
−No supimos hasta que las cosas empeoraron, pero en ese entonces nos engañaron y también a la manada – Jihan vio como el actual líder pasaba una mano por su rostro en signo de frustración y cómo Jimin volvía a su puesto con su rostro en blanco, pero sus ojos ardían en rabia como si su animal estuviera a punto de controlarlo −. Dijeron que una manada al sur lo había hecho, pero yo vi a esos hombres en la manada una que otra vez, los que encontraron el cuerpo, y tenían algo raro, pero no sabría decir el qué – continuó −. Según lo que me dijo un aliado, esos ataques que enviaron a las otras manadas fueron para producir altercados y culpar a la primera que atacara de vuelta, pero ninguna cayó en la trampa. No me extraña que no lo anunciaran, sería sospechoso y tendrían a otras manadas metiendo la nariz en sus asuntos.
−Por favor prosigue – habló con voz rasposa el alfa Rai cuando el foráneo quedó unos minutos en silencio.
−Mi hermano por herencia debía tomar el cargo de alfa de la manada, pero el desapareció cuando mi padre sucumbió. Yoongi estaba con él ese día – Jihan suspiró entrecortado −. Le dijeron a la gente que Yoongi lo había matado y había huido por la culpa, pero nadie lo creyó. Por eso después de una supuesta investigación dijeron que otra manada los había asesinado a ambos, aunque sólo encontraron el cuerpo de mi padre – el forastero pasó su mano tras su cuello tocando el tatuaje que todos los Min tenían en el mismo lugar tratando de darse un poco de consuelo. Por suerte el leve aroma del omega estaba presente y lograba calmarlo un poco, aunque su olorcillo estaba muy leve.