II

254 34 39
                                    

Londres, 16 de diciembre de 2017

– ¿Te has dado cuenta de que si no apruebas este examen te retiran la beca? Es importante Lia, te echarán a patadas de aquí.

La chica de pelo oscuro soltó el humo de su boca mientras rodaba los ojos, su amigo llevaba toda la mañana intentándola ayudar con biología pero esta ni podía, ni quería concentrarse.

– A Lizy no la molestas tanto con eso y te recuerdo que ella está igual o más jodida que yo.

– A mi no me tires mierda y concéntrate - la mayor de los tres sonrió ladinamente mientras le arrebataba el cigarrillo a su amiga – además solo necesito un cinco para tener la media, no será tan difícil sacarlo.

– Lo que me sigue pareciendo increíble es que hayáis conseguido entrar en la misma universidad que yo.

– Aiden – Elizabeth llevó su mano a su pecho fingiendo estar indignada – eso a dolido, te tenía por mi mejor amigo, ahora tendré que irme porque no puedo ni verte.

Se levantó del sucio césped y sacudió sus pantalones quitando los restos de hierbajos que se habían pegado a su trasero, normalmente no solían sentarse en esa zona pero después de que a Lia la expulsaran por unos días no la dejaban entrar en las zonas comunes. 

– ¿Viene tu madre a buscarte o te vas en bici?

– Bici, es más rápido ¿vienes? – tomó su mochila y tras sacudirla se la colgó al hombro – te dejaré mis apuntes.

– Nunca diré que no a unos apuntes gratis - imitó a su amiga y se levantó del césped con rapidez – Gracias por la ayuda Aiden.

– De nada y no os preocupéis chicas ya tengo planes, no hace falta que me invitéis a ir con vosotras.

– Me alegro de oír eso.

Ambas rieron a modo de despedida y se dirigieron hacía sus bicis pero en el lugar solo se encontraba la de la mayor.

– Lia ¿donde está tu bici?

– No creerías que la iba a dejar aquí ¿verdad? La ultima vez el imbécil de Cameron me pinchó las ruedas, ahora la dejo en el callejón que está al lado de la puerta trasera.

Rodó los ojos quitando el candado y caminando junto a su amiga, una cosa que amaba de Lia era su valentía y su osadía pero a la vez la odiaba, se pasaba el día castigada y metida en problemas  y como no, quien tenía que ir a rescatarla era ella.

– Quizás si no te hubieras acostado con su novia no te habría pinchado las ruedas

– Lo repito por sexta vez, me dijo que habían terminado – sacó dos cigarrillos de su cajetilla y le tendió uno a Lizy para después encenderlo – además ella hace mejor pareja conmigo.

Rió cansada ante la excusa de su mejor amiga y decidió dejarlo pasar, ya habían discutido numerosas veces por la promiscuidad de Lia, solo deseaba llegar a casa y tumbarse en la cama. 

– Tiene que ser una puta broma – se detuvieron frente al callejón y ahí no se encontraba ninguna bicicleta – ¡Me han robado! 

Dejó su bici apoyada en la pared y se dirigió hacía su amiga, tomándola del brazo para intentar tranquilizarla.

– ¿Segura que fue aquí donde la dejaste?

– No soy tan tonta como para olvidar donde dejé mi puta bicicleta Elizabeth, estaba aquí esta mañana

La menor aporreó con furia una de las piedras que se encontraba en el suelo, haciéndola chocar contra un bulto que se hallaba al final del callejón, llamando la atención al momento de la mayor.

– Lia detente – la mayor tomó a su amiga del brazo y la arrastro hacía donde había caído la piedra– Imposible

Ambas chicas enmudecieron al ver el cuerpo de un chico tirado en el suelo, estaba sucio y tenía un gran morado en el ojo derecho, pero por suerte su pecho subía y bajaba así que estaba vivo.

– Lizy... - esta se acercó aun mas al chico, tenía el pelo rubio y con un corte bastante retro a juego con su atuendo el cual lucía hortera – deberíamos llamar a una ambuláncia.

Posó sus dedos en el cuello del contrarió y tomó su pulso notando que este estaba normal, seguramente se habría desmayado debido al golpe. Sacudió los hombros del chico con suavidad tratando de despertarlo pero este no dio respuesta.

– Llama a la ambuláncia, puede que tenga una conmoción cerebral – ignoró cuando Lia se alejó y volvió a sacudir al chico una vez más, notando como este abría levemente los ojos asustándola un poco – Ven, corre.

El chico terminó de abrir los ojos mirando aturdido a las chicas que se encontraban frente a el.

– ¿Donde estoy? – ambas se miraron todavía un poco asustadas – ¿donde está Carter?

– Estas en Londres, a la salida de la facultad de medicina para ser mas exactos ¿te encuentras bien? 

Elizabeth se agachó poniéndose al nivel de aquel chico, este tenía la mirada perdida y las pupilas completamente dilatas - un drogadicto, pensó al momento - tenía un poco de sangre fresca en su labio inferior.

– ¿Sabes cuanta cantidad has consumido? ¿sientes mareos o dolor de estomago?

– No he consumido drogas, me he peleado con un imbécil eso es todo – el chico miró a su alrededor para después dirigirse a ella confundido – ¿Donde has dicho que estaba? 

– En la facultad de medicina.

– Eso es imposible, debería estar en el estudio de grabación

Una carcajada por parte de Lia inundó el lugar, se arrodilló junto a su amiga y continuó riendo.

– Por favor pásame el numero de tu camello, yo también quiero flipar así

– Ya he dicho que no estoy  drogado ¿Acaso no saben quien soy?

– Un lunático que se ha pasado con la heroína, pero tío si vas a consumir no lo hagas al lado de la facultad, por aquí pasan muchos policías.

– No estoy drogado, soy Roger Taylor y esta mañana cuando vine a trabajar aquí estaba mi estudio de grabación ¿entendido?

Elizabeth miró a su amiga y rió, sin duda uno de los peores adicto que se había encontrado nunca.

– Bien Roger Taylor, sentimos haber molestado a alguien de tanta fama como tu – Lia sonrió ante el tono sarcástico de Lizy –  levántate del suelo y ve al hospital a que te miren ese golpe.

Sacó un cigarrillo de su cajetilla y lo encendió mirando una vez mas al chico el cual se estaba empezando a levantar.

-–Y cambia de peluquero y estilista, los setenta pasaron hace mucho – dio una calada a su cigarrillo y antes de poder acercarse unos pasos a su bicicleta sintió al chico sujetarla del brazo.

– ¿Que acabas de decir? – se veía conmocionado y un poco aturdido.

- Estaba bromeando, no te lo tomes a pecho - se soltó de su agarre y le dio otra mirada mas - que estemos en dos mil diecisiete no significa que no puedas vestir como un setentero.

El chico se puso tan blanco que hasta por un momento Elizabeth se asustó.

– Estamos en mil novecientos setenta y cinco.

– Si no son drogas es esquizofrenia Lizy, vámonos – Lia tomó la mano de su amiga intentando que se aparta del chico pero esta apenas se movió.

– ¿Crees que estamos en mil novecientos setenta y cinco?

– Esta mañana...- Roger clavó sus ojos azules en los de la chica – yo por lo menos lo estaba

••••••••••
Cualquier duda/error que vean por favor hágamelo saber ✌🏻

ᴛɪᴍᴇʟᴇꜱꜱ °ʀᴏɢᴇʀ ᴛᴀʏʟᴏʀ°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora