Un héroe inesperado TERMINADA

CAPÍTULO 6

A Nick Fairbanks no le gustaba el frío. De hecho lo odiaba. Y más aún tras aquel fatídico día. Parecía como si Phil Lewis hubiera elegido las pruebas premeditadamente para entorpecer la labor de las SSF. Phil sabía que los teletransportistas no tenían permitido aparecerse en una iglesia sin la anterior aprobación del sacerdote. Había sido así desde los inicios de la organización. Si hubieran podido actuar con un poco más de tiempo, aquel hombre no le hubiera disparado a Jane. No quería reconocerlo, pero sentía cómo la situación se le iba cada vez más de las manos, cómo cada vez había más cosas que se escapaban de su control. 

Por esa razón decidió ir él mismo a Rusia para ver lo que Aron Ross le había contado. Un robot de las SSF, desnudo, tirado en la mitad de la blanca infinitud de Siberia. Nick no veía nada, los ojos le lloraban del frío y el viento. El mismo Aron le guiaba hasta el lugar donde se encontraba el robot. Éste tampoco veía más allá de dos metros por delante de él, pero se orientaba con el radar programado que le había prestado Eve, también presente junto a ellos dos. 

-¿Está muy lejos? -preguntó Nick. 

-No debería de estarlo -respondió. 

-Más vale. 

-Nick, estás muy serio. ¿Te encuentras bien? -Eve hizo el amago de cogerle el brazo, pero se retuvo. 

-Perfectamente. -Empezó a andar más rápido para no mostrar lo inseguro que se sentía en aquellos instantes. 

Solo pasaron cinco minutos cuando Aron alzó la voz para avisar de que había encontrado lo que buscaban, pero para Nick fue una eternidad. Se dio la vuelta y le hizo un gesto con la mano a la avanzadilla que los acompañaba para que se detuvieran. 

Los tres miembros de las SSF de New Jersey rodearon al robot guerrero con forma humana que Eve había diseñado. Estaba semienterrado por la nieve, y la imagen chocaba por el buen estado que presentaba el robot, sin un solo rasguño ni ninguna muestra de que el frío le hubiera afectado de algún modo. Eve se agachó para examinarlo, mientras Aron se fijaba en lo inexpresivo que estaba Nick, que simplemente miraba al robot sin ninguna emoción visible. 

-Es nuestro, no hay duda. -Eve se reincorporó tras unos segundos y se sacudió la nieve de las rodillas-. Si tuviera un ordenador podría saber si ha sido hackeado o simplemente le han arrancado alguna parte del sistema... 

-Haz lo que tengas que hacer, Eve -la interrumpió Nick, que giró sobre sí mismo y se dirigió hacia la avanzadilla, donde había un par de teletransportistas-. Llévate todo esto a la sede, Aron. Se discreto. 

-Entendido, señor Fairbanks.

Ya en la sede de las SSF de New Jersey, Nick se encerró en su despacho y encendió el televisor, que emitió un ruido agudo y mostró un panel de opciones. 

-Ponme con enfermería. -Habló en voz alta mientras se sentaba en su sillón sin parar de darle vueltas a lo que acababa de ver en Rusia. 

Alguien había robado el robot, pero eso no era lo peor. El robot tuvo que ser transportado a Rusia en el tiempo que duraba la prueba que estaba haciendo Hugo ayudado por Jane. Y el robot a Nick no le importaba. Le importaba que alguien se hubiera disfrazado de robot, le hubiera robado uno de los localizadores e intentara matar a Jane. Eso era lo que le importaba. 

-Al habla Emma. 

La voz de la encargada del equipo médico de las SSF neojerseítas inundó la habitación, pero su imagen no apareció en la pantalla, lo que quería decir que no estaba en su despacho. 

-Hola Emma, soy Nick Fairbanks. 

-Sé quién eres, corazón. Solo hay una persona que llame a las cuatro de la madrugada para interesarse por un enfermo.