8- Mil pedazos

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¿Sabe lo mejor de los corazones rotos? -Que sólo pueden romperse de verdad una vez. Lo demás son rasguños. "El juego del ángel" (2008), Carlos Ruiz Zafón

Estar en el hospital se había vuelto su nueva rutina, Sus amigos eran los encargados de llevarle sus deberes para que él pudiese completarlas y continuar sus estudios, Idea de su madre. Cada maestro ya estaba enterado de su situación, sin embargo, entre los estudiantes era un secreto a voces; unos decían que Weiying tenía una enfermedad mortal, otros decían que era su corazón el que fallaba, y nunca faltaban aquellos que decían que tan solo era un vago consentido que tan solo fingía para no asistir a clases justo antes de terminar el año escolar.

—Estoy aburrido —El sonido de las máquinas que median sus signos no dejaban de sonar durante toda su mañana, el ajetreo fuera de su habitación no le dejaban descansar con tranquilidad, al igual que las luces que siempre estaban encendidas, todo era bastante molesto, pero nada se comparaba con aquellas horribles puntas nasales; estaban tan calientes que sentía como se quemaba su nariz y cada que se movía podía sentir el fuerte oxigeno abriéndose paso en su nariz. Una de las enfermeras entró por fin para callar una de la escandalosa bomba de infusión— Tengo hambre... —dijo el omega, sin embargo, parecía que la beta le ignoraba— ¿a qué hora traen la comida? —volvió a preguntar, pero era el mismo resultado.

—ya tomaste un refrigerio —el omega trato de sentarse haciendo bastante ruido en el proceso.

—¡Pero tengo hambre! —se quejó, momento en el que la enfermera le vio fijamente, Si pudiese olerle estaba seguro que se sentiría cohibido por sus feromonas, PUNTO PARA EL SEMI-OMEGA!

—Que sea el hijo de la doctora San Ren no le da derecho a tratamiento especial... —el duelo de miradas contra aquella enfermera había comenzado, cuando la puerta fue abierta y su querida salvación entro...

—Eres tú —Weiying reprimió un quejido, las flores comenzaban a moverse en su interior de tan solo verla.

—Doctora Wen! Que sorpresa —exclamó la enfermera— Creí que estaría pasando los días con su prometido —Las enfermeras que estaban fuera de la habitación reían cómplices ya que la atemorizante alfa se sonrojaba con facilidad con la mención de su boda próxima.

—Oh, no, no, él está muy ocupado estudiando para su examen de ingreso —Weiying volvió a recostarse cubriéndose con las sabanas hasta la cabeza, no quería saber más, no quería ver a quien se casaría con su destinado— Hablé con su hermano, y comentó que mi prometido hará trámites a medicina.

—LAN ZHANG IRA A MEDICINA!? —no podía evitarlo, casi salta de la cama. había pasado varias semanas desde que hablaron por última vez; una parte suya se sentía feliz por el alfa, pero...

— Wei Wuxian, será mejor que no te muevas mucho si no quieres que vuelva a canalizarte por descuidado! —la enfermera señaló las vías en sus delgados brazos llenos de marcas moradas— Así es...No es genial? ¡Tendremos otra generación de Médicos Lan!

—Será otro médico Lan —Wen Qing se veía emocionada, más feliz que de costumbre, pero había algo detrás de esa sonrisa que Weiying reconocía muy bien "Un corazón roto"— Nuestras familias se encargaran de la planeación de la boda. No puedo esperar...

—¡De seguro será tan ostentosa y llena de bellos detalles doctora, Ya ansiamos verle de blanco!... o será una boda tradicional?

—AHHH MUERO DE HAMBRE! —dramatizo el omega y la enfermera gruñendo dio media vuelta hacia la salida— Necesito comer algo solido o moriré!

Ambas alfas se vieron entre sí antes de poner los ojos en blanco—Que sea la última vez, Wei Wuxian! Iré por algo para que comas.

—Thank you, enfermera! —Sin Dejar de dramatizar Weiying volvió a recostarse de lado en la camilla dándole la espalda a la doctora Wen. no deseaba verla, no deseaba saber de su boda, no quería nada más.

Hasta que el último pétalo caigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora