Prólogo
Jimin es el jefe de seguridad y la mano derecha del alfa de la manada donde vive a pesar de ser un omega, rompiendo todos los estigmas y creencias de lo que se supone deben hacer los omegas.
Vive como quiere, hace lo que quiere y ningún alfa...
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Demoraron menos de dos días en volver porque ya conocían el camino y mientras los hombres que los acompañaron se marchaban a hacer sus obligaciones o a descansar, Namjoon junto a Yoongi caminaron a la oficina de Jimin después de volver a vestirse con las mismas ropas con las que se fueron, pero el omega no estaba allí.
Namjoon de inmediato se dirigió a la puerta adyacente a la de salida y el olor del chico golpeó con fuerza a Yoongi. Le sorprendió también que la sala fuera más espaciosa de lo que esperaba y que esta fuera una especie de gimnasio.
−Alfa – dijo Jimin con burla cuando vio al líder parado en la puerta y Namjoon rio con él.
−No seas payaso – Jimin se abrazó agotado al saco de boxeo y miró unos buenos segundos al alfa al lado de su amigo.
− ¿Cómo fue todo? – preguntó caminando en busca de una botella de agua para hidratarse.
−Bien, pero hablaremos más tarde. Quiero ir a ver a mi familia – Jimin lo miró irse con una interrogante en su mirada, pero se quedó en silencio.
Miró ahora a Yoongi que se quedó de pie en la puerta y se observaron unos breves minutos.
− ¿Puedo quedarme? – Jimin frunció sus cejas y lo analizó, terminó por encogerse de hombros sin entenderlo del todo, no comprendió para qué se quedaría −. Gracias amigo – dijo Yoongi recalcando la última palabra mientras recibía una mirada en blanco de Jimin a pesar de que su estómago cosquilleó por la mirada alegre del hombre.
Después de otro trago largo de agua volvió a su entrenamiento golpeando con rapidez el saco combinando con patadas. Ignoró lo mejor que pudo la intensa mirada del hombre, aunque lo distraía bastante. Era más consciente de Yoongi de lo que le gustaría admitir.
Jimin lo sintió moverse alrededor, pero no lo miró ni siquiera por curiosidad hasta que estuvo detrás de él. Se detuvo tenso cuando lo escuchó inhalar con fuerza porque eso hizo a su piel de gallina. Miró al frente encontrándose con la mirada profunda de Yoongi a través del espejo y se estremeció visiblemente al verlo volver a inhalar inclinándose a su nuca.
− ¿Qué estás haciendo? – Jimin sintió al hombre acercarse más, casi rozando su nariz con la piel sudorosa para olerlo de más cerca, aunque no lo tocó.
Jimin se quedó quieto, dejándose llevar unos segundos y permitiendo que el alfa lo oliera a su antojo porque eso era lo que su omega quería, pero cuando sintió los labios de Yoongi rozar su cuello de lo cerca que estaba dio un codazo hacia atrás, por instinto, dándole en el estómago y se giró golpeándolo en el pecho con fuerza desmedida, haciéndole caer.
Yoongi con dificultad para respirar y descolocado atrapó el pie desnudo de Jimin cuando iba a lanzarle una patada haciendo que el omega tocara el suelo junto a él, y comenzaron una lucha con llaves, golpes no tan fuertes como para lastimar y respiraciones agitadas.
