⚡️Capítulo 13⚡️

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-Hyunjin hyung, despierta. Ya está listo el desayuno.

-Hay que dormir más, Innie.

-No hyung, me prometiste un helado y lo que prometes tienes que cumplirlo. - un bonito y adorable puchero adornó la linda boquita del menor, haciendo sonreír a Hyunjin.

-Está bien, tendrás tu helado, Jeonginnie.

-Querrás decir novio precioso y lindo.- dijo Jeongin mientras meneaba las pestañas y ponía una sonrisita inocente.

El mayor se carcajeó y acarició la mejilla de Jeongin, para después mirar los labios del contrario y besarlos fugazmente.

-¿Desde cuando mi novio se volvió tan vanidoso y lindo a la vez?

-Desde que una persona me dijo que no recibiría besitos si seguía pensando que no soy normal. Y yo siempre he sido lindo.- habló para después arrugar la nariz haciendo sonreír a Hyunjin.

-Bien bebé, vamos a desayunar y...

-Y después vamos por mi helado, ¿verdad?

-Esta bien, pero después tienes que hacer la tarea de mi clase. No creas que por ser mi novio te pondré un diez en tus calificaciones, Innie. - dijo el mayor para después besar sonoramente la mejilla de Jeongin y notar que el ceño del menor se había fruncido.

-Ya lo sé, nunca he tratado de aprovecharme de que hyung es mi profesor.

-lo siento, hice que sonara mal. Yo no pienso que tú seas así ¿me perdonas?- el mayor hizo un pequeño y nada duradero puchero solo para encontentar a su novio.

-Uuh... ahora me debes de comprar dos helados.

-Okey. Te compraré dos.

•*+*•

El desayuno transcurrió entre caricias y sonrisas departe de la ahora pareja.

Hyunjin miró con ojos de enamorado a Jeongin por todo el tiempo qué estuvo comiendo, haciendo que en algunas ocasiones él menor se sonrojara o le lanzara pequeños trozos de servilletas a la cara.

El mayor trataba de cuidar lo mejor posible a Jeongin para que no se volviera a sentir solo nunca más. No quería que volviera a pensar que era una basura o un bueno para nada.

Pudo lograr que él menor subiera algunos kilos haciendo que sus mejillas se volvieran un poco pachoncitas y adorables.

Había logrado que poco a poco el menor aprendiera a amarse tal y como era, aunque todavía quedaban pensamientos negativos y algunas actitudes que demostraban lo inconforme que se encontraba con su cuerpo, su vestimenta o su forma de ser.

Llevaban dos meses siendo pareja, y con ese poco tiempo que llevaban saliendo, Hyunjin sabía que algo no estaba bien con su novio.

Habían pasado dos semanas en las que Jeongin salía muy sonriente y animado de las demás clases, siempre que se topaban en los pasillos de la escuela, el menor le sonreía en grande haciendo que sus óyelos resaltaran.

¿Y eso no era algo bueno acaso?

Lo sería si por lo menos lo mirara a los ojos, o si al menos sus sonrisas no fueran fingidas.

Sabía que los imbéciles de último año no habían parado de molestarlo, pero el problema era que si Jeongin no le contaba lo que estaba sucediendo no podía solo ir y romperles la cara a Changbin y a sus amigos.

Y justo por esa razón hablaría con él después de comprarle sus helados. Tomó a Jeongin de la mano y salieron de la casa de Hyunjin.

Caminaron unas cuantas cuadras hasta que pudieron visualizar la entrada de la heladería. El mayor haló un poco el brazo del contrario para cruzar la calle y entrar al establecimiento.

En el preciso momento en que los pies del más pequeño cruzaron la entrada de la tienda, pudo sentir como su boquita se hacía agua y el mayor lo notó.

Hyunjin se paró frente al mostrador y comenzó a ordenar los sabores que quería en su cono de galleta.

-Quiero uno de fresa y uno de...- el docente estuvo apunto de pedir solo uno para su hambriento Innie, pero por suerte logró recordarlo. -Dos de chocolate.

-Okey, en un momento le entrego su pedido, joven.

-Gracias por recordar que quería dos helados de chocolate, hyung- la carita del menor estaba completamente iluminada y sonriente, hasta que miró hacia otro lado y su mirada se volvió totalmente sombría y su sonrisa se borró por completo.

-¿Que pasa, Innie? ¿No te sientes bien?- el tono de la voz del mayor era de preocupación y confusión.

-E-Estoy bien hyung. Solo... qué hay algo que quiero contarte.

-Bien, he estado esperando este momento desde que comenzaste a actuar raro, Jeongin.- el mayor dijo con el ceño fruncido y con un tono serio.

-Hace algunos días, cuando salí de la escuela... vi a Changbin con su papá.

-¿Que te hizo, bebé?, si te hizo daño dime, lo buscaré y le romperé la cara. - Hyunjin se encontraba más que enojado y con ganas golpear a ese imbécil que siempre molesta a su Jeonginnie.

-Hyung, déjame terminar ¿si?

-Okey.

-Siempre que preguntabas por mi otro papá yo trataba de evadir el tema, p-pero la verdad es que él nos abandonó a mi pipí y a mí. Yo era muy pequeño así que casi no lo recuerdo, pero si recuerdo escuchar a mi papá llorar todas las noches por su culpa.- sus ojitos se llenaron de lagrimas y una expresión de dolor se reflejó en su rostro.

-¿Pero como es que eso se relaciona con ese idiota?

-Jinnie, el día que vi a Changbin con su papá...- el menor limpió sus lágrimas y un pequeño y silencioso sollozo escapó de sus labios haciendo que Hyunjin se preocupara y acariciara su mejilla para reconfortarlo. - Hyunjin, ese señor... él es mi papá. Él abandonó a mi papi para irse con la mamá de Changbin. - dijo para después abrazar al mayor quien se encontraba muy sorprendido por la reciente información.

-Su pedido, joven. Son seis con dieciocho. - la chica entregó los helados y el cambio a Hyunjin.

-Gracias. - respondió y tomó los helados con una mano mientras con la otra mantenía el rostro de jeongin en su pecho.

Salió de la heladería y caminó rumbo a su casa, pero el susurro del menor lo hizo detenerse en la esquina de una calle.

-¿Crees que si él me volviera a ver después de todos estos años me reconocería?

-No lo sé, Innie. Pero si lo hace, ten por seguro que no dejaré que te haga daño, bebé.

-Gracias Hyunjin.- una sonrisa se formó en la boca del menor y el brillo regresó a sus ojitos. - Té amo.

Hyunjin abrió sus ojos y su boca a más no poder y casi de inmediato le plantó un besito en la mejilla al menor.

-Yo también te amo, precioso.- dijo con una sonrisa deslumbrante que hizo a Jeongin sonrojarse. -¿Puedes decir que me amas una vez más?- Hyunjin preguntó mientras miraba expectante al menor.

-T-Te amo, hyung. Te amo muchísimo.

-Eres el amor de mi vida ¿te lo había dicho antes?

-No, pero espero escucharlo más seguido, Jinnie.











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