Mes 3.Jeongin se encontraba plácidamente dormido en la cama del mayor, ya que se había estado quedando en casa de Hyunjin. Más específicamente desde que este se enteró que tendrían un bebé.
El docente le propuso vivir juntos y el menor no dudó en ponerse muy feliz y decir que sí. Aún no llevaban todas sus cosas, pero ya tenía la mayoría de su ropa en casa de su hyung.
Se removió entre las sábanas y se estiró, causando que alguien le regañara desde lejos.
-No te estires tanto, Innie. Puedes lastimarte, tu pancita ya no es tan pequeña.- Hyunjin dijo y rápidamente se acercó con una enorme bandeja llena de cosas ricas que le gustaba comer a su novio.
-Lo siento.- habló y de inmediato puchereo.
-Está bien, bonito. Exageré un poco.
Dejó la bandeja con el rico desayuno en la mesita de noche, sonrió y con una de sus manos acarició suavemente la pequeña pero redonda pancita de Jeongin.
-Tengo mucha hambre.- habló el menor mientras simulaba mordidas con su boquita.
El docente sonrió y le dió un casto beso en los labios al menor, para después despeinar la castaña cabellera.
-Eres tan lindo que podría comerte en este mismo instante.- susurró en el oído del más pequeño.
Jeongin soltó un sedoso y agudo suspiro que logró poner una media sonrisa en la cara de Hyunjin.
-No podemos hacerlo, niño pervertido.- dijo el mayor con un toque de seducción y suavidad en su voz, haciendo que en la cara del menor apareciera un potente sonrojo.
-Eres muy malo, Jinnie.- Jeongin hizo un pequeño puchero e intentó levantarse de la cama, sin darse cuenta de que una de las sábanas se había enredado en su pierna.
Empujó un poco el cuerpo del mayor e intentó avanzar, cuando de pronto tropezó; mirando como su pequeño cuerpo caía poco a poco en el frío piso. O hubiera sido de esa manera si Hyunjin no lo hubiera sujetado fuertemente de su brazo derecho.
-¿Estás bien, amor? ¿No te lastimaste?
-Estoy bien Jinnie, solo no me fijé bien.
Hyunjin levantó a Jeongin en sus brazos, haciendo que el más pequeño enredara sus piernas en la cintura contraria.
El mayor acarició la cabeza y espalda de Jeongin logrando que este se abrazara aún más fuerte a su fornido cuerpo, y que su redonda y gordita pancita se presionara contra su plano abdomen.
-Tengo hambre, Jinnie.- habló y acarició su pancita qué ya comenzaba a gruñir por comida.
-Está bien, hermoso, vamos a desayunar.- dijo con una sonrisa que hizo desaparecer sus ojos.
Sentó a Jeongin en la cama y le colocó la bandeja de comida en las piernas para que comenzara a comer, sin darse cuenta de que el más pequeño estaba devorando todo pero con un puchero adornando cada bocado que daba.
-¿Que pasa, bebé?- preguntó demostrando su preocupación y acarició el muslo de su novio.
-E-Es que... me tratas muy bonito y-y me preparas comida muy rica... Incluso me llamaste hermoso.- dijo entre lágrimas e hipidos que no podía controlar.
-Te trato "bonito" porque es lo que te mereces, to preparo comida porque sé que mis dos bebés necesitan comer bien para estar fuertes y te dije hermoso porque esa es la verdad.- dijo sonriente. -Ahora comete toda la comida, bebé.
Si bien las náuseas habían desaparecido desde hace algunas semanas; las lágrimas y los antojos masivos nunca faltaban en su pequeño novio.
Al principio creyó que los antojos no serían tan fuertes ya que en el segundo mes de embarazo, todo lo que ingería lo vomitaba. Pero cuando las náuseas desaparecieron, comenzaron los antojos y las inmensas ganas de llorar por todo lo que ocurría en su vida cotidiana. Y eso le parecía lo más lindo del mundo.
ESTÁS LEYENDO
✖️IRRESISTABLE✖️
РомантикаHyunjin es el nuevo maestro de preparatoria de jeongin. Un adolescente arisco del cual todos disfrutan burlarse y molestar. Pero no todo es tan malo, al menos desde que conoce a su nuevo profesor de cálculo; de quien termina perdidamente enamorado...