⚡️Capítulo 3⚡️

854 93 9
                                    


Habían pasado unos treinta minutos de que las clases comenzaron pero Jeongin todavía no aparecía y eso de alguna forma estaba molestando a Hyunjin, pues pensó que el menor abusó de su confianza para saltarse las clases; y el solo pensar eso lo hacía enojar más.

Salió hecho una furia en busca de Jeongin, pensando que estaría en la tienda de la escuela comiendo o haciendo cualquier cosa menos estudiando, que es lo que se suponía debería estar haciendo.

Busco en todas partes pero no estaba, y no pudo haber escapado pues la escuela tenía vigilancia por todos lados y ya lo habrían reportado.

Se comenzó a preocupar pero nadie le sacaba de la cabeza que ese mocoso estaba jugándole una broma y esa sensación se esfumó haciendo que Hyunjin recordara su enfado. Buscó nuevamente pero esta vez por alguna razón se cruzó por su cabeza echar un vistazo en el baño, y grande fue su sorpresa al encontrar al menor inconsciente en el frío piso del baño, y sangre escurriendo de su nariz y su boca.

El mayor se asustó mucho al verlo inconsciente y algo pálido, sus labios estaban secos y un hilo de sangre bajaba de estos, sus mejillas tenían lagrimas secas y hematomas que no tardaban en formarse.

-Jeongin, ¿qué pasó?- preguntó con preocupación y algo de arrepentimiento en su voz.

Preocupado levantó al menor entre sus brazos, sorprendiéndole lo ligero que estaba y lo pequeño que era para un adolescente de su edad. lo llevó a la enfermería donde le pusieron analgésicos y unas curitas en la cara para curar sus pequeños rasguños.

El desmallo se fusionó con el cansancio que tenía el menor y se quedó profundamente dormido en la enfermería. Cuando Hyunjin llegó por él no tuvo otra elección más que llevar al menor a su casa, pues no sabía en donde vivía y la escuela no tenía información suficiente como para poder encontrar el hogar del menor.

Pasaron las horas y un nuevo día llegó.
Jeongin despertó de su profundo sueño asustándose por no conocer el lugar en el que se encontraba, sus ojitos se empezaron a llenar de lágrimas al mirar su cuerpo lleno de moretones y rasguños, pues lo hacía sentirse tonto y un bueno para nada al no saber defenderse.

De pronto Hyunjin entró por la puerta con una bandeja con comida en las manos que fue depositada rápidamente en la cama al observar como él pequeño en su cama le escurrían unas cuantas lágrimas de los ojos.

-¿qué pasa?- preguntó con preocupación en su voz.

-Nada- respondió cabizbajo.

-Puedes tomar una ducha si quieres y después le llamo a tus padres.

-N-No puede.

-Lo siento, pero de todos modos tengo que llamar a alguien que esté a cargo de ti.

-Vivo solo, no tengo a nadie que cuide de mi. - sus ojos se cristalizaron y su mirada se fijó en sus pies.

-Perdón, solo creí que... lo siento mucho.

-está bien, ya me acostumbre.

-Cuéntame algo. - Jeongin levantó la mirada e hizo un ademán con la cabeza, dandole a entender al docente que prosiguiese

-Que fue lo que sucedió ayer.

-Solo fui al baño y... resbalé. - mintió, como si no hubiera pasado nada el día anterior

-Okey, si no me quieres contar esta bien.- mencionó ya un poco cansado del silencio del más pequeño.

-Disculpe... olvídelo.

-Dime, que necesitas?

-P-puedo comer un poquito... tengo mucha hambre. -miró hacia sus pies que se movían con nerviosismo.

-Esta bien lo traje para ti, no hay ningún problema si te lo comes todo- le dio una sonrisa que causó un sonrojo en las mejillas contrarias.

Estuvo apunto de hablar pero vio cómo Jeongin comía con desesperación y eso lo sorprendió mucho nunca había visto a una persona comer tan rápido.

-Tenemos que apresurarnos para llegar a la escuela a tiempo.

Y sin más el menor se alistó para ir a la escuela acompañado de el profesor.

El día transcurrió normalmente para Hyunjin. Su interés por aquel estudiante que le sonreía con tanta sinceridad había crecido un poco más que la vez anterior, quería saber más sobre él y quería ayudarlo, pero lo que no sabía era que con sus acciones día a día estaba ayudando al pequeño y le estaba demostrando su preocupación y su lado amable, que ni él sabía que existía.

O tal ves si, pero no en esa magnitud.


____________________________.

✖️IRRESISTABLE✖️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora