⚡️Capítulo 6⚡️

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Hyunjin miró con una mueca dé tristesa al menor; se miraba avergonzado y con un toque de tristeza. La consulta terminó, y el doctor los dejó un tiempo a solas, ya que notó el ambiente entre estos dos.

El menor todavía no alzaba la mirada, tenía miedo de que Hyunjin lo regañara por el mal estado en el que se encontraba su cuerpo.

-L-Lo siento, hyung.- levantó la mirada y se encontró con el rostro preocupado de Hyunjin.

-¿Por que te disculpas?

-Porqué estoy echo un asco... Ya se que me habla solo por que le doy lastima. Todos lo hacen. - sus ojitos comenzaron a picar, y su vista se nubló a causa de las recientes lágrimas.

-No te hablo porque me des lastima, lo hago por qué eres una persona increíble y adorable, eres mejor de lo que crees y quiero que entiendas que tú cuerpo no está de este modo por tu culpa, es solo que... te han dejado solo por mucho tiempo. Pero ahora estoy yo, y te voy a cuidar para que nadie te vuelva a lastimar. Yo no te dejaré solo. - mencionó con seguridad, mientras abrazaba al menor.

-¿De verdad no se va a ir?, ¿no me va a dejar solo?

-Lo prometo, pequeño.

- Ya no quiero estar aquí, profesor.- pidió casi en tono de súplica.

-Okey, solo tenemos que pasar por tus medicamentos y nos vamos de regreso a la escuela.

El menor miró la receta en el escritorio del doctor que los había atendido anteriormente. Y la tomó entre sus manos para poder verla mejor.

Revisó meticulosamente cada parte del papel, hasta que lo encontró.

Los números.

Sus ojitos se abrieron a más no poder al ver el precio de las medicinas que le habían recetado. Eran excesivamente caras para su gusto.

-E-Está bien, no necesito medicamentos. Podemos irnos y después vendré a cómpralos.- sus manos jugaban nerviosamente entre ellas, mientras miraba la expresión seria del mayor.

-Yo compraré las vitaminas y las pastillas que te recetaron.- mencionó con una media sonrisa en su rostro.

-Prometo que le pagaré.- dijo en un tono bajo, pero que aún así el mayor logró escuchar.

-Ya se. Como recompensa almorzarás conmigo en el salón. Y no puedes negarte.

Los labios de Jeongin se convirtieron en un puchero, bajó la cabeza y un leve color carmín decoró sus mejillas.

-Eso suena más como un castigo para usted, que una recompensa.

-Claro que no. Me encanta pasar los almuerzos contigo, es más divertido y entretenido desde que comemos juntos.

Los ojos de Jeongin brillaron, y su sonrojo fue más evidente para Hyunjin.

-A-A mi también me gusta pasar mis almuerzos con usted... Me siento más seguro.

-Lo ves, es una gran recompensa para mi.- dijo mientras acariciaba la cabeza de Jaongin.

Compraron las medicinas y vitaminas que el doctor le había recetado al menor, y partieron rumbo a la escuela.

•*+*•

Las clases terminaron y con eso los salones se vaciaron. Bueno, casi todos.

Jeongin y Hyunjin se encontraban jugando ajedrez en él aula que le correspondía al mayor.

Al docente le encantaba este juego, pero le encantaba más la carita de confusión que tenía él más pequeño, pues no entendía como con tan solo unos minutos de juego Hyunjin ya le había comido a todos sus peones, una de sus torres y dos de sus caballos.

-No es justo, Hyunjin hyung. Usted quiere comerse todas mis piezas. - dijo mientras hacía un puchero y su ceño se fruncía.

-De eso se trata él juego, Innie. - Mencionó un tanto divertido.

-Ya no quiero jugar. Usted es demasiado bueno- susurró lo último, pero aún siendo escuchado por el mayor.

-¿Ya no quieres jugar?- Hyunjin preguntó con una mueca de desilusión fingida, que claramente el menor se creyó.

-N-No es eso, solo que no soy lo suficientemente bueno como para ganarle en ajedrez.- contestó rápidamente mientras agitaba las manos en forma de negación.

-Es broma, Innie. Yo también ya me aburrí de tanto ganar- dijo con gracia plantada en su voz.

-Que gracioso- mencionó con sarcasmo para luego reír. Era tan lindo.

-Bien, vamos a guardar el juego.- el mayor tomó la caja del ajedrez y comenzó a guardar él tablero, y Jeongin hizo lo mismo pero con las piezas.

El menor casi terminaba, pero no contaba con que una de las piezas se fuera rodando justo debajo del estante donde el docente guardaba sus libros.

Gateó hasta que estuvo a un lado de él, y metió su pequeña mano por debajo del mueble, y así poder alcanzar la pieza.

Logró tomar lo que buscaba, pero Hyunjin decidió asustarlo en el momento menos oportuno.

La cabeza y brazo de Jeongin chocaron fuertemente contra el estante de madera, causando así que este se viniera abajo, yendo directamente al cuerpo del menor.

El mayor reaccionó y se puso justo enfrente de el menor, evitando el feo golpe.

Los brazos de Hyunjin sostenían su cuerpo para así no aplastar a Jeongin, pero el peso del estante sobre su espalda venció la poca fuerza que quedaba en sus brazos. Haciéndolo caer sobre el más pequeño.

Sus bocas se tocaron por algunos segundos, una corriente eléctrica recorrió ambos cuerpos, dejando a los dos en estado de shock y sin mover ni un solo dedo.

El mayor hizo su mejor esfuerzo para levantarse, pero el estante en verdad pesaba. Logró volver a levantar él mueble en su espalda, y así lograr liberar el cuerpo de Jeongin.

Afortunadamente ambos lograron salir sin un rasguño, pero lo que no pudieron evitar llevarse fue un par de corazones bombeando a todo lo que podían, y sonrojos que no pudieron disimular.








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