Capítulo IV - EL OTRO LADO DE LA HISTORIA

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Algunos piensan que Dios tiene un plan para todos, que nuestra existencia tiene una meta, que no estamos aquí por casualidad. Que los embarazos no planeados en realidad son un plan divino que tiene Dios. Dicta que está en nuestras manos tomar la decisión correcta. Entonces... ¿cuál es el plan para algunas personas? ¿Por qué nos lastimamos unos a otros?, ¿por qué resaltamos sus debilidades? ¿Por qué buscamos una diferencia en las personas para burlarnos? El ser humano es la peor plaga que puede existir. Dirán que odio a la humanidad o que soy otra resentida. Probablemente incluso aseveraran que peco de fingir ser la víctima pero... esto no es así. Lo que me hace diferente es que algunas personas siempre han sido mi debilidad... esto lleva a un montón de ellas buscarla para atacarme.

No he tenido una vida como en los cuentos de hadas, ni ha llegado mi príncipe para salvarme. En los momentos más oscuros de mi vida solo he podido pedirle a Dios que me ayude, como seguro ustedes lo han hecho; han sentido tanto miedo que no pueden respirar, que sienten que la vida se les escapa de las manos, han visto la muerte en los ojos de un ser amado. Yo pensaba que era la niña más afortunada a los 3 años. Los vagos recuerdos que tengo de mi infancia no son los mejores, las primeras heridas me las hizo la vida, mi familia; recordar esa noche cuando mi vida cambió para siempre me duele. Recordar mata el alma.

A mis 4 años tenía una familia, unos padres amorosos, dos hermanos y amor. Aquella noche de diciembre, en la que mi padre decidió salir muy tarde a comprar comida para la hermana de mi madre, fue el peor error. Los vagos recuerdos que tengo es de mi madre pidiéndole a mi padre que no saliera, que estaba muy tarde. Pero el muy terco salió y así pasó... desperté al escuchar los llantos de una mujer rogando ayuda. Sentía miedo. Impulsada por la inocencia de la curiosidad me llevaron a acercarme. Ahí estaba él. Tirado el en suelo con sangre a su alrededor. Mi madre lloraba y pedía que no la dejara sola, sus palabras, aquellas que salían con dolor pronunciaron: «PABLO NO ME DEJES SOLA. PABLO DESPERTA, TUS HIJOS TE NECESITAN» Corrí a verlo y su mirada, sus ganas de hablar... ¡¡Dios!! ¡¡¿Dónde estabas esa noche?!! Tomé su mano. Lloré.

«Papito levántate. Papito. Papito por favor levántate, no me vayas a dejar sola...» su mirada reflejaba su dolor.

Mi madre salió a pedir ayuda. Rogar que alguien nos ayude. Necesitaba un hospital y, en medio de su desespero, salió a la mitad de la calle descalza a parar un carro pero nadie quería, nadie quería parar y ayudarnos. Gritaba pero nadie salió de sus casas –egoístas- Logró parar un taxi que cuando miró todo solo dijo «No quiero problemas. Ya veran como hacen, es su problema. Si lo llevo ¿Quién paga para quitar la sangre de las sillas? » Mi madre rogaba y suplicaba «Dios ¿Por qué?, Dios ayúdame" y Dios nunca escuchó porque otro carro paró, unos jóvenes que venían de fiesta se asustaron y tampoco ayudaron. En medio de todo no recuerdo cómo llegó al hospital. Esa fue la última vez que miré los ojos de mi padre. No puedo recordar su voz o el tacto de sus manos, su aroma. No sé si alguna vez me amó, si estaba orgulloso de su hija; mi madre nunca volvió a ser la misma. Murió con él. Nunca contó cómo era él, no guardó nada, ni una camisa, ni una foto. TODO SE FUE ESA NOCHE. EL AMOR. LA VIDA. LA FELICIDAD. Él era el amor de su vida. Su apoyo. Su guía. Quisiera poder hablar con él. Lo odié tantos años. Lo maldije tantas veces por no luchar por nosotros, por mí, por su vida. En medio de este dolor lo llamé cobarde, lo maldije, y maldije a Dios por quitármelo. Aun pregunto ¿por qué?, ¿Por qué Dios me odia? ¿Será por ser NEGRA?, ¿por ESTE COLOR? Mis dolores no pararon. Aún faltaba lo peor, de la persona que menos me imaginaba. Mi propio hermano, mi sangre, tomó la peor decisión.

Me llamó a su cuarto, quería mostrarme algo. Tan solo tenía 5 años, CINCO MALDITOS AÑOS. Creí que era verdad, pero cuando entré cerró la puerta para que mi otro hermano no escuchara. ¡¿DIOS DONDE ESTABAS?! ¡¿PORQUE ME ABANDONASTE?!

Es duro recordar, es como vivirlo una y otra vez. El dolor en el pecho aparece para llevarse mi alma poco a poco... Me acostó en la cama, sus palabras fueron lo peor « No te preocupes, te estoy cuidando», bajó mi ropa y luego mis interiores, tuve miedo pero no sabía por qué, a qué. No entendía lo que pensaba hacerme, no sabía que ÉL, MI HERMANO, ME ARREBATARIA MI INFANCIA. MI INOCENCIA. ¡¡DIOS!! ¡¿DONDÉ ESTABAS?! ¡¿DONDÉ ESTABAS?!... ME VIOLÓ. Ese dolor cuando pierdes tu inocencia... no se imaginan todas las aberraciones que hizo conmigo, con mi cuerpo, me tapaba la boca y con la otra sujetaba mis manos. Qué asco recordar su satisfacción, su voz. Sangraba en todos lados. No le bastó por un solo lado...es cruel esto pero es verdad; me obligó a bañarme y me advirtió que si contaba nadie me iba creer. Oculté todo y el mentiroso solo le decía a mi madre que mi estado era por la muerte de su papá. Mi padre no era su padre; con los días descubrí que odiaba a mi padre y que lo que me hacía era su venganza por cómo lo trató.

La última noche que pasé junto a mi madre y mi hermano menor, me senté afuera de ella con mi hermano. Le mostré el cielo. Le dije que una de las luces arriba era mi papá, que siempre recordara eso, y comencé una nueva vida al lado de la única hermana de mi madre, su hija y su esposo. Me llevó lejos, a vivir en otra ciudad, otra casa. Con otra familia.

Ahora les pregunto ¿Cuándo nace el odio?


NOTA: @Peith-Bleith y @EditorialGaleAlfaro

Estare subiendo los capitulos nuevamente, gracias a la ayuda de la EditorialGaleAlfaro y Peith.

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