✖️IRRESISTABLE✖️

⚡️Capítulo 8⚡️

Jeongin se encontraba por entrar a la escuela, y el simple hecho de que se encontraba apunto de ver a Hyunjin hacía que su corazón se acelerara.

Caminó por los extensos pasillos hasta encontrar su casillero y guardar los libros que no correspondían a la siguiente clase. Cerró la pequeña puerta de su casillero y caminó directo a su aula.

Cuándo entró logró ver a Hyunjin calificando algunos exámenes de la semana pasada, y le dió un poco de curiosidad, así que se acercó al escritorio del docente y lo miró fijamente hasta que se dio cuenta de que el menor se encontraba ahí.

Cuándo el mayor logró ver que se trataba de Jeongin, su lindo rostro se iluminó y sus labios asomaron una hermosa sonrisa haciéndole saber al contrario que estaba muy contento de qué él fuera la primera persona que veía en la mañana.

-Ho-Hola, hyung.- saludó con una sonrisa tímida y un sonrojo en sus mejillas.

-Hola, Jeonginnie.- respondió con una gran sonrisa.

"Jeonginnie" eso sonó muy bonito. Aún no se acostumbraba a el "Innie", y él mayor ya lo llamaba con un apodo diferente.

-Ah... y-yo s-solo, amm... voy a-a tomar mi lugar- su curiosidad por saber los resultados de los exámenes se fueron al caño, pues el perfecto rostro de Hyunjin había desconcertado al menor. Así que se fue con un sonrojo muy notable en sus mejillas.

-Que lindo eres.- dijo Hyunjin en un susurro que tristemente para él, resonó por toda el aula llegando hasta los oídos de Jeongin.

-Gra-Gracias.- respondió con un gran sonrojo y su rostro enterrado en su escritorio.

Hyunjin levantó la vista de los papeles, un poco sorprendido de que el menor lo haya logrado escuchar, pero aún así sostuvo una enorme sonrisa por la inocencia de Jeongin.

-De nada, Jeonginnie.

•*+*•

La hora de almorzar llegó, y tal y como Jeongin había prometido, estaba desayunando con el docente en él aula.

Le gustaba la sensación que dejaba el estar cerca de Hyunjin. Lo hacía sentirse seguro y feliz.

Y la razón por la que se sentía feliz, era por que notaba que Hyunjin lo trataba diferente, con más cuidado y más bonito. Siempre lo tomaba de las mejillas y le sonreía de una manera hermosa, que hacía que el rostro de Jeongin enrojeciera.

Solía sacudir el cabello del menor con cariño y ternura, y en algunas ocasiones besaba la coronilla de su cabeza o su frente, dejando una hermosa sonrisa en los labios del menor.

Y ahí estaba Jeongin, sonriendo como un tonto, solo por las acciones cariñosas del docente. Y se sentía increíble por el echo de que Hyunjin era la primera persona que lo trataba con tanto cuidado y cariño.

-Hyung, no es justo que me comparta de su almuerzo y que yo no le ofrezca nada.

-Ya te dije que es suficiente contigo. Me agrada tu compañía, Innie.- sonrío de una manera cálida y apretó su mejilla cariñosamente.

-¿Enserio le agrado?- preguntó con un toque de temor en su voz.

-Si Jeongin, me agradas mucho. - dijo serio pero con la mirada llena de ternura.

El rostro de Jeongin enrojeció y una gran sonrisa se asomó, dejando ver su perfecta dentadura.

-A-A mi también me agrada, hyung.- dijo con la cabeza gacha.

sus mejillas se abultaron y sus ojitos desaparecieron gracias a la reciente sonrisa.

-Eres tan tierno y bonito, Innie.- tomó la cabeza del menor y se acercó a su rostro, sintiendo como la respiración del contrario se entrecortaba y su corazón latía con fuerza. Lo miró a los ojos y pudo notar el nerviosismo en ellos, sonrío de lado y con mucha delicadeza besó la nariz del menor.

Se separó del rostro de Jeongin y revolvió sus cabellos con cariño.

-Te quiero Jeonginnie.

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Perdón por tardar