Después del desayuno y las pataditas de su pequeño bebé; la pareja se dirigió a la escuela, donde el más pequeño se dedicó a estudiar y el mayor a dar clases de cálculo.Faltaba una clase para el descanso y Jeongin no podía parar de pensar en un yogurt de fresa con una barrita de chocolate en el centro, y trocitos de fruta regados por todas partes del espeso y delicioso snack. Así que cuando acabó la clase de inglés se dirigió hasta el comedor de su escuela para poder saciar su hambre.
Cuando tuvo el antojo en sus manos no tardó mucho en devorarlo y tener ganas de otro, pero antes tenia que ir a hacer pipí.
Se dirigió hacia el baño mientras palmeaba su pancita como un pequeño tambor. Entró al baño y desabrochó su apretado pantalón, sintiendo la liberación enseguida.
Hizo sus necesidades e intentó abrochar de nueva cuenta la prenda, pero el botón ya no cooperaba. Tal vez había sido ese yogurt de hace un rato, o las papitas y el batido que había comido en filosofía.
Hizo un puchero e intentó de nueva cuenta, esta vez lográndolo y sintiendo de inmediato lo apretado que se sentía traerlo puesto.
Levantó su enorme suéter, dejando ver el costado de su pancita y el rollito de grasa que se formaba por lo ajustado de su ropa. Así que solo atinó a tomar su lonjita y hacer un puchero todavía más pronunciado.
Estaba dispuesto a regresar al comedor, pero cuando se dio la vuelta se encontró con un Changbin recargado en la pared y con los brazos cruzados; mirándolo con una sonrisa burlona.
-¿Cuándo te pusiste tan gordo Jeongin?- preguntó mientras se acercaba lentamente al más pequeño.
-D-Déjame en paz, Changbin.
-Si antes me dabas asco, imagina ahora que pareces un cerdo. Tan gordo y asqueroso.- dio un paso más cerca de Jeongin y este se asustó cuando la nariz del contrario tocó la suya. Quería dejar de sentir su asquerosa respiración, así que lo empujó lo más fuerte que pudo e intentó correr fuera del baño, pero el mayor lo tomó del cabello para después azotarlo en la pared y le dio una cachetada lo suficientemente fuerte como para tirarlo al suelo de inmediato, sollozó y tocó su mejilla adolorida. Por un momento pensó que esto había terminado.
Jeongin supo de inmediato que tenía que cubrir a su bebé y huir lo más rápido posible.
Intentó levantarse, pero no pudo porque una patada lo impidió. Se hizo un ovillo creyendo que duraría mucho tiempo, pero después de esa patada todo paró, alzó la mirada y seo ya no estaba.
Se levantó y revisó su cuerpo; notando que los golpes más notorios eran en la cintura y en la espalda. Por el empujón y por la patada milagrosamente a un lado de su pancita.
Se quedó un rato más en el baño para después lavar su rostro, y salió del baño sobando su cintura. Su bebé pateo suavemente haciéndole saber que ahí estaba, y que esperaba con ansias su yogurt con cereal, aún tenía hambre. Pero no planeaba volver a comer, no después de lo que dijo e hizo Changbin.
Porque en algo tenía razón; se había puesto gordito, y mucho. Desde el primer mes hasta ahora, había aumentado al menos siete kilos. Y si seguía así, tal vez ya no le guste a su Jinnie.
Antes solía decirle lo lindo que era su cuerpo y que le encantaba recorrerlo entero. Pero desde que su pancita creció, ya casi no le dice que se ve lindo o que tiene un lindo cuerpo. Y eso lo puso triste, porque tal vez Hyunjin lo había dejado de querer hace meses y no se había dado cuenta.
Las horas pasaron y llegó el momento de ir a casa. Subió al auto del mayor y abrochó su cinturón de seguridad, acomodándolo para que no apretara demasiado su barriguita.
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✖️IRRESISTABLE✖️
RomanceHyunjin es el nuevo maestro de preparatoria de jeongin. Un adolescente arisco del cual todos disfrutan burlarse y molestar. Pero no todo es tan malo, al menos desde que conoce a su nuevo profesor de cálculo; de quien termina perdidamente enamorado...