Algunos días han transcurrido de mi inesperado convivir con Chris Evans, a pesar de no conocernos anteriormente, nuestra convivencia se ha llevado de la mejor manera, quizás sea precisamente por eso, porque somos dos personas que no se conocen de nada que inesperadamente comienzan a vivir juntos.
Esa tarde salgo a comprar algunos víveres que requerimos, además de que ambos estamos antojados por comer doritos, lleno mi bolsa con algunos otros dulces y snacks y regreso a casa de Chris, entro a la ducha y escucho su voz afuera del baño.
- ¡Ariana por favor! - toca la puerta varias veces, salgo de la ducha con premura y me coloco la toalla alrededor de mi cuerpo.
- Chris que ocu... - mis ojos van desde su rostro asustado hacia su mano ensangrentada.
- ¡Santo Dios! ¿Qué pasó?
- Me corté.
- Déjame ver... - nos movemos al interior del baño y coloco su mano sobre el lavabo para remover el exceso de sangre con el agua, su brazo tiembla ligeramente.
- ¿Cómo te hiciste eso?
- Algunos de los cuchillos están muy filosos, y estaba haciendo una ensalada.
- Bien... No creo que sea muy profunda - le digo para tranquilizarlo, los hombres pueden ser muy fuertes en muchos aspectos pero la sangre siempre los asusta, lo sé por mis compañeros de clase, en su mayoría son muy cobardes con la sangre, no sé cómo harán cuando les toque ejercer como médicos.
Reviso con cuidado la herida, es pequeña pero profunda, necesito lavarla y colocar antiséptico.
- ¿Tienes kit de emergencias?
- Si, en el cuarto al lado de la cocina.
- Voy por el, quédate aquí.
Bajo rápidamente y encuentro el kit, subo con premura y comienzo a limpiar su herida.
- ¿Te duele? - le pregunto al limpiarla.
- No, sólo arde un poco.
- Bien, solamente necesitamos limpiar y colocar una gasa para que no te la golpees ni se infecte, en par de días debes estar bien.
- Gracias Ari, me has salvado de ir a emergencias.
- No era necesario - le sonrío mientras envuelvo su dedo con adhesivo y finalizo de curarlo, sus ojos me miran fijamente, hay algo distinto en su mirada, se encuentra muy cerca y baja sus ojos hacia mis labios, y de pronto sin aviso alguno se acerca a mí y sus labios rozan los míos, un roce tímido al principio pero luego nuestros labios se unen con fuerza, siento el roce de su barba y cuerpo se aproxima al mío, su mano se ciñe en mi cintura y de pronto soy perfectamente consciente de que mi cuerpo está completamente desnudo bajo la toalla, nos besamos por algunos segundos y el se separa.
- Perdona Ariana - sus manos siguen en mi cintura y me mira con seriedad.
- No te preocupes Chris - suspiro para controlar mi respiración entre cortada.
Acaricia mi rostro con suavidad.
- Gracias - me da un corto beso en los labios y se retira cerrando la puerta tras el.
Me meto a la ducha sin pensar mucho en lo que sucedió y luego salgo, me visto y bajo hasta la sala de estar donde encuentro a Chris frente al televisor mirando la noticias.
Me mira con seriedad y me comenta que la curva de mortalidad está aumentando considerablemente, en Nueva York particularmente la situación está muy delicada, me siento con el a ver las noticias y me siento abrumada por todo lo que veo, jamás imaginé vivir algo como ésto.